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domingo, 8 de enero de 2012

Frankenstein y el Hombre Lobo




A lo largo de las décadas ha habido numerosas secuelas que, en un intento de recaudar más dinero ante la falta de ideas, unían los caminos de famosos monstruos del cine de terror. Unos cuantos ejemplos de ello: "Aliens vs. Predator", "Freddy vs. Jason", "King Kong vs. Godzilla"...

La Universal, compañía que a principios de los años 30 creó a multitud de monstruos que, hoy en día, forman parte del imaginario colectivo, decidió, ya en los años 40, juntar a sus dos creaciones más populares en un único film, titulado "Frankenstein y el Hombre Lobo" ("Frankenstein Meets the Wolf Man", en el original).

Estamos, pues, ante el primer ejemplo de crossover entre dos personajes cuyas películas originales pertenecían al género de terror (aunque hoy en día no den, en absoluto, miedo alguno). Y, como todas las posteriores películas en las que se daban cita distintos monstruos de distintas sagas, ésta ya fue concebida como un producto hecho únicamente con la intención de recaudar dinero en grandes cantidades, sin apenas un ápice de aprecio o respeto por los dos personajes que la protagonizaban.


Ficha técnica:

Título: Frankenstein y el Hombre Lobo

Título original: Frankenstein Meets the Wolf Man

Año: 1943

Duración: 74 min.

País: Estados Unidos

Director: Roy William Neill

Guión: Curt Siodmak

Música: Hans J. Salter

Fotografía: George Robinson (B&W)

Reparto: Ilona Massey, Bela Lugosi, Lionel Atwill, Patric Knowles, Maria Ouspenskaya, Dennis Hoey, Don Barclay, Lon Chaney Jr., Rex Evans

Productora: Universal Pictures

Género: Terror. Fantástico. / Monstruos. Hombres lobo.


Tras una de las mejores aperturas que se han hecho dentro del cine de monstruos de la Universal, la historia comienza con dos tipos que se disponen a profanar tumbas para robar todos los objetos de valor con los que han sido enterrados los difuntos del lugar. Lo que no saben esos dos ladrones es que la tumba que asaltan es la de Larry Talbot (Lon Chaney Jr.), quien, al ser iluminado por la luna llena, se transforma en hombre lobo, matando a los dos individuos.

Después de su primer ataque, el hombre lobo revierte a su forma humana, y va a parar a un hospital en donde le atienden sus heridas. Sin embargo, Talbot no puede vivir con la conciencia tranquila, sabiendo que ha matado a varias personas desde que fue maldecido. De ahí que decida fugarse del centro en el que se encuentra ingresado, viajando hasta una remota región de Europa del Este, al lugar en donde vive Maliva (Maria Ouspenskaya), la gitana que tenía una relación con el hombre que le transmitió a Talbot la maldición del hombre lobo.

La anciana le dice que la única forma de hallar una cura a su maldición se encuentra en los escritos de un infame doctor que durante su vida obró milagros, tales como el crear a un ser vivo artificial con partes de otras personas. Así, pues, la única esperanza de Talbot se encuentra en los escritos del fallecido doctor Frankenstein. Lo que éste no sabe es que su camino acabará cruzándose con el de la criatura que el doctor creó.


La película muestra incoherencias respecto a los anteriores films desde el principio. Los guionistas de la Universal no lo tenían fácil, ya que su intención era hacer de "Frankenstein y el Hombre Lobo" una secuela de "El hombre lobo" (primera película del licántropo más famoso de la compañía) y de "El fantasma de Frankenstein" (la cuarta película de Frankenstein). El principal problema es que los dos personajes morían al final de sus dos films.

Curt Siodmak, quien también escribió el guión de la primera película del hombre lobo, decidió traer de vuelta a su peludo personaje sin dar ninguna explicación; tal cual. Cuatro años habían pasado desde la muerte de Talbot, pero eso no parecía suponer ningún problema ante el deterioro de su cuerpo, ya que se hallaba sin el menor atisbo de putrefacción. Es más, con tan sólo exponerse a la luz de la luna, se transforma en un hombre lobo por cuyos movimientos parece no haber estado muerto nunca.

En cuanto al monstruo de Frankenstein y todo lo que le rodea... Si ya en "El fantasma de Frankenstein" había multitud de incoherencias argumentales respecto a sus anteriores películas, "Frankenstein y el Hombre Lobo" es, directamente, el colmo de los fallos de continuidad (si es que la hay). No hay por dónde cogerlos. Es más, el argumento en sí no hay ni por dónde cogerlo.


