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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Drácula (Dracula)




Valoración personal: 8/10.

Título original: Dracula Año: 1979 País: Reino Unido Director: John Badham Guión: W.D. Richter (Novela: Bram Stocker) Reparto: Frank Langella, Laurence Olivier, Donald Pleasence, Kate Nelligan, Trevor Eve, Jan Francis, Tony Haygarth, Sylvester McCoy, Janine Duvitski



Comentario:

Después del gran éxito de "Fiebre del sábado noche" (Saturday Night Fever, John Badham, 1977), John Badham dirigió una nueva película de Drácula basada en la representación teatral escrita por Hamilton Deane y John L. Balderston, la cual, a su vez, estaba basada en la novela "Drácula", de Bram Stoker. No era la primera vez que esta obra de teatro era llevada al cine. El "Drácula" (Dracula, 1931) de Tod Browning ya la había adaptado antes.

Frank Langella fue escogido para el papel de príncipe de las tinieblas. Este actor llevaba ya un tiempo interpretando al personaje en los escenarios de Broadway, incluso fue nominado a un Tony por su interpretación, así que el papel no supuso ninguna novedad para él. La elección de Langella como conde transilvano fue un acierto, aunque luzca como una especie de Tony Manero del siglo XIX. Langella consigue ofrecer una versión del conde elegante y sensual, de imagen mucho más mundana que sus antecesores y que actúa como el noble que es: tiene buenos modales, resulta irresistible para las mujeres y es educado. Además, Drácula no se nos es presentado como un monstruo, sino como un ser malvado y sobrenatural que, sin embargo, es capaz de enamorarse.

El film cuenta con un gran elenco encabezado por Donald Pleasence, quien el año anterior dio vida al doctor Sam Loomis en "La noche de Halloween" (Halloween, John Carpenter, 1978) y aquí interpetó al Dr. Seward, dueño de un sanatorio psiquiátrico. El mítico actor Laurence Olivier ofrece una versión más que convincente del profesor Abraham Van Helsing, algo que no tuvo nada fácil teniendo en cuenta su edad y que no andaba muy bien de salud.

Cabe destacar también la actuación de Kate Nelligan, una actriz bastante desconocida que se ocupó de interpretar a Lucy, hija del Dr. Seward e interés amoroso del conde. Me llamó bastante la atención que esta muchacha no se nos presentara como la típica dama en apuros de las pelis clásicas de vampiros, sino como una persona inteligente y de mentalidad abierta que aspira a ser algo más que una mujer dependiente de su marido. Lucy ve en Drácula la salida a la monotonía y a la impotencia que la consume; Drácula, por su parte, ve en Lucy la solución a su eterna soledad.

La dirección artística es más que notable. El interior de la abadía de Carfax es impresionante, con todas esas telarañas cubriéndolo todo, y lo mismo se puede decir del sanatorio del Dr. Seward, donde reina una atmósfera malsana y surrealista.

Según tengo entendido, John Badham tenía intención de rodar la cinta en blanco y negro, pero sus superiores de la Universal no se lo permitieron. Años después, Badham decidió que la fotografía fuese alterada en la edición en DVD, haciendo que los colores adquirieran un tono frío y oscuro, entre sepia y blanco y negro, tal y como la concibió en su momento. Estos cambios fueron todo un acierto, ya que la fotografía desaturada encaja a la perfección con la atmósfera decadente del film.

La impecable labor visual se complementa con la sensacional banda sonora a cargo de John Williams, quien por aquel entonces ya era mundialmente famoso gracias a las bandas sonoras de superproducciones como "La guerra de las galaxias" (Star Wars, George Lucas, 1977) o "Tiburón" (Jaws, Steven Spielberg, 1975), entre otras.

Infravalorada por muchos, la presente película sirvió como principal fuente de inspiración para la fantástica "Drácula de Bram Stoker" (Bram Stoker's Dracula, Francis Ford Coppola, 1992). De hecho, no son pocos los que afirman que la versión de Coppola es lo que tendría que haber sido la versión de Badham.

El principal fallo que tiene la cinta desde mi punto de vista es que suprime la parte de la historia que transcurre en Transilvania. Esta parte suprimida es la mejor tanto en la novela de Stoker como en el film de Browning. En su lugar, la historia comienza en el mar, donde vemos cómo la tripulación de un barco es masacrada por una bestia salvaje. Sobra decir que esa bestia es en realidad Drácula, quien se dirige hacia su nuevo hogar. No negaré que la escena inicial en el barco es impactante y está muy bien rodada; pero aun así hubiera preferido ver un prólogo ambientado en Transilvania.

No estamos ante la mejor película de Drácula; pero sí ante una de las cinco mejores. De todas las versiones cinematográficas del mito vampírico, esta es la más romántica. Además, consigue mezclar sentimientos tan distintos como el terror y el amor sin caer en lo empalagoso o, peor aún, en lo ridículo. Ya sólo por este motivo merece ser reivindicada, así que os animo a que le echéis un vistazo. Estoy seguro de que no os dejará indiferentes.

Imágenes:































1 comentario:

WOLFVILLE dijo...

Totalmente de acuerdo en todo. Me encantó la fotografía de la versión en DVD, porque la del estreno era de un colorido chillón que no la separaba mucho de cualquier cinta de la Hammer. Gracias a eso la cinta de Badham tiene una personalidad más acusada.