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jueves, 7 de junio de 2012

Drácula 73




Valoración personal: 8/10.

Ficha técnica:

Título: Drácula 73

Título original: Dracula A.D. 1972

Año: 1972

Duración: 100 min.

País: Reino Unido

Director: Alan Gibson

Guión: Don Houghton

Música: Mike Vickers

Fotografía: Dick Bush

Reparto: Christopher Lee, Peter Cushing, Stephanie Beacham, Christopher Neame, Michael Coles, William Ellis, Marsha Hunt, Janet Key, Philip Miller, Michael Kitchen, David Andrews, Caroline Munro, Lally Bowers

Productora: Hammer Films

Género: Terror. / Vampiros.

¿De qué va?:

La historia comienza en 1872, con el conde Drácula (Christopher Lee) y su antítesis, Lawrence Van Helsing (Peter Cushing), enfrentándose a muerte sobre el techo de un carromato fuera de control. El combate termina con la muerte de ambos. Tras esto, un joven misterioso recoge las cenizas de Drácula y las guarda en un pequeño tubo de cristal. Cien años después, en 1972, un descendiente de aquel joven que recogió los restos del conde, llamado Johnny Alucard (Christopher Neame), convence a su grupo de amigos hippies para realizar un rito satánico. Al caer la noche se reunen en una vieja iglesia abandonada, en donde pretenden llevar a cabo dicho rito. Finalmente, y gracias a las cenizas que los antepasados de Alucard habían conservado a lo largo de distintas generaciones, Drácula resucita con la intención de vengarse de los descendientes de su archienemigo, en especial de la nieta de éste, Jessica Van Helsing (Stephanie Beacham).



Comentario:

A principios de los años 70, y a raíz del éxito internacional que estaban teniendo las producciones de terror estadounidenses, italianas y españolas, la productora británica Hammer se dio cuenta de que el tono y el estilo de sus films se estaba quedando realmente anticuado, y que sus películas de terror parecían fábulas en comparación a otros films como, por ejemplo, "La noche de los muertos vivientes" (1968, George A. Romero).

En 1972, y tras una serie de películas de relativo éxito en las que se hacía un uso explícito de la violencia y el sexo, los ejecutivos de la Hammer decidieron reiniciar, una vez más, la saga del conde Drácula y hacer que éste renaciera en la actualidad o, mejor dicho, en la actualidad de aquel entonces, en el Londres de principios de los 70. De esta forma surge "Dracula A.D. 1972". Aquí, en España, fue bautizada con el título de "Drácula 73". Se entiende que fue titulada así porque se estrenó un año después.

La cinta comienza con un prólogo en el que se nos deja muy claro que estamos ante un nuevo reinicio de la saga. Además, en dicho prólogo vemos a los actores más queridos de la compañía y, para qué negarlo, del género de terror: Peter Cushing, quien aquí volvía a interpretar al mejor cazavampiros de la historia, y Christopher Lee, haciendo de Drácula por sexta vez dentro de los estudios Hammer. Tenemos un frenético combate entre ambos que termina con la muerte de los dos. Tras esto, asistimos al entierro de Van Helsing y, de repente, dicha escena se encadena inteligentemente con otra en la que vemos un avión surcando el cielo. Es en ese momento cuando nos damos cuenta de que la historia ha dado un salto temporal de nada más y nada menos que cien años.

Tras ver durante los créditos de apertura distintas calles y carreteras del Londres de 1972, asistimos a la famosa escena de la fiesta, en la cual vemos a hippies bailando como locos en medio de gente mayor de la alta sociedad inglesa (no me preguntéis qué hacían hippies bailando entre ancianos pulcros y refinados, no lo sé). Dicha escena, totalmente gratuita, dura demasiado, y parece ser que la intención por parte de los productores era promocionar al desconocido grupo musical Stoneground, quienes tocan no una, sino dos canciones seguidas.

Lo que más me llama la atención de esta película es el grupo de hippies protagonista. En "Dracula A.D. 1972" los integrantes de ese movimiento contracultural tan popular a finales de los 60 son retratados como en otros títulos exploitation de aquella época. O sea, de tal forma que más que hippies amantes de la paz y del amor libre, parecen la "Familia" de Charles Manson. Y es que cuando uno ve en una película a un grupo de hippies haciendo cosas como realizar un rito satánico, se da cuenta de que algo falla...

Uno de los integrantes del mencionado grupo de hippies es Jessica Van Helsing, quien, aparte de admitir que es virgen y que no consume drogas (menuda hippie), es el interés femenino de Drácula en esta ocasión. Su apellido deja bien claro que es descendiente de Lawrence Van Helsing. Tanto Lawerence como su nieto, Lorrimar Van Helsing, estuvieron interpretados por Peter Cushing, quien lucía hasta el mismo peinado en ambas encarnaciones. Lo mismo pasa con Johnny Alucard, joven descendiente de uno de los súbditos del conde, que luce igual que su antepasado de hace cien años.

