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jueves, 2 de febrero de 2012

Al morir la noche


Esta maravilla de la productora británica Ealing, rodada con un presupuesto bastante ajustado de posguerra, estuvo dirigida por nada más y nada menos que cuatro directores. Cuatro directores que presentaron en ella cinco historias encuadradas en un único contexto y todas ellas con una temática similar que trataba sobre espíritus o, mejor dicho, sobre sucesos sobrenaturales. Hoy en día, "Al morir la noche" es considerada una de esas películas clave dentro del género de terror. Al fin y al cabo, estamos ante la primera producción que ofrecía, dentro de su historia principal, varios capítulos; capítulos autoconclusivos, con un principio, un nudo y un desenlace. Futuros films, también de Reino Unido, como los que produciría la productora Amicus décadas más tarde, tomarían esta estructura. Incluso directores bastante famosos y reconocidos hoy en día como George A. Romero usarían esta fórmula, prueba de ello el film de los 80 dirigido por este director titulado "Creepshow" (bastante famoso, por cierto).

Eran otros tiempos... La II Guerra Mundial acababa de finalizar, y los televisores aún tardarían una década más en comenzar a propagarse a lo largo de todos los hogares. En esa época, muchas personas no concebían el formato de episodios autoconclusivos en un solo largometraje, por lo que "Al morir la noche" resultó ser, aparte de una auténtica precursora en este tipo de cine, innovadora como ella sola.

Este formato, el de formar un todo por medio de capítulos autoconclusivos, fue del que se sirvió la serie de TV "The Twilight Zone", una serie de sci-fi y fantasía que hoy en día es considerada de culto (de hecho, las historias de esta serie le deben mucho a esta película, sobre todo por el tono mezcla de misterio y lo sobrenatural que imperaba en ella). Otras series, más contemporáneas, como "Tales from the Crypt" o "Pesadillas", seguirían la larga y, de momento, interminable estela iniciada por "Al morir la noche". Así mismo, durante los años 50, los comics americanos de terror de la editorial EC, entre otras, tomaron esta fórmula de ofrecer distintas historias en un solo cómic (erróneamente, muchos piensan que estas series y películas tuvieron toda su inspiración en aquellos comics prohibidos en EEUU durante los 50).

Sin duda, esta película, fruto de cuatro mentes conjuntas, ha tenido una larga y clara influencia a lo largo de las décadas. Sin embargo, la gran fama de las posteriores producciones que tomaban esta estructura, al contar con un mayor presupuesto y, en general, mejores condiciones a la hora de ser rodadas, han hecho que "Al morir la noche" sea, inmerecidamente, olvidada por una gran parte del público.

A continuación, hablo de cada una de las historias que componen esta película de episodios.


Ficha técnica:

Título: Al morir la noche

Título original: Dead of night

Año: 1945

Duración: 102 min.

País: Reino Unido

Director: Alberto Cavalcanti, Charles Crichton, Basil Dearden, Robert Hamer

Guión: John V. Baines, Angus McPhail (Historias: E. F. Benson, H. G. Wells, Angus MacPhail, John Baines)

Música: Georges Auric

Fotografía: Jack Parker, Stanley Pavey, Douglas Slocombe (B&W)

Reparto: Michael Redgrave, Googie Withers, Mervyn Johns, Roland Culver, Mary Merrall, Anthony Baird, Sally Ann Howes, Robert Wyndham, Judy Kelly, Miles Malleson, Ralph Michael, Basil Radford, Naunton Wayne, Peggy Bryan, Allan Jeayes, Elisabeth Welch

Productora: Ealing

Género: Terror. Intriga. / Sobrenatural. Película de episodios.


