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sábado, 21 de abril de 2012

El cuervo




Valoración personal: 9/10.

Ficha técnica:

Título: El cuervo

Título original: The Raven

Año: 1963

Duración: 86 min.

País: Estados Unidos

Director: Roger Corman

Guión: Richard Matheson (Historia: Edgar Allan Poe)

Música: Les Baxter

Fotografía: Floyd Crosby

Reparto: Vincent Price, Boris Karloff, Peter Lorre, Hazel Court, Olive Sturgess, Jack Nicholson, Connie Wallace

Productora: American International Pictures

Género: Fantástico. Comedia. Terror. / Comedia de terror. Magia. Siglo XV. Serie B.

¿De qué va?:

Siglo XV. El doctor Erasmus Craven (Vincent Price) es un gran hechicero sumido en una profunda depresión, ya que no puede olvidar a su difunta esposa. Aún así, y por increíble que parezca, tiene fe en volver a verla con vida algún día. En un mundo en el que existe la magia, todo es posible. Una noche, va a parar a su hogar un cuervo que puede hablar y que dice ser el mago Adolphus Bedlo (Peter Lorre), que ha sido transformado en cuervo por un mago más poderoso que él. Tras darle de beber vino, Erasmus le prepara a Bedlo una poción que le devuelve a su estado normal, deshaciendo así el sortilegio. A continuación, Adolphus le comenta a Erasmus que ha visto a su esposa con vida en el castillo del poderoso y malvado mago que le convirtió en cuervo; el castillo del doctor Scarabus (Boris Karloff). Sin dudarlo un instante, ambos se ponen en marcha acompañados por sus respectivos hijos, Estelle Craven (Olive Sturgess) y Rexford Bedlo (Jack Nicholson).



Comentario:

En 1963, Roger Corman llevó a la gran pantalla el famoso poema "El cuervo" del escritor Edgar Allan Poe. Eso sí, lo único que tienen en común el texto original y el libreto cinematográfico escrito por Richard Matheson son dos cosas: el título y que al principio de la cinta escuchemos a Vincent Price leyendo el poema del que la película toma su nombre.

"El cuervo", quinta entrega del ciclo Poe-Corman, es una producción con cierto aire de cine familiar. Dirigida a un público de todas las edades y con una premisa argumental más cercana a los cuentos de fantasía que al cine de terror gótico, el film cuenta con un sentido del humor similar al que ya vimos en "El gato negro", historia que formaba parte de la anterior película de episodios de Corman, "Historias de terror". El guión de Matheson, que no se tomaba muy en serio a sí mismo, no sólo satirizaba y parodiaba el cine de fantasía y de terror, sino también a las adaptaciones previas de los relatos del escritor bostoniano dirigidas por Corman.

A pesar de la sátira hacia las aventuras medievales de magia, la historia está tan bien planteada que nos la tomamos en serio en su justa medida. De esta forma las distintas escenas, aunque sean cómicas y, en ocasiones, algo exageradas, no llegan a resultar ridículas ni en los momentos más surrealistas. En absoluto. Nos maravillamos, sonreímos y luego terminamos riéndonos ante lo que vemos. Puro sentido de la maravilla.

Además, el argumento consigue conservar elementos de la literatura de Poe, como el hecho de contar con un hombre que sufre la pérdida de su esposa. También cuenta con características propias de las anteriores adaptaciones de Corman; características de entre las cuales destacaría la cuidada ambientación, a destacar los interiores del castillo de Scarabus, y su lograda atmósfera.

Pero si por algo destaca de verdad esta película es por dos cosas.

La primera de ellas es el reparto. Bien es sabido que Roger Corman era un cazatalentos de jóvenes promesas sin igual, prueba irrefutable de ello es que en el presente film el archiconocido actor Jack Nicholson, que por entonces no tenía ni treinta años y no era, ni de lejos, tan conocido como lo sería a partir de los años 70, desempeñe un papel importante durante la mayor parte del metraje. Así mismo, Corman conseguía que actores que llevaban muchos años actuando en el ostracismo volviesen a ponerse de moda; actores como Peter Lorre y Boris Karloff, dos titanes del cine clásico de terror a los que el tiempo había ido tratando cada vez peor, sobre todo al segundo.

Peter Lorre es muy recordado por su papel de asesino en "M, el vampiro de Düsseldorf", y Boris Karloff se convirtió en toda una leyenda del género desde el momento en el que aceptó encarnar a la criatura de Frankenstein en "El Doctor Frankenstein". Ambos, en compañía del gran Vincent Price, están brillantes en sus actuaciones.

