El beso del vampiro

Valoración personal: 7/10.

Ficha técnica:

Título: El beso del vampiro

Título original: The Kiss of the Vampire

Año: 1963

Duración: 88 min.

País: Reino Unido

Director: Don Sharp

Guión: Anthony Hinds

Música: James Bernard

Fotografía: Alan Hume

Reparto: Clifford Evans, Edward de Souza, Noel Willman, Jennifer Daniel, Barry Warren, Brian Oulton, Noel Howlett, Jacquie Wallis, Peter Madden

Productora: Hammer Films

Género: Terror. / Vampiros.

¿De qué va?:

La historia está ambientada a principios del siglo XX. Gerald Harcourt (Edward de Souza) y su mujer, llamada Marianne (Jennifer Daniel), se acaban de casar, y, durante su luna de miel, en algún remoto lugar de Europa, el vehículo en el que viajan se avería. Tras ser advertidos por un misterioso hombre de ropajes oscuros, que más tarde se presentará como el profesor Zimmer (Clifford Evans), de que abandonen la zona lo antes posible, a la pareja de recién casados no les queda otra opción que alojarse en una posada de una aldea cercana y apartada del mundo. Más tarde, reciben una invitación del habitante más rico del lugar, el Dr. Ravna (Noel Willman), para que acudan a su castillo. Gerald y Marianne aceptan la invitación. Lo que no saben es que Ravna es el líder de una secta vampírica y que, además, está interesado en que Marianne forme parte de ella...

Comentario:

Don Sharp era un director inexperto en el género de terror. Sin embargo, y gracias en parte al guión de Anthony Hinds, "El beso del vampiro" resultó ser una buena película.

Esta era la tercera incursión sobre vampiros producida por la Hammer y, además, era bastante original, ya que en ella se reinventaba levemente el mito del vampirismo.

Quizás la mayor novedad es que los vampiros que aquí se nos presentan pueden salir de día al exterior siempre y cuando esté nublado. Otra particularidad a destacar es que, aunque el título haga referencia a un único vampiro, aquí tenemos a un numeroso grupo de vampiros que forman parte de una secta satánica comandada por el Dr. Ravna. Incluso no les importa ampliar el número de miembros de la secta añadiendo a sus filas a gente que consideren digna de su interés. Más que vampiros tradicionales, parecen personas sin moral alguna, que se reúnen en grandes congregaciones en donde quizás den rienda suelta a sus instintos más lascivos y sanguinarios.

Me llamó la atención que en este film apareciese una secta satánica y diversos rituales oscuros, ya que, a principios de los 60, la censura británica no solía permitir este tipo de contenidos en las producciones realizadas dentro de sus fronteras. Sin embargo, años después, hacia finales de la misma década, se estrenarían multitud de películas sobre ritos satánicos y magia negra.

De entre todas las escenas, es necesario destacar la del baile de máscaras, la cual ha hecho que este film no haya caído en el más absoluto de los olvidos, ya que fue homenajeada (con mejores resultados) en la maravillosa "El baile de los vampiros" (1967, Roman Polanski). En dicha escena, vemos a los vampiros ocultando sus rostros tras máscaras de carnaval, bailando en pareja al son de la música clásica, dando lugar a unos momentos oníricos llenos de belleza, elegancia y estilo.

Aunque mis escenas favoritas son aquellas protagonizadas por el único actor destacable de todo el reparto, Clifford Evans, quien encarna al profesor Zimmer, una especie de versión oscura de Van Helsing. Y es que los actos y los modales de este misterioso cazavampiros no son precisamente buenos, aunque su principal objetivo sea noble: acabar con los vampiros. Sus motivos no los sabremos hasta bien avanzado el metraje, lo cual hace que resulte ser un personaje bastante interesante.

La película comienza con un prólogo en el que vemos un entierro. Es una escena triste; al fin y al cabo, se ha muerto una persona y la están enterrando. Hasta que llega el profesor Zimmer. El pobre hombre parece no ser muy querido por los habitantes del pueblo, ya que le consideran un borracho que ahoga sus penas en la bebida. A él no le importa. El tío se acerca al ataúd, coge una pala, la alza delante de los familiares de la víctima... Y atraviesa el ataúd con ella, inundando su interior de sangre. Así empieza la historia. Con una escena brutal para la época. Con sangre a borbotones (aunque parezca tomate).

La otra escena que me encanta es esa otra en la que Zimmer es mordido en la muñeca por una joven vampira. Para evitar transformarse en lo que más odia, rocía la mordedura con alcohol y, acto seguido, se prende fuego. Todo un tipo duro. Esta escena y otras más fueron censuradas en Estados Unidos, país en donde la cinta, aparte de recibir el título de "Kiss of Evil", fue alterada hasta el punto de que se introdujeron nuevos personajes.

Decía que el único actor destacable de todo el reparto es Clifford Evans como el profesor Zimmer. Y es que el resto de los actores dejan mucho que desear... Sobre todo Edward de Souza como Gerald Harcourt , el protagonista de la historia, cuya actuación provoca en algunos momentos vergüenza ajena. Por otro lado, Noel Willman como vampiro líder no impone. Le falta porte y presencia para tal rol. Pero, bueno, no todos pueden ser como Christopher Lee. Al menos, su actuación dota a su personaje de cierta humanidad, a pesar de ser un vampiro, lo cual encaja con el contexto de la historia y, sobre todo, con la forma en la que se nos presenta a dichas criaturas en este film.

Otra cosa que no me gustó fue el apresurado y repentino final, con esos murciélagos que entran por un ventanal cual enjambre de abejas furiosas. Esta escena podría haber sido buenísima, pero se queda en cutre. Muy cutre. Y es que se nota tanto que los animalillos son de mentira que hasta se les ven los hilos que llevan atados en la espalda... Dicho final iba a ser el de "Las novias de Drácula" (1960, Terence Fisher), pero fue desechado y cambiado por otro distinto debido a la falta de presupuesto.

Curiosamente, "El beso del vampiro" suele gustar a gente a la que no le gusta el cine de terror; pero sí el cine clásico, en especial las películas de Alfred Hitchcock, ya que ven ciertos elementos hitchcockianos en la historia. No sé yo qué elementos serán, pero algo me dice que son esos momentos en los que todo el mundo le dice al protagonista que llegó solo al pueblo, sin su mujer, cuando el espectador sabe que no es así; y la escena final, que, aunque sea muy cutre, recuerda a los ataques de las aves de "Los pájaros" (1963, Alfred Hitchcock).

En fin, aunque "El beso del vampiro" cuente con un reparto algo mediocre y con un final bastante cutre, no deja de ser una producción de la Hammer. Y es muy raro que a mí no me guste una película de esta compañía. Hasta las que todo el mundo repudia me gustan. Por supuesto, la presente película no iba a ser una excepción, así que, llegados a este punto, no me queda otra que recomendarla. Puro terror gótico inglés.

Imágenes: