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sábado, 25 de febrero de 2012

La mujer y el monstruo




La Universal sorprendió en 1954 a la hora de crear al que muchos consideran su último monstruo clásico, el cual se unió a la galería de personajes fantásticos creados a lo largo de los años 30; galería de la que forman parte personajes conocidos por todo el mundo como el ser creado por el Dr. Frankenstein, Drácula, el hombre invisible, la momia, etc...

Dirigida por Jack Arnold y estrenada un año después de su primera incursión cinematográfica en la Universal, "Creature from the Black Lagoon" (título original, con el que me referiré a ella, pues odio la traducción que se le dió en España) fue la apuesta por parte de los estudios de devolver a la vida a un género al que creían más que perdido después de su degeneración más absoluta y posterior autoparodia durante los años 40. Recordemos: a principios de los años 30, bajo el mandato de Carl Laemmle Jr., esta compañía estuvo al cargo de exitosas superproducciones de terror de gran calidad, protagonizadas por monstruos clásicos como los anteriormente mencionados Frankenstein, Drácula, la momia...


Pero, tras el cambio de dirección a finales de aquella década, las secuelas de dichas películas comenzaron a ser rodadas con un bajo presupuesto, ofreciendo con cada nueva continuación una película peor que la anterior. Lo mismo sucedía en la RKO, en donde se rodaban películas de terror con pocos medios (pero con unos resultados muchos mejores que en la Universal). Fue desde los años 40 hasta bien entrados los 70 cuando el cine fantástico, sobre todo el del género que nos ocupa, estuvo intrínsecamente relacionado con la serie B, con la carencia de medios. De todas formas, esa carencia de medios aumentó en muchos directores la creatividad; una creatividad que suplió sin problemas los bajos presupuestos.

A principios de los años 50, tras el éxito de films como "Ultimátum a la Tierra" o "El enigma... ¡de otro mundo!", los grandes estudios se percataron de que quizás podrían aprovecharse de la ciencia ficción, renovando, así, el género fantástico; mezclando conceptos del cine de terror con los de ciencia ficción. De esta forma, surgieron películas con un trasfondo moral en las que ocurrían cosas que, en relación con el pensamiento social de la época, sumada a la paranoia estadounidense de la Guerra Fría, hacían que los espectadores pensaran que podían suceder en la realidad. La Universal recurrió al director Jack Arnold, uno de los grandes del cine fantástico de los años 50 y, dicho sea de paso, del cine en general. Películas como su obra maestra, "El increíble hombre menguante", así lo prueban. Su primer éxito para la compañía fue en 1953, con "Vinieron del espacio". Dos años después, le llegó el turno a "Tarántula", la cual estuvo arropada por el reciente éxito de "La humanidad en peligro". Entre ambas producciones, en 1954 y 1955, Jack Arnold dirigió "Creature from the Black Lagoon" y su secuela, "Revenge of the Creature", esta última fruto del éxito de la primera parte.


Ficha técnica:

Título: La mujer y el monstruo

Título original: Creature from the Black Lagoon

Año: 1954

Duración: 79 min.

País: Estados Unidos

Director: Jack Arnold

Guión: Harry Essex & Arthur A. Ross

Música: Joseph Gershenson

Fotografía: William Snyder (B&W)

Reparto: Richard Carlson, Julia Adams, Richard Denning, Antonio Moreno, Whit Bissell, Nestor Paiva, Ricou Browning

Productora: Universal Pictures

Género: Ciencia ficción. Terror. Aventuras. / Monstruos. Serie B. 3-D.


La historia comienza en el interior de la selva del Amazonas, en donde una expedición comandada por el Dr. Carl Maia (Antonio Moreno) da con un brazo fosilizado de una extraña criatura prehistórica, totalmente desconocida. Posteriormente, acompañado por un grupo de científicos, de entre los que destacan la señorita Kay Lawrence (Julie Adams), David Reed (Richard Carlos) y Mark Williams (Richard Denning), vuelve al campamento para descubrir que dos de sus ayudantes han sido brutalmente asesinados en su ausencia la noche anterior, además de que el fósil que encontraron ha desaparecido. Finalmente, se embarcan hacia la desembocadura del río en donde fue hallado el fósil: una oscura laguna, en donde esperan hallar más partes fosilizadas. Allí, descubren la existencia de un misterioso ser mitad humano mitad anfibio, con rasgos de reptil que, desgraciadamente, acabará enfrentándose a ellos.


