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domingo, 17 de julio de 2011

Twin Peaks




Introducción

Twin Peaks es la mejor serie de televisión de la historia. Creo que eso es lo más apropiado y justo que puedo decir a la hora de comenzar a hablar de una obra maestra como esta. Puede que muchos tengan una opinión distinta, cuestión de gustos claro está, pero de lo que no hay duda es de lo que supuso esta serie, una verdadera revolución televisiva que tras su emisión cambió la forma de hacer series, demostrando que la llamada por muchos caja tonta, no era tan tonta como se pensaba... Las mentes conjuntas de David Lynch y Mark Frost crearon esta maravilla, la cual fue emitida a principios de los 90 (y pensar que ya han pasado 20 años...), y que en su día, a pesar de la forma de contar sus planteamientos y tramas, fue un auténtico éxito de audiencia, aunque finalmente y al igual que muchas otras series innovadoras o adelantadas a su época, no logró salvarse de la cancelación. Los 30 capítulos de los que se compone Twin Peaks son una auténtica maravilla, eso es lo más simple que puedo decir tras haberla vuelto a ver recientemente. Algunos capítulos son mejores que otros claro está, pero sin duda son unos episodios que parten de la obra de un genio como Lynch, quien creativamente hablando no se desboca fácilmente por medio de impactantes delirios audiovisuales gracias a Frost, más conocedor del ámbito televisivo que su compañero. Señores lectores, vayan a por un café, o a por una buena ración de donuts o una tarta de cereza, ya que este artículo será largo, bastante... y espero que lo disfruten de la misma forma que lo he hecho yo escribiéndolo.


Para hablar de Twin Peaks, lo mejor es retroceder en el tiempo, a los años 80, una época en la que el cine vivía una edad dorada con auténticos peliculones a la altura de los de la década anterir que, aparte de ser unas verdaderas obras maestras, recaudaban cantidades absurdamente grandes en las salas de cine. Sin duda, el cine era el medio audiovisual de la época visto como una posibilidad de ofrecer historias de gran calidad, siempre y cuando contaran, obviamente, con un buen director, un buen reparto (y mucho dinero), etc, etc... El cine existía desde finales del siglo XIX, y hasta la llegada del televisor a mediados del siglo XX ofreció grandes joyas, auténticos clásicos y puntos de referencia del medio, véase "Casablanca", o "El Gran Dictador", y muchísimas películas más... Con la llegada de la TV, se creó una nueva forma de ofrecer historias con las series de televisión. Sin embargo, durante las primeras décadas de series televisivas estan seguían unas pautas muy claras... Y si no, tan sólo me he de remitir a las series inmediatamente anteriores a Twin Peaks, todas hijas de los 80 y series "super molonas" del momento, como "El equipo A"; "El coche fantástico", "MacGyver", y así un largo etcétera... Estas pautas tenían muy claro su objetivo, el de entretener y a la par tener unas altas audiencias, de la misma forma que tenían claro su formato. Un formato autoconclusivo, en el que uno ya podía perderse uno o dos episodios (o tres), que se enteraría perfectamente de lo que sucedería en el siguiente... Además, un espectador que siguiese semanalmente todos los capítulos acabaría teniendo la sensación de que en todos ocurría lo mismo, las mismas aventuras y escenas de acción protagonizadas por esos personajes tan poco creíbles y reales, que tan frecuentemente caían en tópicos ya vistos...

El caso es que, salvo contadísimas excepciones, hasta finales de los 80 no se hizo ninguna serie de televisión que estuviese a la altura de su hermano mayor, el cine, pues la TV tenía una calidad intrínsecamente ligada a ella abismalmente inferior, basada únicamente en el puro y simple entretenimiento para que el espectador no cambiara de canal más que en el lenguaje audiovisual como un arte, como una forma de transmitir sensaciones e impresiones. De ahi que muchos, entre este tipo de series, así como de programas típicos de la farándula nacional, acabaran por llamar a la televisión "la caja tonta", y no es de extrañar; ya que si alguien quería ver algo de calidad, no le quedaba otra que ir a las salas de cine. Esto es algo en un principio lógico, ya que los productores de televisión siempre tuvieron claro que no pretendían quitarle a las salas de cine su dinero llevándose a toda su clientela a los salones de sus propias casas, enfrente de la TV. Pero de la misma forma que los 60 y 70, los 80 terminaron y entonces, en 1990, llegó Twin Peaks. Y ya nada volvió a ser igual...