Peter Lorre encarna al mago que se nos presenta convertido en cuervo, el Dr. Adolphus Bedlo, algo así como el bufón de la función. Un tipo borrachín y algo impulsivo, que no trata muy bien a su hijo, Rexford Bedlo (Jack Nicholson). Podría decirse que Adolphus es el elemento cómico de la función.

El personaje al que interpreta Vincent, Erasmus Craven, es todo lo contrario a Adolphus; serio, galante y con mucho más cuidado en lo que hace que su torpe y cascarrabias compañero.

Por otra parte, Boris Karloff borda el rol del típico hechicero malvado. Me encanta su sonrisa; una sonrisa altanera que transmite picardía y, a la par, provoca simpatía en el espectador hacia su personaje.

La segunda cosa por la que este es un gran film, lleno de un sense of wonder como pocos, es por la parte final. En ella, contemplamos un duelo mágico entre Vincent Price y Boris Karloff; un mítico duelo entre dos actores pertenecientes a distintas épocas del cine de terror que es, simplemente, pura magia cinematográfica. Me encanta esa forma tan original como divertida que tienen de contrarrestar los ataques mágicos que se lanzan el uno al otro, así como esos rayos de colores que disparan por los dedos, con soniditos incluídos. La verdad es que este fantástico enfrentamiento me recordó mucho a ese otro duelo entre magos que se producía en "Merlín el encantador", una de mis pelis favoritas de Disney. La verdad es que, si me paro a pensarlo, este largometraje bien podría haber sido de dibujos animados, porque hay hasta efectos de sonido que parecen sacados directamente de los dibujos de Hanna-Barbera (y si no, prestad atención en el momento en el que la varita de Adolphus es doblada por los poderes mágicos de Scarabus).

En fin, objetivamente hablando, no lo voy a negar, "El cuervo" no es, ni de lejos, la mejor entrega del ciclo Poe-Corman; pero, de lo que no hay ninguna duda, es de que es una de las más divertidas, por no decir que es la más divertida de las ocho. Su visionado se me pasó volando, y el mencionado duelo mágico del final agradará a cualquier espectador. Además, cuenta con tres grandes actores del cine de terror actuando felizmente al mismo tiempo, motivo más que suficiente para darle una oportunidad. Recomendada a todo el mundo.

Ah, se me olvidaba comentar una cosa más. Casi unos veinte años antes del estreno de "El resplandor" (1980, Stanley Kubrick), Roger Corman ya nos había mostrado a un Jack Nicholson enloqueciendo a causa de fuerzas extrañas y sobrenaturales. Lo que decía en anteriores entradas: Corman era un genio adelantado a su época.

Imágenes:






















4 comentarios:

Raúl Calvo dijo...

No tenemos que olvidar que la razón por la que Corman descubrió a tantos nuevos talentos y sacó del olvido a viejas glorias es que eran baratos. Trabajaban por poco dinero.

Por otro lado, a mí esta película no me gustó nada ni la encontré particularmente divertida. Tal vez porque aprecio demasiado el poema de Poe.

Mustangcillo dijo...

Bueno, yo ya lo he dicho en el artículo, soy de esas personas que se ríen fácilmente ante casi cualquier cosa que vea en pantalla.

Madre mía, pues cómo se revalorizó el Sr. Nicholson con el tiempo. Y cómo se abarataron tanto Lorre como Karloff, entre otros.

Como suelo decir, lo mejor a la hora de ver una adaptación cinematográfica de un libro es olvidarse completamente del original literario.

Raúl Calvo dijo...

Era bastante habitual que productores de pelis de serie b contrataran actores en decadencia para obtener cierto valor publicitario. Así, Buster Keaton fue rescatado para participar en inanes comedias playeras en los 60 y Karloff acabó haciendo películas de serie Z en México. El caso de Lugosi ya es bastante conocido.

Para nosotros, Boris Karloff puede ser un gran actor clásico, en su momento era sólo otro viejo actor. Del mismo modo, para nosotros ahora es JACK NICHOLSON, pero entonces solo era jack nicholson.

No todo en el mundo del cine es fantástico.

Mustangcillo dijo...

Ajá. La verdad es que anécdotas así, en plan "tal gran actor acabó participando en tal peli cutre" o "ese otro actor ahora es muy famoso pero antes no lo era y salía en tal peli" me encantan.