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jueves, 10 de febrero de 2011

Los 4 Fantásticos de Stan Lee y Jack Kirby - Parte IV

Superhéroes, villanos, secundarios... La creación marvelita de Stan y Jack continuaba sin parangón como una máquina de ideas desvocada, por ende la editorial fue ganándose de forma cada vez mas justificada el apelativo de Marvel, la casa de las ideas. Título que mantiene hasta hoy en dia, en una época actual en la que la creatividad y originalidad en comparación a aquella época dorada del cómic es prácticamente nula. La capacidad creativa de este dúo de autores no solo se limitaba a lo que estaba sucediendo y que he venido contando desde el inicio de esta serie de artículos en la colección de los 4 Fantásticos, la primera prueba de ello es que ya en Mayo de 1962 crearon a un nuevo superhéroe: Hulk. Más tarde, a la altura de Agosto del mismo año, crearían a Thor y a Spiderman, dos personajes que acabarían teniendo gran fama en aquella década (Thor por ser el mejor trabajo de Kirby durante los 60 después de los 4 Fantásticos, y Spiderman por acabar teniendo un éxito que acabaría por ser igual y poco después superior al del famoso cuarteto durante esta primera década de la casa de las ideas). Mas tarde llegarían otros superhéroes como el Iron Man, el Doctor Extraño, los X-men, etc... Pero eso es otra historia.


En los primeros números de los 4 Fantásticos, podíamos ver como Johnny Storm ojeaba un cómic de Hulk (concretamente el primer número), y tras comparar a Hulk con la Cosa, Ben Grimm no tuvo mejor idea que destrozarle el cómic (algo doloroso, pues me pregunto si eran conscientes de cuanto se revalorizaría dicho número décadas después...), e inmediatamente entablaban una escaramuza entre los dos en el edificio Baxter. Una de las cosas que mas sorprendieron a los lectores durante estos primeros años del cuarteto es que los personajes no solo combatían contra villanos si no que... ¡Discutían y se peleaban entre ellos, como cualquier persona le podría suceder con sus compañeros en la vida misma! Si bien esto le daba un aliciente más a la hora de humanizar a los superhéroes Marvel, muchas veces estas trifulcas entre amigos (especialmente entre la Cosa y la Antorcha Humana, en las que finalmente intervenía Reed para separarles con su cuerpo extensible seguido de la frágil Sue con su verbórrea feminista propia de la época), muchas otras veces Stan usaba estas escenas para llenar espacio al ser consciente de que aún con todo lo que tenía en mente su historia no llegaría a extenderse hasta alcanzar la última página del número. En estos primeros números, ocurrían tantas cosas que en un cómic de hoy en día, en tiempos del decompressive storytelling, necesitaríamos mínimo unos seis números para que se nos contara todo lo que sucede en uno de estos; sobre todo en los cómics de Marvel a principios de los años 60, en los que el estilo de Jack Kirby, al igual que el de otros dibujantes o, mejor dicho, la disposición de las viñetas, no era en forma de cuatro viñetas por página, si no de incluso hasta unas nueve o diez viñetas por página. Vamos, que leer había que leer, y es que nos encontramos en una época en la que no había ni videojuegos, ni ordenadores, y los cómics se hacían para que a un lector le durasen casi todo el mes como única forma de entretenimiento durante esos momentos en los que uno no sale de casa (normalmente estos primeros números, y los argumentos incluidos en ellos en comparación con los que vendrían después lo demuestran, iban dirigidos a un público mas juvenil que adolescente).

En fin, al tema, como bien he dicho, Johnny Storm ojeaba el primer cómic de Hulk, maravillado por lo que en el acontecía. En forma de cómic hizo acto de presencia indirectamente otro superhéroe de la misma editorial, y tras la comparación entre Hulk y la Cosa, pronto se hizo patente entre la chavalería la duda de "¿quién es mas fuerte, Hulk o la Cosa?" Asi que ni cortos ni perezosos, Stan Lee y Jack Kirby nos ofrecieron en el número 12 de Fantastic Four (Marzo de 1963) una historia en la que los 4 Fantásticos descubrían la existencia de Hulk, dejando así bien claro que las series de Marvel constituían entre si un universo, que no tardó en conocerse como Universo Marvel, en el que las distintas series publicadas durante la época coexistian. La presencia de Hulk en ese número, aunque mostrada por Stan y Jack como una aparición estelar de un personaje de otra serie, también pretendia aumentar las ventas de la serie del goliat esmeralda, ya que ese mismo mes se publicó el último número de Hulk, el número 6. Y digo último porque ni con la aparición de este personaje en los 4 Fantásticos se consiguió salvar su título de la inminente cancelación. Tarde Stan, tarde... De la misma forma, no quedaba claro ni quien era mas fuerte, si la Cosa o Hulk. Con esto quedaban claras las intenciones de Stan y Jack, y estas no iban mas allá del no dejar que Hulk se convirtiese en un personaje secundario de la casa de las ideas destinado al olvido...

