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sábado, 23 de junio de 2012

Operazione paura




Valoración personal: 10/10.

Ficha técnica:

Título: Operazione paura

Título original: Operazione paura

Año: 1966

Duración: 85 min.

País: Italia

Director: Mario Bava

Guión: Romano Migliorini, Roberto Natale, Mario Bava (Historia: Romano Migliorini, Roberto Natale)

Música: Carlo Rustichelli

Fotografía: Antonio Rinaldi, Mario Bava

Reparto: Giacomo Rossi-Stuart, Erika Blanc, Max Lawrence, Fabienne Dali, Piero Lulli, Giovanna Galletti, Giuseppe Addobbati, Franca Dominici

Productora: FUL Films

Género: Terror. Intriga. Fantasmas.

¿De qué va?:

La historia tiene lugar en un pequeño pueblo centroeuropeo, a finales del siglo XIX. Paul Eswai (Giacomo Rossi-Stuart) es un médico forense cuyos servicios han sido reclamados en dicho lugar, ya que una joven pueblerina ha muerto en condiciones misteriosas. Inexplicablemente, los vecinos de la comunidad actúan como si tuvieran miedo de las consecuencias de la autopsia del cadáver. Paul, al igual que el policía que investiga el caso, también de fuera, no comprende ese comportamiento, y ambos se hallan desconcertados. Al realizar la autopsia, descubren que en el corazón del cadáver ha sido despositada una moneda de plata. Poco después, se irán produciendo más muertes en el pueblo. Todo apunta a que esas muertes tienen algo que ver con un trágico suceso acontecido unos cuantos años atrás y, también, con la presencia de un vengativo fantasma.



Comentario:

Tras comentar todas las películas de terror dirigidas por Mario Bava durante la primera mitad de los años 60, hoy hablaré de la película que más me gusta de toda su filmografía: "Operazione paura". Como ya habréis visto en este ciclo de cine de terror, el maestro del terror italiano ya había realizado unas cuantas producciones de terror gótico de indudable calidad antes de la presente película. Ya hablé de las maravillas de "La máscara del demonio" (1960, Mario Bava) y de "Las tres caras del miedo" (1963, Mario Bava), así que llegó la hora de hablar de las maravillas de "Operazione paura", que no son pocas...

Estamos ante una historia sobre fantasmas que comienza con un extranjero, en este caso un hombre de ciencia cuyo oficio es el de médico forense, que llega en carromato a un pequeño pueblo apartado de las grandes urbes. Nada más llegar, el cochero quiere abandonar rápidamente el lugar, y el joven protagonista es recibido fríamente por una población de carácter supersticioso que parece vivir atemorizada ante algo. Sin duda, este comienzo es muy parecido al de muchos films de la productora Hammer, lo cual es una buena prueba de la influencia a nivel internacional que estaba ejerciendo por aquel entonces la compañía británica en las producciones del género.

La historia, aunque hacia el final se acabe tornando en predecible, está llena de intriga y misterio, y, por ende, consigue mantener el interés del espectador. En ella se dan cita numerosos elementos fantásticos propios del terror gótico; fantasmas, maldiciones, médiums, conjuros, casas encantadas, familias malditas...

Como en todo film de Bava, la ambientación es más que notable, el uso del color inigualable y la atmósfera digna de elogio. La banda sonora me encantó. A pesar de no ser una maravilla, cuenta con unos temas simples y tétricos que encajan perfectamente con lo que estamos viendo en pantalla y, además, ayudan a enrarecer la atmósfera, ya de por sí malsana.

Los escenarios son impresionantes. Aún no sé cuáles eran localizaciones reales y cuáles eran sets construidos en un estudio de rodaje. Las casas del pueblo están en estado ruinoso, decadente, al igual que las almas de todos los que las habitan. Las calles son estrechas, laberínticas y oscuras, y al verlas uno tiene la sensación de que algo terrible va a surgir de entre las sombras.