El proceso de creación de Twin Peaks y los resultados que obtuvo

Antes de tirarme de cabeza a hablar de la serie en sí, hablaré brevemente del proceso de creación, el porqué se decidió hacer una serie de televisión con algo de lo que carecían sus antecesoras: calidad y seriedad. David Lynch ya había dirigido algunas películas antes de embarcarse en esta serie de TV. Películas como "Eraserhead", "El Hombre Elefante", o películas más famosas como la comercial "Dune" o su primer éxito "Terciopelo Azul". A finales de la década conoció a Mark Frost, un prestigioso guionista de TV. Ambos se iban a encargar de la tarea de escribir un guión de una película que la Warner les había solicitado, guión titulado "Diosa", y basado en una novela de Anthony Summers que narraba los siete últimos días de vida de la famosa Marilyn Monroe. Sin embargo, dicho proyecto fue cancelado, y se dedicaron a otras cosas. Finalmente, presentaron a la cadena NBC su nuevo proyecto, titulado "The Lemurians", una serie de televisión que trataría sobre extraterrestres, y en la que los protagonistas serían unos detectives que viajaban por Estados Unidos con un viejo taxi inglés y disfrazados de músicos de jazz. Dicho proyecto fue rechazado, y el siguente proyecto en ser presentado trataría sobre el asesinato de un joven en un pequeño pueblo maderero en South Dakota, aunque finalmente la acción se desarrollaría al norte de los Estados Unidos en la frontera con Canadá, en el Estado de Washington. Este nuevo proyecto tendría el nombre de "Northwest Passage".
"David Lynch y Mark Frost, los artífices de Twin Peaks"

Fue entonces cuando Lynch y Frost, conscientes de todo lo que habían ido arrastrando desde que se conocieron, decidieron mezclarlo todo en su nueva serie, a la que finalmente titularían "Twin Peaks", nombre del pueblo en el que se desarrollarían los acontecimientos de lo que iba a ser "Northwest Passage", y sustituirían al joven asesinado por Laura Palmer, la peculiar versión de una Marilyn Monroe que de cara a los demás era prácticamente perfecta, y que finalmente moría llevándose consigo todos sus secretos personales, que no eran pocos. Aunque a diferencia de la famosa actriz, Laura sería asesinada en condiciones desconocidas. A todo esto, decir que el nombre de Laura fue tomado de la película de 1944 dirigida por Otto Preminger "Laura", en la que un detective investigaba la muerte de la protagonista hasta el punto de enamorarse de ella debido a la fascinación por parte de los que la conocieron en vida. El objetivo primordial o "gancho" para atraer a la audiencia era bien claro. Comenzar la serie con el asesinato de una persona que vista por los demás era algo así como la chica perfecta, y ante la conmoción de los lugareños del lugar y tras la llegada del protagonista, un agente del FBI que investigaría el asesinato con el objetivo de hallar al culpable, descubriríamos que no todo es lo que parece, y que una joven de primeras vista como una "buena chica" como decían sus vecinos antes de su muerte, en realidad en vida, tras su angelical mascarada, no fue tan buena...

Lynch y Frost presentaron el proyecto, que se iniciaba con su peculiar reina del instituto asesinada y envuelta en plástico a la orilla de un lago, en 1988 a la cadena ABC, que por aquel entonces era de las cadenas no privadas más famosas, junto con la NBC y la CBS, y que en ese mismo año se encontraba ante una huelga de guionistas y con una gran necesidad de nuevas ideas. Tras haber realizado el episodio piloto en 1989, una auténtica maravilla que triunfó en los festivales de Tellunde y Vancouver, la ABC, a pesar de ser una cadena conservadora y reticente a aceptar innovadoras propuestas, dada su situación por aquel entonces no le quedó otra que arriesgarse y dar el visto bueno a la serie, y tras el éxito del episodio piloto al ser emitido en televisión en Abril de 1990, le ofrecieron al dúo formado por Lynch y Frost la posibilidad de que produjeran siete episodios más, los cuales seguirían la historia presentada en el episodio piloto (a partir de ese momento considerado primer episodio de la serie).

Como curiosidad, Lynch había realizado el episodio piloto de una hora y media de duración añadiéndole un final distinto (el cual habían podido ver los grupos de personas que asistieron a diversos festivales anteriores a la emisión televisiva) ya que, de no tener éxito al ser emitido en televisión, lo comercializaría en Europa y en Estados Unidos como una especie de película televisiva en cinta VHS. Sobra decir que este final, conocido como el final europeo de Twin Peaks, al final no fue un final ni nada por el estilo, ya que dicha escena que se suponía finalizaría el piloto y Twin Peaks, acabó formando parte de la continuidad de la serie siendo añadida al final del segundo capítulo como un sueño del protagonista, el agente del FBI Dale Cooper.

