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jueves, 3 de mayo de 2012

Repulsión




Valoración personal: 10/10.

Ficha técnica:

Título: Repulsión

Título original: Repulsion

Año: 1965

Duración: 105 min.

País: Reino Unido

Director: Roman Polanski

Guión: Gérard Brach & Roman Polanski

Música: Chico Hamilton

Fotografía: Gilbert Taylor (B&W)

Reparto: Catherine Deneuve, Ian Hendry, Patrick Wymark, John Fraser, Yvonne Furneaux, Valerie Taylor, James Villiers, Helen Fraser, Renee Houston

Productora: Columbia Pictures

Género: Drama. Terror. Thriller. / Drama psicológico. Surrealismo.

¿De qué va?:

Carol Deloux (Catherine Deneuve) es una joven belga de unos veinte años de edad que trabaja como manicura en un salón de belleza. Aunque no se arregle mucho, es tan guapa que hace que muchos hombres la lancen piropos allá donde va. Incluso un hombre bastante decente, llamado Colin (John Fraser), está enamorado de ella. Sin embargo, la pobre mujer siente una mezcla de atracción y repulsión hacia el sexo masculino que la carcome por dentro. No se sabe muy bien el porqué. Por eso sigue siendo virgen; cosa que no soporta, pero no puede evitar serlo. Su querida hermana mayor, Helen (Yvonne Furneaux), con quien comparte apartamento, decide irse de viaje con su amante, Michael (Ian Hendry), dejando a Carol sola. Esa soledad, sumada a sus paranoias, la irá sumiendo poco a poco en la más profunda y absoluta locura...



Comentario:

A principios de la década de los 60, se estrenaron una serie de películas de terror en las que el monstruo no era una criatura fantástica surgida a raíz del folklore popular, ni tampoco un ser procedente del espacio exterior o de otra dimensión. En esas películas, el monstruo surgía del interior de uno mismo, de sus propios conflictos internos; conflictos que bien podían surgir a partir de una personalidad reprimida, como sucedía con la protagonista de "The Innocents", o a través de ciertos traumas de la infancia, como era el caso de los asesinos de "Psicosis" y "El fotógrafo del pánico".

En "Repulsión" tenemos a una protagonista de sexualidad reprimida, bastante guapa, y que se comporta ante los demás como una chica tímida e introvertida. Su personalidad, un tanto inestable y propia de una maníaco depresiva, ya viene de lejos. Concretamente, y como les sucedía a Norman Bates y a Mark Lewis, desde la infancia, como bien podemos observar a través de una foto antigua en la que una joven Carol se nos aparece retratada con una mirada que denota odio y disconformidad ante lo que la rodea. ¿Cuál es el motivo de esa mirada, de ese sentimiento mezcla de simpatía y aversión hacia los hombres? No lo sabremos a ciencia cierta en ningún momento.

Roman Polanski, director de cine de origen polaco, y uno de los más importantes (e interesantes) en el devenir del cine contemporáneo, escribió el guión en compañía de Gérard Brach con una idea bien clara en mente: no explicar con claridad el motivo por el que Carol siente repulsión hacia los hombres, sino sugerirlo. De ahí que, a diferencia de "Psicosis" y "El fotógrafo del pánico", no veamos en ningún momento del largometraje a ningún psiquiatra intentando explicar las causas del comportamiento de la protagonista de la historia, quien es víctima de su propia represión sexual y de sus paranoias, traumas y manías. Y es que el propósito de Polanski no era explicar con pelos y señales los porqués de la patología de Carol, sino que el espectador se convirtiera en una especie de cercano acompañante de la muchacha en su descenso hacia los oscuros abismos de la locura como única salida posible a sus instintos primarios. Descenso que realizaría sin salir de su pequeño apartamento. Sobra decir que Polanski logró su propósito. Y de forma brillante, he de añadir.

Gracias al uso de los distintos planos, que por aquel entonces era un uso bastante innovador, y a los constantes movimientos de cámara, Polanski logra atrapar al espectador, haciendo que éste se sienta como si estuviera en la misma habitación en la que se encuentra Carol. Además, la ambientación está muy bien conseguida. A medida que la locura de la solitaria y única inquilina del apartamento aumenta, la atmósfera se irá tornando cada vez más opresiva y agobiante. Así mismo, este retrato cinematográfico de la locura no sería tan efectivo de no ser por la fotografía, de estética expresionista, la cual hace un uso del blanco y negro más que notable, creando imágenes impactantes y, a la vez, bellas. Las luces y las sombras llenan los interiores del claustrofóbico y tétrico apartamento en el que se desarrolla la historia, convirtiendo lo que podría ser un apartamento urbano más en un lugar decadente, de pesadilla, como una representación dantesca de la mente de la inestable protagonista.