El argumento, como habréis podido comprobar, no es nada del otro mundo. Es una historia que parte de una premisa sencilla, que trata sobre una criatura solitaria que, al ser diferente, es atacada por aquellos que rechazan con cierto temor e inseguridad todo lo que sea, desde su punto de vista, extraño. Una de las cosas que más me gustan de Jack Arnold es esa capacidad que tiene para dotar a sus films de múltiples lecturas, haciendo que el espectador reflexione ante lo que ve.

En ningún momento se nos da a entender que la criatura sea un ser malvado por naturaleza, a pesar de que ésta se líe a atacar a humanos. La criatura, como la llamaré de ahora en adelante, es, al igual que otros monstruos de la Universal, como el monstruo de Frankenstein y el hombre lobo, una criatura trágica. Los seres humanos, que tantos estragos causan en el medio ambiente, han llegado a su hogar, a su laguna, la cual se halla perdida en medio de la inmensa selva del Amazonas; selva cuyos recursos son explotados, para bien o para mal, por el hombre. La criatura, sintiéndose en peligro, decide comenzar atacando a dos humanos que se encontraban descansando en una tienda de campaña para luego, al día siguiente, comenzar a defenderse de los otros que entran en su territorio y, a la vez, hogar durante siglos y siglos. La relación entre ambas especies no mejora cuando uno de los dos humanos de los que se adentran en la laguna la ataca con un arpón.


La película tiene su más clara inspiración en "King Kong" y en "La bella y la bestia", aunque, en mi opinión, la temática del film, así como la forma en la que se desarrollan los hechos (por no mencionar la exótica ambientación), hace que éste sea más parecido a la superproducción del gran gorila. La criatura de la laguna negra ha vivido en solitario en ese lugar durante milenios y, al ser el último y, por lo tanto, el único de su especie, se siente solo. Una soledad que le destroza por dentro; una soledad por la que, quizás, se muestra tan agresivo, al mismo tiempo que ansía una relación con una hembra semejante a las de su especie; especie a un pequeño paso de la extinción.

Nada más ver a Kay con su bañador blanco, viendo como ésta se mueve bajo las oscuras aguas, la criatura se siente, irremediablemente, atraída hacia ella. Al igual que sucedía en "King Kong", la muchacha reacciona ante la presencia del monstruo gritando presa del pánico, y sus sobreprotectores acompañantes masculinos, en especial dos de ellos, se lanzan a atacar al monstruo, quien se toma ese ataque como algo personal, llegando a encerrarles en su territorio para, así, darles caza. De esta forma, los papeles se invierten. A los humanos no les quedará otra que frenar a la criatura para salir indemnes de allí.


La ambientación, como he señalado (entre paréntesis) más arriba, es muy similar a la de "King Kong". Tenemos como escenario una selva, la selva del Amazonas, un lugar que, como bien dirá uno de los personajes, parece estar anclado en la prehistoria, como pronto descubrirá, literalmente hablando. El hecho de que la situación se desarrolle en la selva y de que el grupo de personajes se halle encerrado en la laguna de la criatura, hace que se cree una atmósfera de terror que, en su día, debió de ser bastante efectiva. Al fin y al cabo, la selva no es una gran ciudad, no pueden pedir ayuda a nadie, y allí, en medio del Amazonas, la única ley que existe es la de la selva. Es ellos contra la criatura, sin más.

Así mismo, las tomas submarinas, rodadas por James C. Havens, están muy bien hechas. Quizás el principal defecto del film esté en esas escenas, y no porque estén mal rodadas, en absoluto, sino porque, en mi opinión, se alargan demasiado. Pero claro, teniendo en cuenta que en los años 50 pocos espectadores habían visto documentales sobre el fondo del mar, pues...

Centrándome en las escenas subacuáticas, destacaría aquella en la que Kay bucea, sin que ella lo sepa, a ojos de la criatura. Una peculiar danza submarina que estuvo rodada de tal forma que, por momentos, y debido sobre todo al color del bañador y a la iluminación empleada, da la sensación de que la muchacha sale desnuda (igual el éxito del film fue debido a esta escena, a raíz del boca a boca de quienes fueron a verla, quienes, al igual, decían que salía una chica que, aunque vestía un bañador, parecía estar desnuda, etc... Esta escena no estuvo exenta de polémica, y es que, a fin de cuentas, estamos hablando de los años 50 y su reprimida sociedad, la cual pronto dejaría de estarlo en los 60).