Sin duda, el dúo Lynch-Frost estaba realmente asombrado, más que nada por el hecho de que una cadena conservadora, la cual ejercía un control sobre casi todo lo que emitía, les permitió total libertad a la hora de hacer Twin Peaks. Esto Lynch lo agradecía sobremanera, y como él mismo dijo: “Es muy importante para mí hacer algo de una manera concreta sin que otra persona venga a decirte, tras terminar tu trabajo, que tengas que cambiarlo todo. No ha pasado nada parecido a las historias de terror que ves en la serie… de momento.” Y asi fue al principio, con mucha libertad a la hora de realizar los guiones, en los cuales Lynch colaboraría de primera mano durante los tres primeros capítulos (episodio piloto incluido), siendo guionista junto con Mark Frost de los mismos, y director del episodio piloto y del segundo capítulo. Posteriormente, Mark Frost volvería a guionizar el quinto (o sexto capítulo si se tiene en cuenta el piloto) de la temporada, para finalmente no sólo guionizar si no también dirigir el episodio final de la temporada, el cual contenía en su final un auténtico cliffhanger, y dejaba a los espectadores inmensamente intrigados y con ganas de una segunda temporada.

En cuanto a los espectadores y a las audiencias en general, decir que todo un éxito, un éxito que no sólo se produjo en su país de origen, Estados Unidos, si no que también se extendió por todo el mundo, en países europeos como en el que yo vivía por aquel entonces y todavía vivo, en España. Sin duda, Twin Peaks dió un paso más allá demostrando que se podían hacer series de televisión que iban más allá de lo convencional, que seguían una trama llena de detalles y hechos en constante desarrollo, todos ellos perfectamente enlazados. Twin Peaks iba más allá de la típica serie que veía la gente para pasar el rato y si se aburrían cambiaban de canal, Twin Peaks hizo que los espectadores se tomaran por primera vez en mucho tiempo una serie de televisión como algo serio, no como un mero entretenimiento más para pasar el rato. Y con tal éxito en su primera temporada, la pregunta "¿Quién mató a Laura Palmer?" Terminó por convertirse en el lema de una serie más famoso de la historia, lema que hacía involucrarse al espectador en la serie, sembrando asi la primera de muchas incógnitas en su mente.

Y es que eso fue lo que tuvo en vilo a la audiencia, el saber quién mató a Laura Palmer, llegando a promocionar la serie con dicha pregunta. El problema era que tanto Lynch como Frost tenían claro que el tema del asesinato de Laura era tan sólo un pretexto, una forma de captar la atención de los espectadores y mantenerles enfrente del televisor, y alrededor de dicho pretexto introducir lo que realmente pretendían transmitir con Twin Peaks. Por desgracia, durante la segunda temporada la cadena ABC comenzó a presionar a los creadores, hasta el punto de que dicha libertad creativa al final no lo fue tanto, y les obligó a dar un giro brusco en los acontecimientos de la serie en el séptimo capítulo de dicha temporada, el que sería el 15º capítulo que se emitía, en el cual descubríamos finalmente quién mató a Laura Palmer (por supuesto que no lo voy a decir, faltaría más). Tras dicho episodio y en parte también debido al abandono de Lynch de la serie en pos de otros proyectos en los que no metieran mano terceras personas, las tramas de Twin Peaks comenzaron a descender en calidad, y finalmente fue cancelada en el episodio 29 (30 si, repito, se tiene en cuenta el episodio piloto), siendo este el último episodio de la serie, dirigido por David Lynch, y esto último es algo que se notó, mucho. Ahora que hay que tener en cuenta que la serie ya fue cancelada con anterioridad, y de esto y de otros motivos que la llevaron a la cancelación definitiva, así como a la realización de una película que supuestamente continuaría la historia, prefiero hablar con más detalle más adelante...

¿De qué va?

La premisa de la serie es bien simple, pues comienza en el momento en que uno de los habitantes de Twin Peaks, pequeña localidad situada al norte del estado de Washington en la frontera con Canadá, halla a orillas del lago al que suele ir a pescar el cadáver envuelto en plástico de Laura Palmer, encantadora joven de la localidad famosa por su aparente nobleza en pos de los demás. Aparentemente ha sido brutalmente asesinada, y este suceso conmociona a toda la población. El FBI toma cartas en el asunto, y asigna al caso al agente especial Dale Cooper, quien se aventura en Twin Peaks, un lugar en el que no todo es lo que parece...