La historia comienza de forma simple: un arquitecto, de nombre Walter Craig (Mervyn Johns), es invitado a pasar un fin de semana en una granja de la campiña del condado de Kent (en el Sur de Londres). Eliot Foley (Roland Culver), propietario del caserón de la granja, le dice que se relacione con el resto de invitados antes de ponerse a trabajar en la remodelación del lugar. La sorpresa de Craig no puede ser mayor cuando ve que todos los allí presentes son gente que nunca había visto en su vida, pero con la que ha soñado en sus sueños más perturbadores.

Craig, desconcertado, les dice que les conocía de haber soñado con ellos, pero que no se explica el porqué soñó con ellos si nunca antes les había visto. La gente allí reunida tampoco se lo explica, es más, le miran con cierta incredulidad, sobre todo el Dr. Van Straaten (Frederick Valk), quien da explicaciones lógicas a todo lo que Craig cuenta. Ya que lo que dice el nuevo invitado es extraño, los allí reunidos comienzan a contar historias que les sucedieron a ellos o a algún conocido; historias bastante surrealistas, pero ciertas o no, eso ya no se sabe...


Partiendo de ahí, las historias que comienzan a narrar los inquilinos del Sr. Foley son bien distintas entre sí, a pesar de tener en común el factor sobrenatural que las caracteriza. De las cinco historias que se cuentan a lo largo del film, tres de ellas son bastante cortas. La primera de ellas trata sobre un conductor de coches de carreras que sufre un accidente automovilístico y, en el hospital, viaja momentáneamente atrás en el tiempo para ver cómo en las afueras del edificio en donde se halla se encuentra un hombre con un ataúd preparado para él. Al volver al presente, y tras salir del hospital, se topa conque ese mismo hombre que vió al lado del ataúd es el conductor de un autobus que se dirige, inevitablemente, a un trágico destino... La segunda es la típica historia de fantasmas (y, personalmente, la que menos me gustó de todas). Narrada por la más joven del grupo, ésta nos cuenta cómo conoció a un niño que resultó ser un espíritu que vivía en una casa encantada.

Al mezclarse tantas historias, dirigidas por distintos directores, se nota la mezcla de géneros a lo largo del metraje. Terror, misterio, thriller psicológico, fantasía... Incluso comedia. Sí, una de las historias, protagonizada por dos tipos a los que les apasiona el golf, resulta ser muchísimo menos inquietante que el resto. En ella, los dos protagonistas deciden apostarse el amor de una chica que no se decide ni por el uno ni por el otro en un partido de golf. Por supuesto, uno de los dos pierde. El perdedor, nada más ser derrotado, se adentra en un lago cercano delante de su rival, ahogándose tranquilamente (un momento totalmente delirante y surrealista). Tras esto, su fantasma se presenta ante el hombre que le venció en vida, incapaz de volver al más allá porque no recuerda unos pasos mágicos que sirven de pasaporte al otro mundo. Sin duda, este episodio cuenta con un humor negro y, a la par, absurdo. O sea, el humor que a mí me gusta. De todas formas, por su tono cómico, se nota que fue metido con calzador en la historia. Se perdona su inclusión por su corta duración, gracias a la cual no llega a crispar.


Pero si por algo destaca "Al morir la noche" es por dos historias, las dos más largas en comparación al resto. Dos historias que, aunque muchos no lo sepan, influenciaron fuertemente al género de cara a futuras producciones. Para los que hayáis visto este film, sí, en efecto, me refiero a la historia del espejo maldito y a la del muñeco de ventrílocuo.

La del espejo, al igual que otros capítulos, contiene referencias a autores y obras populares (en este caso, a la novela "El retrato de Dorian Gray", de Oscar Wilde). Ésta nos narra la historia de una pareja que está a punto de casarse. La novia le regala a su futuro esposo un espejo que, para colmo de males, resulta estar maldito, enloqueciendo poco a poco a su nuevo dueño. Es una historia que, por su tono, llega a ser incluso perturbadora. Sin duda, este capítulo dirigido por Robert Hamer es el más oscuro e inquietante de todos, y sorprende que, aún a día de hoy, llegue a impactar al espectador, aunque sea mínimamente.