De todas formas, si hay un escenario que me encantó, aparte de las calles del pueblo, ese es el castillo de la baronesa Graps, el cual, por su decoración, con esas muñecas de porcelana adornando las estancias, me recordó al apartamento que salía en "La Goccia d'Aqua", el tercer y mejor capítulo de "Las tres caras del miedo".

Es en el interior de dicho castillo donde Mario Bava demuestra su gran dominio con la cámara. Prueba de ello son sus típicos travellings o las distintas escenas en las que vemos a diferentes personajes subiendo (o bajando) por una escalera de caracol, en donde Bava consigue un efecto óptico hipnotizador, haciendo que el espectador tenga la sensación de que el ascenso o descenso a través de esa escalera en espiral parezca no tener fin. Otra escena igualmente reseñable en el interior del castillo es aquella en la que Paul atraviesa una y otra vez el mismo cuarto, como atrapado en un bucle temporal, persiguiendo a alguien que, finalmente, resultará ser él mismo. Una escena totalmente surrealista y sorprendente, sin duda.

Las actuaciones no son magistrales, pero cumplen de sobra con su cometido. Destacaría, junto a la actuación de Giacomo Rossi-Stuart como el protagonista de la historia, a la actriz Fabienne Dali. Esta mujer de cabellos morenos, aparte de tener un aire a lo Barbara Steele, da vida a la sacerdotisa del pueblo, encargada de dar paz a las almas de las víctimas del fantasma vengador introduciéndoles una moneda de plata en el corazón.

El fantasma en cuestión es una niña pequeña, llamada Melissa Graps, quien, en realidad, estuvo interpretada por un niño. Curioso, ¿verdad? Esta pequeña de apariencia inocente, que tiene pinta de no haber roto un plato en su vida, es en realidad un ser sobrenatural de gran maldad y frialdad, capaz de controlar mentalmente a las personas a las que ha elegido como víctimas, haciendo que sus propios cuerpos les traicionen y se acaben suicidando en contra de su voluntad.

Este tipo de fantasma de apariencia adorable y, al mismo tiempo, perturbadora sirvió de base para la creación de futuros fantasmas de apariencia similar e incluso más perturbadora, como, por ejemplo, las gemelas de "El resplandor" (1980, Stanley Kubrick) o numerosos fantasmas de origen japonés, véase el niño de "La maldición" (2002, Takashi Shimizu).

La puesta en escena de Melissa resulta inquietante, así como el simple hecho de escuchar su risa infantil; pero lo que realmente me perturbó fueron esos momentos en los que aparece una pelota blanca botando como señal de su llegada, aproximándose a lo que posiblemente sea su próxima víctima. Este tipo de escena se volvería a ver en películas posteriores, claramente influenciadas por esta joya de Bava, como "Al final de la escalera" (1980, Peter Medak).

En fin, "Operazione paura" es una obra maestra. En mi opinión, es el punto álgido de Mario Bava en su carrera como realizador y, también, como encargado de fotografía. Contemplar esta cinta es contemplar puro arte cinematográfico. Es una película tan entretenida como intrigante e inquietante. Además, algunas escenas me dieron bastante mal rollo, lo cual se agradece a la hora de ver un film de terror clásico.

Estamos, pues, ante una producción con la que Bava demostraba, una vez más, ser todo un maestro del cine de terror; un auténtico artesano del género que no tenía nada que envidiar de sus contrapartidas inglesas y estadounidenses.

Imágenes:


























1 comentario:

Javier Simpson dijo...

Me gusta que de mal rollo. Creo que puedo con casi todo en ese sentido. No sé si he visto algo de Bava, creo que no. A ver si consigo algo y me pongo a ello.

Un saludo, Roy.

PD¨la mujer de la foto 9 no está nada mal, y las fotos de las escaleras en forma de caracol parecen sacadas de Vértigo.