Sobre los personajes

Sin duda, y como os habréis dado cuenta si habéis visto la serie, los personajes de Twin Peaks son tan pintorescos como distintos, cada uno con su propia personalidad, tan bien definidos como todos los demás elementos que hacen de esta una serie tan buena. Una de las cosas que más me gustaron era la forma en que interactuaban entre sí, y de cómo el espectador, en un principio tan ajeno a Twin Peaks como lo era el agente del FBI Dale Cooper, se va encariñando poco a poco no sólo con los lugareños si no con el lugar en sí, con sus casas, sus bosques, sus ríos, etc... Todos los habitantes de Twin Peaks en los que se incidía eran personajes que en un determinado punto de la serie ganaban gran relevancia, pudiendo ser la clave o, mejor dicho, las piezas de un rompecabezas que resolverían todos los misterios que Lynch y Frost iban planteando desde un principio. Personajes que hasta ese momento no hubieran funcionado de ninguna manera en televisión, en Twin Peaks si que funcionaban, llegando a caernos simpáticos aunque tuviesen una forma de ser totalmente opuesta a la nuestra; y he ahí la clave, en el realismo de cada uno de ellos, esa humanidad que nos hacía identificarnos con ellos de una forma u otra, en un momento u otro...

A continuación, y vista la gran cantidad de personajes que hay, en vez de hablar de cada uno de ellos y eternizarme escribiendo prefiero incidir en algunos personajes, mis favoritos de hecho, empezando por el agente Dale Cooper, que es sin lugar a dudas mi personaje favorito. La primera aparición de Cooper es en el interior de su coche entrando en Twin Peaks, sustituyendo la típica voz en off que se solía añadir a las historias detectivescas por una grabación en cinta. Por medio de su grabadora, vemos como Cooper comienza a grabar sus experiencias, sus hechos, etc.; refiriéndose antes de comenzar a hablar a una tal Diane, que jamás sabríamos a quién o a qué iba dirigido este nombre. Aunque generalmente dicho nombre evoca a una persona de género femenino, quizás era directamente la forma que tenía Coop de llamar a su grabadora, o quizás era algo mucho más complejo, quien sabe... Cooper era el protagonista si, pero no le veríamos hasta pasada la media hora del episodio piloto, con lo cual Lynch y Frost nos dejaban claro que aunque Cooper abarcara cierto protagonismo como personaje clave, los verdaderos protagonistas eran los habitantes del lugar que daba nombre a la serie.

Cooper era un agente del FBI que rompía con todo tópico que hasta entonces teníamos de los esterotipados agentes de dicha agencia gubernamental. Histriónico, excéntrico, atractivo, simpático, adorable... A lo largo de la serie vemos a como Cooper se va asentando en el pueblo al mismo tiempo que no deja ni por un momento de lado su misión, la de resolver el asesinato de Laura Palmer, un asesinato que se sale de lo normal de la misma forma que Cooper se sale de convencionalismos optando por métodos alternativos para averiguar por ejemplo quién es o no es sospechoso de asesinato (brutal aquel momento en el que se pone a lanzar piedras a una botella...) Otro punto que me ha encantado ha sido la relación entre Cooper y Truman, el sheriff de Twin Peaks. Mientras que Cooper opta por métodos bastante poco usuales, a Truman le parecen directamente surrealistas. Si no fuese por Truman, Cooper se desvocaría en sus métodos. Si no fuese por Mark Frost, David Lynch haría lo mismo en los guiones. De todas formas, y finalmente, de la misma forma que Cooper se desvocó en su papel, Lynch haría lo propio en los guiones. Posteriormente, muchos guionistas tomarían el modelo de Dale Cooper para crear a detectives que optarían por métodos alternativos, poco comunes... Según ellos, originales.

Otro personaje en el que me gustaría incidir es en Bob... Ese extraño (y nunca mejor dicho) personaje que aparecía y desaparecía, que no sabíamos quién demonios era ni de dónde narices había salido... Recuerdo que cuando emitieron por primera vez Twin Peaks en España, cuando yo no tendría ni 5 años o si los tenía era recién cumplidos, vi unas escenas en las que la presencia de Bob me pareció totalmente terrorífica, hasta el punto de que a día de hoy me conmuevo recordando lo mal que lo pasé al verlas. Hay una escena que no olvidaré o, mejor dicho, dos escenas...