También caben resaltar aquellas otras escenas en las que los humanos bucean en busca de la criatura, transmitiendo al espectador (de los años 50) una sensación de incomodidad, haciendo que éste se sienta como si la criatura fuera a aparecer de un momento a otro... Como suelo decir, el terror es algo que no se ve, algo que no tiene forma, y el miedo a las oscuras profundidades acuáticas es, en muchos casos, uno de los mayores terrores que existen. Y es que, ¿quién sabe que es lo que acecha ahí al fondo, en un territorio que no es nuestro hábitat natural, tan desconocido para nosotros? Futuros directores de cine como Steven Spielberg tuvieron esto en cuenta, y muchas escenas de las que vemos en "Creature from the Black Lagoon" fueron mejoradas sobremanera, veinte años después, en "Tiburón", film al que podríamos considerar su más claro descendiente cinematográfico. Y no sólo las escenas de ambos films son parecidas, la música también lo es, aunque las partituras de "Creature from the Black Lagoon" no son tan estridentes, efectivas e inquietantes como las del mencionado film de Spielberg. Así mismo, el hecho de que la criatura no se mostrara de cuerpo entero desde el principio también ayudaba a enriquecer el componente terrorífico (componente que, repito, a día de hoy no da miedo en absoluto, a no ser que uno se asuste de forma exageradamente fácil).


Los personajes están bastante bien caracterizados. Tenemos al simpático Dr. Maia, quien descubre el fósil de un antiguo ser de la misma especie que la prehistórica criatura, y también al dúo masculino que le acompañan en su expedición; David Reed y Mark Williams. En un principio, estos dos últimos colaboran sin problemas, aunque la tensión se palpa en el ambiente, ya que sienten algo especial por la única chica del grupo, Kay Lawrence. Siempre me pareció curioso el cuarteto amoroso que se formaba entre los dos humanos, la criatura y la mujer. La verdad es que, viendo el comportamiento de cada uno de ellos, uno se pregunta quién es realmente la criatura. De lo que no me cabe ninguna duda es de que ambos actúan como si Kay fuese una inútil, como si fuera una chica que, a pesar de sus estudios y conocimientos, no es capaz de hacer nada más que ponerse a gritar paralizada de terror, como si los hombres tuviesen que hacer todo por ella. Sí, en efecto, "Creature from the Black Lagoon", vista a día de hoy, sería considerada una película excesivamente machista, pero por entonces este comportamiento por parte de una mujer en una película no estaba tan mal visto. El principal problema entre los acompañantes de la joven surge cuando David piensa que es mejor capturar a la criatura y estudiarla, y Mark, por el contrario, piensa que es mejor matarla para que así puedan continuar viviendo sin problemas. Finalmente, uno la ataca por la ciencia; el otro, anteponiendo su supervivencia a la ciencia.


Y si hablo de los personajes del film, no me puedo olvidar de la criatura en sí, diseñada cuidadosa y detalladamente por Bud Westmore y Jack Keven, e interpretada por dos actores; el campeón olímpico Ricou Browning en las escenas submarinas y Ben Chapman en las escenas en las que salía caminando por la superficie (curiosamente, al igual que le sucedió a Boris Karloff en "El Doctor Frankenstein", ninguno de los dos figuró en los créditos como el monstruo). Este ser, a diferencia de otros monstruos del repertorio de la Universal, no tiene ningún origen literario. Su creación fue un tanto curiosa, pues se dice que la idea surgió cuando el productor William Alland, de la Universal, coincidió con el director de fotografía Gabriel Figueroa durante el rodaje de la mítica "Ciudadano Kane". Figueroa le habló de una raza de hombres peces que se ocultaba en el Amazonas y, enseguida, a Alland le pareció un concepto interesante para incluir en una de sus producciones. Años después, el proyecto fue gestándose hasta caer bajo la dirección de Arnold, y el resto es historia.


La criatura contó con un diseño rico en detalles; las membranas que se movían, la aleta dorsal y su forma de mover la boca para respirar, eran algunos de los elementos que dotaban a este monstruo de una apariencia más realista que la de anteriores monstruos de la Universal. Hoy en día, dicho realismo se ha perdido con el paso de los años; pero, aún así, sigue siendo, mínimamente, efectivo. La verdad es que me pregunto cómo se sentirían los espectadores de los años 50 cuando esta criatura se acercaba a la pantalla, más si se tiene en cuenta que esta fue una de esas producciones pertenecientes a aquella breve oleada de películas en 3D a principios de los 50, oleada a la que también perteneció otro clásico aquí reseñado. Es una lástima que ninguna edición en DVD haya incorporado lo del 3D. Se dice que una añeja edición en VHS sí que lo contenía, pero, por sus años, hoy en día es imposible de encontrar.