Tras esta historia en donde se elimina completa y momentáneamente el tono inocente y de película familiar que acompaña al film, se nos narra la historia cómica descrita unos párrafos más atrás. Y es en la última media hora de metraje cuando, gracias al director de origen brasileño Alberto Cavalcanti, que tiene a su representante ficticio en el Dr. Straaten, se nos narra la historia del mencionado muñeco de ventrílocuo. Una historia que, al principio, parece de risa, pero que poco a poco va adquiriendo un tono cada vez más oscuro. En ella tenemos un argumento que, a raíz de este film, ha sido imitado (u homenajeado, según se mire) en repetidas ocasiones durante décadas: la relación de un ventrílocuo con su muñeco, de nombre Hugo; muñeco que, supuestamente, está poseido por un espíritu maligno. ¿O no? Quién sabe, en ningún momento se nos dice si el muñeco tiene vida o si, por el contario, el ventrílocuo que lo maneja, de nombre Maxwell Frere (interpretado magistralmente por Michael Redgrave), usa al muñeco para dar rienda suelta a su otra personalidad; una personalidad propia de un psicópata.


Los lectores de Batman quizás conozcan a un personaje similar, el violento y sanguinario Scarface, manejado por su siempre silencioso, educado y tímido ventrílocuo. Así mismo, Hugo no ha sido el único muñeco de ventrílocuo con aires de muñeco asesino de la historia del cine, y si no, pregúntenle al actor Anthony Hopkins por su papel en "Magic", en los años 70. ¿Chucky? Tonterías, Hugo es mucho más perturbador y, sobre todo, interesante, simplemente porque en ningún momento sabemos, a ciencia cierta, si tiene vida o no.

":D"

Impresionante, perturbador e impactante son los adjetivos con los que describiría el final de este episodio; un final que tan pronto termina, apenas da respiro al espectador para el verdadero desenlace de todas las historias, una sucesión de escenas que encumbran a este film en la categoría de obra maestra, haciendo que no tengamos la sensación de que ningún capítulo de los que se nos han contado sobre. Un final que, dada su naturaleza, en cierta forma, me recordó a ese fantástico y curioso film protagonizado por Bill Murray en los 90, "Groundhog Day" (o "Atrapado en el tiempo", como se conoció aquí, en España).


"Al morir la noche" es de las películas favoritas de Martin Scorsese (uno de mis directores de cine favoritos) y, así mismo, ha sido alabada por prestigiosos directores como Buñuel; casi nada.

Una película que, a pesar de ser tan antigua, y de contener un excesivo uso de diálogos (su principal defecto), sigue conservándose fresca. El problema surge cuando la ve alguien que ya ha visto demasiadas películas que contienen distintos episodios, perdiendo, considerablemente, el mismo efecto que podría tener en alguien no acostumbrado a este tipo de largometrajes. Pero bueno, también las películas clásicas de terror no dan miedo hoy en día, y no por ello dejan de ser igual de buenas, ya que iban más allá del simple hecho de asustar u horrorizar al espectador. Y es que, muchos directores de cine de la actualidad parecen no saber una cosa, y es que, con el tiempo, sus producciones se quedarán antiguas, y sin la capacidad de asustar como principal baza, se quedarán en nada (y si no me creen, en una o varias décadas comparemos "Al morir la noche" con "Destino final 5", película con una temática, por momentos, similar a la de este clásico).

Ah, y por cierto, que ya se me olvidaba... la banda sonora, perfectamente acorde con lo que se nos narra, es del mismo compositor que compuso las partituras que suenan en "Rififi", de 1955. Además, la fotografía está al cargo de Douglas Slocombe, quien también se ocupó de lo mismo en "Indiana Jones y el templo maldito", casi cuarenta años después.

Valoración personal: 9/10.

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