Mas tarde, ya en el número 16 de los 4 Fantásticos (Julio de 1963) tendríamos una guest-star (estrella invitada) similar, el Hombre Hormiga, que se uniría a los 4 Fantásticos en un nuevo enfrentamiento contra el Doctor Muerte, quien hacía nuevo acto de presencia, ganándose aparición tras aparición el puesto como villano mas insistente en eliminar del mapa a los 4 Fantásticos... En el nº 21 (Diciembre de 1963), tendríamos nueva estrella invitada, siendo ésta Nick Furia, que por entonces no tenía ni su famoso parche cubriéndole el ojo ni su también famoso e icónico cargo como agente de S.H.I.E.L.D., si no que era conocido como Nick Furia, líder de los Comandos Aulladores, grupo que luchó contra Hitler durante la II Guerra Mundial (aunque en este número el villano enmascarado al que se enfrentaba junto con los 4 Fantásticos se desvelaría como Adolf Hitler...) Siguiendo con las estrellas invitadas en esta serie, en el número 27 (Marzo de 1965) tendríamos como invitado al Doctor Extraño, una creación de Stan Lee pero no de Jack Kirby, ya que su creador gráfico es Steve Ditko, famoso dibujante del mas famoso que él Spiderman. En esta historia, el maestro de las artes místicas ayudaría al cuarteto en un nuevo enfrentamiento con Namor (que al igual que contra el Doctor Muerte, no habían sido pocos).

Pero para apariciones estelares de peso, la que tendría lugar en el número 25 (Abril de 1965), número en el volvía el gigante esmeralda de la editorial, en una revancha que pretendía dejar claro quien de los dos era mas fuerte, si la Cosa o Hulk, revancha que continúo en el número 26, pero la intervención de los Vengadores entre otras cosas hizo que el combate quedara una vez mas en tablas, y dejando a los por entonces jóvenes lectores con las mismas o incluso mas dudas. De la misma forma que Hulk hizo su aparición un año antes, en esta ocasión las intenciones de Stan Lee eran prácticamente las mismas, y estas no iban mas allá de que Hulk se forjara cierta fama a base de apariciones estelares para que se ganara el beneplácito de los lectores y así volver a tener una serie regular en la que continuar sus aventuras. Gracias a dios, esto es algo que conseguiría (a Stan le salían las jugadas bastante bien, la verdad). Los Vengadores aparecían en este número como el otro gran grupo de Marvel (y es que los X-men, quienes harían acto de presencia muy poco después, en el número 28, era el otro grupo de Marvel aparte de los 4F y los Vengadores pero que no tenía la misma fama que estos dos, ni la tendría hasta la década siguiente...) Creados en 1963, y a diferencia de los 4 Fantásticos, los Vengadores era un grupo formado por distintos superhéroes de la editorial. Estos por aquel entonces eran: Capitán América (si, el mismo del que Marvel publicó historias durante la II Guerra Mundial), Iron Man, Thor, el Hombre Gigante (nueva identidad del Hombre Hormiga) y su novia, la Avispa. En un primer momento, no estaba el Capitán América, quien sustituyó a Hulk pocos números después. Por ende, estos dos números nos mostraban no solo a un buen puñado de superhéroes, nos mostraban claramente y superficialmente todo lo que Stan y Jack habían creado en tan poco tiempo. Sobra decir que la portada del número 26 es, en mi opinión, una de las mas míticas de esta época, en la que queda clara la grandeza de la naciente Era Marvel, era que ya había nacido y se encontraba en pleno y sano desarrollo, como seguiré contando en los próximos artículos.

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