En fin, poco más tengo que decir sobre esta, en mi opinión, más que notable película, ya que cuenta con muchos elementos que a mí me gustan; un film que, al igual que "King Kong", mezcla aventuras, terror, amor y la historia de un ser incomprendido, de un monstruo, que intenta sobrevivir y reproducirse para no extinguirse, pero al que los humanos ven como un ser al que hay que cazar, independientemente del objetivo final de esta cacería. El éxito del film hizo posible no solamente una secuela, si no dos: tras "Revenge of the creature" llegó, en el año 1956, "The Creature Walks Among Us", la tercera parte y, dicho sea de paso, la peor de las tres. Y es que, a fin de cuentas, no hay nada como la primera parte.

"Ilustración realizada por Arthur Adams a principios de los 90 que retrata fielmente a los personajes del film"

En conclusión, todo un clásico del cine de terror, que cuenta con una historia no exenta de aventuras en la jungla, machismo de la época (esto no tiene porque ser bueno, ojo) y, por encima de todo, con uno de los monstruos más carismáticos del repertorio clásico de la Universal, que nada tiene que envidiar a los demás.

Valoración personal: 9/10.

6 comentarios:

El Tipo de la Brocha dijo...

Me quedo con Julie Adams y las escenas submarinas, pese a su lentitud.

El aspecto de la criatura en The Monster Squad mantiene lo mejor del original, a la vez que lo actualiza. Échale un vistazo, si no conoces la película.

Javier Simpson dijo...

Hace mucho que la vi. En la memoria me quedó que el ser acuático es un monstruo más por su exterior que por su interior. En ese sentido sí que tiene semejanzas con Frankenstein. Ataca cuando se siente amenazado. Con La bella y la bestia y King Kong también, por motivos obvios que aclaras muy bien. Y muy acertada también la comparación con Tiburón, una peli contemporánea de La mujer y el monstruo.

Estupenda entrada, Roy. Un saludo.

Raúl Calvo dijo...

Me lo imagino o ¿no habíamos hablado ya de esta peli en tu blog? Recuerdo hablar de las tres pelis de la Criatura por aquí. En todo caso, una de mis favoritas (ya te lo puedes imaginar por el nombre de mi blog :D) ¿Tratarás sólo la primera o comentarás las otras dos en profundidad también, aparte de mencionarlas al final del post? Porque vistas seguidas ofrecen un interesante arco en cuanto a la humanización de la Criatura, más allá de la calidad intrínseca de los films.

Mustangcillo dijo...

@El Tipo de la Brocha: la película que mencionas es realmente entretenida. De hecho, me gusta incluso más que "Los Goonies", y mira que ya es decir.

@Javier Simpson: bueno, más que peli contemporánea de "La mujer y el monstruo", digamos que "Tiburón", de Spielberg, toma elementos que Arnold ya empleó aquí jeje.

@Raül: recuerdas bien, jeje. Hace un tiempo, en los comentarios, hablamos muy por encima de estas películas, y yo te contesté diciéndote que tenía intención de hablar de la primera de la trilogía. En cuanto a las otras dos... Quizás hable de ellas cuando ya haya hablado de todas las películas de terror de los años 50 que tengo en mente, como ya hice con las secuelas de "Drácula" y "El Doctor Frankenstein" cuando hablé de todas las que quise de los años 30. Quizás, ya veré jeje. Para entonces, aún quedan unos pocos meses. Unos dos o tres, apróx., si no me surge ningún imprevisto (o la vagancia no se apodera de mí).

Einer dijo...

Bueno, creo que ya sabes que esta película me gusta mucho.

Hay un par de cosas que comentas que me han gustado especialmente. Primero, lo de que es una criatura trágica como el hombre lobo. Esto me ha gustado porque siempre he pensado que el hombre lobo de Lon Chaney Jr. era una historia verdaderamente trágica, ya que Lon Chaney estaba profundamente atormentado por los crímenes que cometía sin poder evitarlo y en el caso de la criatura (también detesto el título español, por cierto) es también una historia trágica por la invasión de su hábitat que le empuja en cierto modo a cometer los asesinatos.

Lo otro que me ha gustado es lo que comentas de que Arnold dota a sus películas de múltiples lecturas porque es verdad, es que este tío consigue que uno se pare a reflexionar sobre lo que ha visto.

Otro post completísimo, como siempre.

Un saludo.

Mustangcillo dijo...

Gracias por tu comentario, Einer. Has sido muy agudo en lo de el hombre lobo, ya que es algo que no me paré a explicar (por no extenderme aún más).

La verdad es que las películas de Jack Arnold tienen ese encanto. No es sólo el monstruo o el alien de turno dándose un paseo y a ver qué pasa.

Dirás que este post es completo, pero tu comentario tampoco se queda nada atrás, jeje. Muchas gracias.