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viernes, 21 de diciembre de 2012

La noche de Halloween




Valoración personal: 10/10.

Ficha técnica:

Título: La noche de Halloween

Título original: Halloween

Año: 1978

Duración: 93 min.

País: Estados Unidos

Director: John Carpenter

Guión: John Carpenter, Debra Hill

Música: John Carpenter

Fotografía: Dean Cundey

Reparto: Jamie Lee Curtis, Donald Pleasence, Nancy Loomis, P.J. Soles, Charles Cyphers, Kyle Richards, John Michael Graham, Brian Andrews

Productora: Falcon Films / Compass International Pictures

Género: Terror. / Slasher. Asesinos en serie.

¿De qué va?:

Un niño de seis años llamado Michael Myers asesina a puñaladas a su hermana mayor. Quince años después, ese niño se ha convertido en un adulto que ha pasado la mayor parte de su vida encerrado en un hospital psiquiátrico. El doctor Sam Loomis (Donald Pleasance), quien durante todos esos años atendió al muchacho, insiste a sus superiores en que Michael continúe encerrado, ya que asegura que su paciente es la maldad personificada y que volverá a matar una vez sea puesto en libertad. Una noche, cuando se produce un apagón en el centro, Michael roba un coche y huye rumbo a Haddonfield, su ciudad natal. Una vez allí, se dedica a seguir a todas partes a la joven Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) y a sus amigas. Es tarea del doctor Loomis dar con Michael e impedir que mate a Laurie o a cualquier otra persona.



Comentario:

John Carpenter es uno de mis directores de cine de terror favoritos. Partiendo de diversas fuentes, este artesano ha sido capaz de desarrollar a lo largo de los años un estilo único e inconfundible. Lamentablemente, en la actualidad sus películas ya no son lo que eran; pero hubo un tiempo en el que realizaba auténticas joyas, como "Asalto a la comisaría del distrito 13" (1976, John Carpenter), "1997: Rescate en Nueva York" (1981,  John Carpenter) y "La cosa" (1982, John Carpenter), entre otras. Por supuesto, "La noche de Halloween" es una de esas joyas.

La película fue estrenada bajo el título "The Babysitter Murders", y sus primeras proyecciones fueron recibidas sin pena ni gloria. Poco después, a finales de octubre del 78, se cambió el título original por el de "Halloween", ya que la historia tenía lugar durante esa celebración. Fue entonces cuando el film se convirtió en un éxito de taquilla que alcanzó unas cifras de recaudación nunca vistas dentro de los circuitos de serie B.

Como decía en el comentario de "Navidades negras" (1974, Bob Clark), "La noche de Halloween" no es el primer slasher de la historia, aunque muchos así lo crean. También decía en dicho comentario que Carpenter dirigió la presente película recogiendo elementos de diversas fuentes, de entre las cuales cabe destacar la influencia de "Navidades negras" y los giallo de Dario Argento. De hecho, Carpenter comentó en una entrevista que "La noche de Halloween" era su respuesta a "Suspiria" (1978, Dario Argento), o lo que es lo mismo, su película "a la Argento".

De todas maneras, aunque "La noche de Halloween" no sea el primer slasher, sí que fue el que popularizó el subgénero, dando lugar a multitud de producciones con premisas similares, como por ejemplo, sin ir más lejos, "Viernes 13" (1980, Sean S. Cunningham). Fue tras el estreno del film de Sean S. Cunningham cuando se desató lo que no tardaría en conocerse como la fiebre slasher de los 80, estrenándose un nuevo slasher en cartelera cada semana.

El terror es algo incorpóreo, sin forma; pero en esta película adquiere la forma de Michael Myers, un silencioso personaje que daría lugar a cientos de imitadores enmascarados. Este villano es tremendamente atractivo, así como rico en matices y en profundidad. Michael no es un vampiro ni un hombre lobo. Podríamos decir que no es ni siquiera un ser humano, aunque muchos lo vean como tal. Quizás fuese humano durante su infancia; pero fue justo antes de acuchillar a su hermana mayor cuando abandonó definitivamente todo rastro de humanidad, convirtiéndose en un monstruo sin sentimientos. No es de extrañar que el doctor Loomis, un psiquiatra que estuvo ocho años intentando comprenderle y otros siete intentando mantenerle encerrado en un psiquiátrico de por vida, se refiera a su joven paciente como si fuera una especie de cosa, como un ser de naturaleza indescriptible, demoníaca.