Durante la primera media hora de metraje, el protagonista absoluto del film es el hombre lobo; pero es tras estos primeros treinta minutos, justo en el momento en el que el monstruo es descubierto, congelado en el hielo (cuando al final de su anterior película le vimos atrapado en un incendio), cuando el hilo argumental se desploma.

Uno intenta ver la película sin realizar comparaciones con las anteriores películas, pero resulta muy dificil. Además, el hecho de que algunos actores que en "El hombre lobo" y en "El fantasma de Frankenstein" tuvieron unos papeles importantes se nos vuelvan a aparecer aquí con roles diferentes (e igual de importantes) no es algo que ayude, precisamente... Muchos actores fueron reciclados de los anteriores films, teniendo otros papeles.

Sin ir más lejos, el monstruo de Frankenstein es interpretado esta vez por Bela Lugosi, el cual nos ofrece una de sus peores y más vergonzosas actuaciones. Durante toda la película le vemos yendo de un lado a otro, gruñendo, y demás, y dando claras muestras de lo poco que encajaba con el papel que, a principios de los años 30, rechazó. Curiosamente, su forma de caminar, como un robot y extendiendo los brazos hacia delante, ha permanecido grabada en la mente de multitud de personas.

En cuanto al resto del reparto, Larry Talbot como hombre lobo no está mal; pero, como humano, sin ese elaborado maquillaje encima (obra de Jack Pierce), resulta ser un personaje un tanto anodino y aburrido.

Y del resto del reparto mejor no hablo... Personajes planos, simples, y una evolución ilógica en sus carácteres por culpa de un guión mal llevado, lleno de cambios de última hora a cada nueva escena que contemplamos.


Aún así, a pesar de todos estos fallos, que no son pocos, y por contradictorio que parezca, me gusta esta película. Su corta duración ayuda a que los hechos se sucedan con gran rapidez, y, al menos, los escenarios y los elementos que los pueblan resultan efectivos para que ésta gane en ambientación.

Y qué demonios, vemos al monstuo pegándose con el hombre lobo, que es lo que de verdad le importa a uno en el momento en que se decide a ver esta película.


Por supuesto que no llega, ni de lejos, a alcanzar las altas cotas de calidad de las primeras incursiones en la gran pantalla de estos dos monstruos del celuloide; pero sí que estamos, sin duda, ante una película clave dentro del género de terror. Al fin y al cabo, éste fue el primer cruce de la historia del cine de terror entre personajes procedentes de distintas películas.

Además, teniendo en cuenta su éxito en taquilla, marcó el camino a seguir por la Universal (en lo que a películas de terror se refiere) durante el resto de los años 40. En fin, recomendada únicamente a todos aquellos que hayan disfrutado con anteriores películas del monstruo de Frankenstein y con la primera y, hasta ese momento, única del hombre lobo.


Valoración personal: 6/10.

5 comentarios:

El Tipo de la Brocha dijo...

Como bien dices, lo que importa es la pelea entre los monstruos. Y añadir por mo parte que Bela Lugosi pega tanto de monstruo de Frankenstein como Chaney Jr. de Drácula: nada.

Mustangcillo dijo...

A mí Chaney Jr. como Drácula me parecía pasable (pero por poco); pero Lugosi del monstruo es que es una aberración.

Raúl Calvo dijo...

Siento debilidad por el hombre lobo de la Universal y me gustan sus películas aunque sean de una calidad discutible, como ésta. Resulta irónico ver a Lugosi de Frankenstein, ya que rechazó interpretarlo en el film de Whale diciendo que él era un actor de verdad. Qué rápido se quemó este hombre. De las clásicas de la Universal las he visto casi todas menos las dedicadas a Drácula, sólo unas cuantas. Ésta no es de las mejores pero no deja de tener cierto charm.

Mustangcillo dijo...

La verdad es que el ver como la carrera de Lugosi iba degenerando hasta acabar ejerciendo como actor fetiche de Ed Wood en sus películas da hasta pena.

Y sí, todas las de la Universal, por muy malas que éstas fueran, tenían ese toque que las hacía tan especiales.

Anónimo dijo...

Lo único que me gustó fué el hecho de que el Hombre Lobo resucitara con la luna llena. Si lo pensamos bien esto le convierte en una figura aun más trágica ya que ni siquiera la muerte puede librarle de su maldición.