Alucard está interesado en revivir a su amo y señor, lo cual lleva a cabo en una secuencia que recuerda a la resurrección de Drácula de "El poder de la sangre de Drácula" (1970, Peter Sasdy). Como en aquella película, aquí también tenemos un cóctel de lo más bizarro preparado con sangre y las cenizas del conde (sólo que aquí, si mal no recuerdo, nadie se lo bebe). Básicamente, la premisa de la historia es realmente parecida a la de "El poder de las sangre de Drácula", sólo que en vez de tener lugar en el Londres de la época victoriana, se desarrolla en los años 70.

Aunque la idea de mezclar a un grupo de hippies satánicos con Drácula suene a chiste, el film se toma muy en serio a sí mismo, lo cual hace que el resultado final sea aún más, si cabe, irrisorio. En ningún momento vemos a Drácula paseándose fuera de la iglesia en la que resucita, ni yéndose de copas a una discoteca de música disco, ni nada de eso... Eso es algo que veríamos con posterioridad, a partir de los años 80 y 90, en films protagonizados por vampiros modernos, de entre los cuales Johnny Alucard es un claro antecedente.

Desde finales de los 60, Christopher Lee estaba cansado del personaje de Drácula, y aquí, al igual que en "Las cicatrices de Drácula" (1970, Roy Ward Baker), se limita a actuar con el piloto automático puesto. Por el contrario, Peter Cushing le pone bastantes ganas a su personaje y, también, se nota cierto esfuerzo por su parte en hacer que su actuación resulte creíble, por muy ridículamente obvias que sean sus deducciones detectivescas (tan sólo hay que ver el momento en el que adivina, para su sorpresa, que el nombre de "Alucard" es el de "Drácula" escrito al revés).

Los mejores momentos de la cinta son la pelea del principio sobre el carromato, el rito satánico en la iglesia abandonada y, por supuesto, el final, en el que vemos un nuevo combate entre Van Helsing y Christopher Lee que recuerda a su primer duelo en la ya lejana "Drácula" (1958, Terence Fisher). Lo único malo de esta escena es la música funk que suena de fondo. Durante gran parte del metraje escuchamos trompetas y música funk de forma casi constante, lo cual a veces queda bien, no lo voy a negar; pero otras veces... como que sobra. Podríamos afirmar, sin problemas, que la atmósfera que se crea es muy funk y muy setentera. Tan setentera, tan del momento, que por eso este film ha envejecido peor que las entregas anteriores.

Objetivamente hablando, sobra decir que no estamos ante una obra maestra del subgénero de vampiros, ni muchísimo menos, sino tan sólo ante un film pasable, hecho como puro divertimento pop con un enorme toque setentero.

De todas formas, si uno no compara "Dracula A.D. 1972" con anteriores entregas hammerianas del conde transilvano y no le presta atención a los (numerosos) defectos e incongruencias de la cinta, no tardará en darse cuenta de que está ante una producción realmente divertida. Y es que para disfrutar de verdad con su visionado hay que mentalizarse ante lo que uno va a ver antes de comenzar a verla. O sea, en resumidas cuentas: Drácula, los 70 en su máximo esplendor y el flower power. Tal cual. Todo mezclado.

En fin, a mí "Dracula A.D. 1972" me divertió muchísimo. Es de esas películas que me encantan simplemente por lo divertidas que son, aunque en realidad sean cutres y delirantes. De ahí que le haya encasquetado un ocho sobre diez en mi valoración personal, ya que mi sistema de puntuación se basa, más que nada, en lo que me haya divertido la película que comento.

De lo que no hay ninguna duda es de que estamos ante una película básica para comprender la evolución de la Hammer como productora de cine de terror.

Para terminar, os dejo con un video de lo más raro y, dicho sea de paso, interesante. Toda una joya:



Imágenes:




























3 comentarios:

Raúl Calvo dijo...

Esta peli es realmente desastrosa, y eso que a mí me gusta el rollo setentero en el cine. Lee comentó más tarde en una entrevista (creo que en la Fangoria) que por suerte en esta peli todas sus escenas eran entre escenarios góticos. No creo que tampoco sirvieran de mucho.

El Tipo de la Brocha dijo...

Peter Cushing se lo tomó más en serio que Lee, que, como dices, estaba cansado de Drácula; pero se le nota más cascado que a su amigo.

Me encantan el póster del final y ese Drácula chuloputas.

Mustangcillo dijo...

@Raül: ya, lo sé. Eso forma parte del encanto de esta peli XD... La verdad es que hubiera sido curioso haber visto a Drácula yéndose de copas y demás. Es lo único que le falta a esta peli para ser "perfecta".

@El Tipo de la Brocha: totalmente de acuerdo, jeje. Pues espérate a verle en la que tengo pensado comentar mañana, la cual lleva un título de agárrate y no te menees.

Lógico que te gusten. Drácula es sexy e irresistible.