Michael Myers es un personaje de lo más interesante e inquietante. No es sólo un asesino de tres al cuarto que avanza dejando un reguero de víctimas a su paso. Lo terrorífico de este personaje radica en su diseño, simple pero efectivo. Myers oculta su rostro no para ocultar su identidad, sino porque el hecho de portar máscara le aleja de esa humanidad de la que reniega, ya que ansía ser la maldad en estado puro.

Podríamos considerar perfectamente a Michael como la representación física del mal. Su fuerte respiración denota incomodidad e impotencia, como si no se hubiera adaptado a ese recipiente hecho de carne que habita, como si parte de su auténtica y malévola naturaleza rechazara su forma humana. Así mismo, observa a las personas como si éstas fueran formas de vida desconocidas, totalmente ajenas a él. Sus futuras víctimas sólo logran atisbar su silueta o su rostro blanquecino en la oscuridad. Un rostro que sólo ven cuando están a punto de morir. Un rostro que no refleja ningún tipo de emoción, carente de cualquier tipo de expresión. En definitiva, el rostro de la muerte.

Myers es la representación física del mal y, como tal, es imbatible. No serán pocos los golpes mortales que reciba; pero aun así consigue levantarse al cabo de unos segundos, moviéndose como un robot, como si fuera un ser inmortal ajeno a cualquier tipo de dolor. Myers representa el mal, y el mal es algo perpetuo, constante e imparable. Por mucho que uno combata al mal, no conseguirá vencerlo para siempre, como bien queda demostrado en un determinado punto del film. Puede que este mal desaparezca, puede que este peculiar Hombre del Saco decida huir; pero sólo para volver pasado un tiempo...

Una de las cosas que más me llamaron la atención del proceso de realización es que la máscara de Michael se hizo partiendo de una máscara de William Shatner, más conocido como el capitán Kirk de "Star Trek". Carpenter y su equipo pintaron la máscara de blanco y la manipularon hasta darle ese aspecto tan perturbador. Resulta curioso que el rostro de uno de los personajes más entrañables y carismáticos del universo trekkie se convirtiera en el rostro de todo un icono del cine de terror.

La acción dramática tiene lugar en Haddonfield, una zona residencial tranquila y apacible en donde nada malo puede pasar. El único lugar de Haddonfield que parece estar maldito y contaminado es la antigua vivienda de los Myers. Según los niños de la comunidad, esa casa en estado ruinoso está habitada por fantasmas. Nada más lejos de la realidad, pues será el primer lugar que visite el asesino de rostro fantasmal tras su retorno a Haddonfield. El horror irrumpe en un ambiente cotidiano y familiar. En esta ocasión, el mal no espera la llegada de unos jóvenes incautos a su habitáculo, como sucedía en casi todas las producciones de terror gótico, sino que se desplaza hasta las viviendas de sus víctimas, quienes viven su día a día sin ningún tipo de preocupación y con pocos problemas más allá de los amorosos.

La atmósfera que se crea a lo largo de la cinta es soberbia. Las calles bajo la tenue luz del día, con la hojarasca del otoño cubriendo las calzadas y la gente paseando a través de ellas, nos son mostradas a través de unos travellings dignos de elogio. La atmosférica banda sonora estuvo compuesta por el propio Carpenter, y a través de ella consigue transmitir una sensación constante de suspense y de peligro inminente. Siempre diré que la mejor forma de que una película dé miedo es haciendo que ésta prescinda de música ambiental; pero en este caso sucede justo lo contrario. Sin la música ambiental y sin los sonidos estridentes, "La noche de Halloween" perdería enteros. Con reminiscencias al tema principal de "El exorcista" (1973, William Friedkin), la canción que suena durante los títulos de crédito y durante gran parte del film ha pasado a los anales del cine de terror. Podéis escucharla pinchando justo aquí. Es un tema simple pero efectivo, y encaja a la perfección con lo que estamos viendo. Si hay una palabra que define a la banda sonora en general y a este tema en particular, esa palabra es inquietante.

Las referencias a "Psicosis" (1960, Alfred Hitchcock) no son pocas, lo cual no es de extrañar, ya que en su juventud Carpenter recibió clases de cine de la mano de titanes cinematográficos como Orson Welles, John Ford y Alfred Hitchcock. Si por algo es recordada la actriz Janet Leigh es por la famosa escena de la ducha de "Psicosis". Su hija, Jamie Lee Curtis, fue finalmente la elegida para dar vida a Laurie Strode, la protagonista de "La noche de Halloween". Su actuación es más que notable. Tanto es así que muchos han afirmado que es una digna sucesora de la más clásica scream queen.