Durante la primera mitad del film, sentimos pena y simpatía hacia Carol, sobre todo si tenemos en cuenta a las despreciables mujeres que la rodean (incluida su hermana) y, también, a los hombres con los que se topa en su día a día (a excepción de Colin, el chico que está enamorado de ella). A medida que avanza el metraje, su comportamiento comienza a ser tan misterioso (o muy propio de una persona insegura) como desesperante. Aún así, la empatía hacia el personaje se mantiene. Sin embargo, es cuando ésta se cobra su primera víctima cuando dejamos de verla con los mismos ojos. Es en ese momento cuando se convierte en una especie de psicópata asesina, que no dudará en matar a todo aquel que suponga una amenaza para su integridad física.

A pesar de su antigüedad, la cinta sigue asustando en algunos momentos. Incluso al espectador que esté muy acostumbrado a ver películas de terror. Doy fe de ello. Esto es una prueba más que suficiente de que el suspense y la tensión se han mantenido como si no hubieran pasado los años desde su estreno, además de que se cumple una cosa que suelo decir: la ausencia de música de fondo a la hora de crear una atmósfera perturbadora es algo necesario. Con sólo escuchar los sonidos que se oyen en el apartamento, sea el de un teléfono que no para de sonar, el agua goteando de un grifo o el resonar de unas campanadas, ya nos inquietamos. Pocas películas de los años 60 continúan manteniendo su factor terrorífico con tal intensidad y efectividad en la actualidad. Polanski logró transmitir a los espectadores un terror surgido a partir de miedos primigenios, como el estar solo en un apartamento que, además de estar desordenado y lleno de suciedad, en un estado de decadencia progresiva, es lúgubre y oscuro.

Al igual que "The Innocents", "Repulsión" es una película que se presta a multitud de segundas lecturas e interpretaciones por parte del espectador, sin resultar tan excesivamente compleja en su planteamiento como el mencionado film de Jack Clayton. Eso, además de su conseguida y absorbente atmósfera, es lo que más me gusta de "Repulsión". Polanski plagó la cinta de numerosas metáforas y simbolismos. El estado del conejo que ha cocinado la hermana de Carol, pudriéndose en un plato a medida que el comportamiento de la joven decae más a cada día que pasa; esa grieta que Carol menciona al principio de la historia como si fuera un simple fallo en la estructura del edificio, la cual se irá haciendo más grande y oscura, siendo otro buen reflejo del estado mental de la chica; el apartamento en sí, deformándose en sintonía con la mente de su única y atormentada inquilina; la postal de la Torre de Pisa que su hermana le envía desde Italia, etc...

Gracias a éste, su segundo largometraje y, al mismo tiempo, su primera producción inglesa, Roman Polanski ganó fama y reconocimiento a nivel internacional. Además, este film ha influido en posteriores producciones de terror y thrillers psicológicos, como, por ejemplo, "Cisne negro" (2010, Darren Aronofsky). Así mismo, este director retomaría el tema de personajes paranoicos encerrados en apartamentos claustrofóbicos en dos films más, igual de sobresalientes que "Repulsión". Por supuesto, hablaré de ellos llegado el momento.

Imágenes:


















3 comentarios:

Raúl Calvo dijo...

Esta pensaba que la había comentado pero no lo había hecho. En todo caso, repito que ni de lejos me parece compleja la película de Clayton y tampoco me parece que este film tenga segundas lecturas: es la historia de una chica cuya psicosis empieza a descontrolarse. Eso sí, a mí la película me gusta mucho, más que El quimérico inquilino de la que pensaba hablar mañana (toma teaser). Lo curioso es que en un principio Polanski quedó muy decepcionado por la película (según cuentan en los extras de la edición que hizo Criterion de esta película) y se disculpó ante el equipo y los productores ya que pensaba que no había alcanzado un nivel técnico profesional. Sin embargo, el resto de los implicados (productores, equipo técnico, etc.) estaban muy contentos con la película que les parecía soberbia y así se lo expresaron a Polanski. Es realmente un film excelente y fantástico.

Sidhe dijo...

Hace un par de años a un personaje similar le pusieron alas negras y blancas y le dieron una estatuilla dorada la protagonista...al final va ser cierto que está todo inventado...En cuanto a Repulsión no es una película para todos los paladares pero es muy buena.

El Tipo de la Brocha dijo...

¡Un 10 de 10! Y pintaza que tiene la película. La chica... guapa según la iluminación, como aquella novia que tuvo Jerry en Seinfeld.