Otra referencia directa al clásico de Hitchcock se halla en el archienemigo de Michael, el doctor Sam Loomis, cuyo nombre y apellido es idéntico al de uno de los personajes principales de "Psicosis". Carpenter quería que alguna celebridad interpretara a este personaje, así que le ofreció el papel a Peter Cushing y a Christopher Lee; sin embargo, ambos lo rechazaron por diversos motivos. Años después, Christopher Lee confesó que una de las cosas de las que más se arrepentía a lo largo de su carrera fue haber rechazado dicho papel. Finalmente, el rol de Sam Loomis fue aceptado por Donald Pleasance. Su actuación es soberbia. Sin duda, es el mejor actor de todo el reparto. Me pareció bastante acertado y original el hecho de que un asesino en serie como el de esta película tuviera su propia némesis. De esta forma, somos testigos de un choque entre el bien y el mal comparable a los clásicos enfrentamientos entre Van Helsing y Drácula.

Al igual que "Navidades negras" y otras maravillas de la época como "La matanza de Texas" (1974, Tobe Hooper), Carpenter se sirve de un rodaje sutil. Las pocas muertes que hay se producen de tal forma que no vemos sangre, pero tenemos la sensación de que la hemos visto. Sin duda, Carpenter demostró de sobras que se podía hacer un magnífico slasher sin ríos de sangre y sin gente siendo mutilada a ojos del espectador.

Hoy en día la cinta puede resultar aburrida e incluso tópica para todos aquellos que hayan visto unos cuantos slashers. De todas formas, es innegable que en su día "La noche de Halloween" fue muy innovadora, siendo capaz de mezclar con suma maestría diversos elementos por los que triunfaron anteriores producciones sobre asesinos en serie. En este sentido, la única película capaz de haber logrado algo parecido con anterioridad fue la citada "Navidades negras".

A mí, personalmente, no se me hizo aburrida en ningún momento. Al contrario, siempre que la veo me entra miedo. Como suelo decir, el terror es algo relativo. A algunas personas les darán miedo algunas películas mientras que a otras no. Bien, pues "La noche de Halloween" es una de esas películas que no importa cuántas veces la haya visto, pues siempre consigue ponerme en tensión. Posiblemente sea porque Carpenter alude a los miedos más primigenios y, por qué no decirlo, infantiles. Desde el miedo al Hombre del Saco hasta el miedo a lo que pueda esconderse en la oscuridad.

Si no habéis visto esta joya del cine de terror o queréis volver a verla, os recomiendo una cosa: vedla con las luces apagadas, en versión original (subtitulada) y por la noche. Cuando hayáis terminado de verla, levantaos del sofá, mirad por la ventana de vuestra casa y fijaos si hay alguien en la calle mirando hacia vosotros, porque, como bien pudieron comprobar unos pobres diablos de Haddonfield, el horror puede irrumpir donde uno menos se lo espera.

Estamos, pues, ante un clásico indiscutible del género. Un film perfecto para ver todas las noches de Halloween o cualquier día del año. Imprescindible.

Imágenes:
































4 comentarios:

Javier Simpson dijo...

El cine de Carpenter siempre es sugerente, personal y muy original. El tío es un atrevido y no le importa meterse a veces en proyectos inverosímiles.
La impersonalidad de Myers acojona, y su falta de empatía con el resto del mundo. Es lo que dices tú: parece como que Myers viera a los otros como personas totalmente ajenas a él mismo, con su maldad formando parte de su esencia. Puro mal, es cierto. A mí la peli me gustó. La considero como un clásico contemporáneo del terror.
Un saludo, Roy. Muy buena entrada.

León dijo...

Junto con "La profecía", mi película favorita de cine de terror de los 70. Todo una lección de cine. Uno de los logros de la película como bien dices es el personaje de Michael Myers, con esa manera de moverse lenta pero imparable y esa inadaptación que presenta en todo momento. Si que hubiese sido muy grande que lo hubiese hecho Cushing, pero Pleasance lo hace bastante bien, sin dejar de recordarnos a Van Helsing en ningún momento.
Con lo que no estoy de acuerdo es que Carpenter sea un artesano. Vale que ultimamente ha hecho bastantes bodrietes, pero yo creo que es un creador de narrativa innegable. Sus primeras 5 películas son simplemente incontestables.
Saludos

El Tipo de la Brocha dijo...

¿Seguro que lo de la máscara de William Shatner es cierto? Siempre he tenido la duda de si era un rumor.

Mustangcillo dijo...

@Javier: Carpenter es un genio, y Myers un personaje realmente inquietante. No me gustaría encontrármelo en el pasillo de mi casa a oscuras, jeje. Muchas gracias, Javi.

@León: mi peli favorita de cine de terror de los 70 no, pero una de ellas sí. Eso seguro.

@El Tipo de la Brocha: sí, totalmente cierto.