Una es la primera aparición de este personaje, oculto a los pies de la cama de la habitación de Laura, como si fuese aquel monstruo, el hombre del saco que todos tememos de críos, el monstruo que se oculta detras del rabillo del ojo por decirlo de otro modo... La otra escena que me impactó es aquella no menos mítica que la anterior en la que vemos como la cámara, grabando desde un ángulo bajo el salón de la casa de los Palmer, nos muestra como Bob aparece de fondo, avanzando lentamente hacia nosotros, con una sonrisa desquiciada hasta llegar a un primer plano que daba la sensación de que iba a salir de la pantalla. Sin duda, fue una escena que de pequeño me impactó tanto que mi primera reacción fue, con esos tiernos cinco años de vida, salir corriendo de la sala de estar en donde estaba viendo esa escena. Recuerdo cuando se estrenó "The Ring", que yo decía que en realidad Sadako era el melenas de Twin Peaks en chica... Y quién sabe, porque si hay un país extranjero en donde tuvo gran éxito Twin Peaks, ese es Japón, asi que puede que los que estuvieron al cargo de "The Ring" tengan algo que decirle a la creación de Lynch y Frost.

Y el otro gran personaje que me conmovió fue Audrey. O dicho de otro modo, Audrey es de esos personajes ficticios que enamoran a uno, amor platónico lo llamarían otros.

Muy pocas cosas recuerdo de aquel lejano primer visionado de Twin Peaks (aparte de que por aquel entonces era un niño de no más de cinco años y no me enteraba de la misa la mitad), pero recuerdo escenas que permanecieron en mi mente imborrables, como las mencionadas en el párrafo anterior, y otras protagonizadas por Audrey, como aquella en la que bailaba como entrando en trance, u otra en la que hacía un nudo con el rabito de una cereza usando solamente su lengua. Audrey es sin duda el personaje más afín a la figura de femme fatal de una historia. Atractiva, sensual, tentadora, y tan buena como mala, Audrey era algo que iba más allá de los modelitos propios de la moda "inocente" de los años 50 con la que vestía, Audrey es en mi opinión la primera y auténtica sex symbol de la historia de la (buena) televisión, con una sensualidad contenida, rugiendo fuertemente en su interior...

Y claro está, tampoco puedo olvidar mencionar a esos personajes tan extraños como bizarros, ante los que podíamos ver como en un primer momento Cooper se extrañaba como si de extraterrestres se trataran, como por ejemplo la perturbadora Lady Leño, personaje que fue creado tras una apuesta entre Lynch y el productor de Eraserhead, quien le dijo a Lynch que no sería capaz de introducir a un personaje así en la serie, pero vaya que sí lo hizo... Otros personajes en la misma línea son el colorido doctor Jacoby, un psiquiatra al que quizás su profesión le haya influido demasiado (y no sólo en la forma de vestir si no mentalmente hablando); jóvenes que aparentemente parecen haber salido de aquellos institutos de los años 50 con sus chupas de cuero, como James o Bobby; enanos vestidos de rojo que bailan en habitaciones rodeadas por terciopelo rojo; o secretarias con voz de pito enamoradas de torpes varones como el pobre e inocente Andy...

Hasta el propio David Lynch tendría su propio papel en la serie, interpretando al personaje secundario de Gordon Cole, un supervisor regional del FBI que padece sordera, y que se sirve de unos gritos descomunales para comunicarse con los demás (aunque según el propio Lynch, esto lo hacía para disimular su enorme falta de talento a la hora de actuar, optando por lo más fácil: exagerar mucho a base de gritos). Sin duda, todo el elenco de personajes de Twin Peaks, a cada cual más excéntrico que el anterior, tenían un encanto realmente característico, y como ya he dicho, si no fuera por ellos para Dale Cooper y para el espectador directamente, Twin Peaks no sería lo mismo... Sería simplemente un pueblo más, a pesar de su lejanía con la civilización de las grandes urbes. Sin duda, todos ellos personajes son extraños si, pero irresistibles, todos aportando su granito de arena de tal forma que se cambió el status quo de los personajes de televisión.
"David Lynch como Gordon Cole"


Sobre la serie en sí

Y qué decir de la ambientación, más allá de que fue tan importante como los personajes en si... Twin Peaks es una localidad de unos 51.201 habitantes (aunque la duda es si dicha cifra se refiere a antes o después del asesinato de Laura Palmer, supongamos que antes...), en la frontera entre Canada y Washington, situada en las montañas... Una de las cosas que me encantan sobremanera es esas escenas en las que se nos mostraban los bosques que rodeaban al lugar, con ese hálito de misterio que nos hacia pensar que en ellos se ocultaba "algo"... Envueltos en la niebla y en lo desconocido, me maravillaban esos paisajes tan naturales... Quizás si Twin Peaks estuviese situado en otro lugar de los Estados Unidos, quizás en un lugar más de secano o en una gran urbe, la serie no me hubiese gustado tanto. Y qué decir del pueblo en si... Twin Peaks está habitado por buena gente, o eso parece... Un lugar en el que la vida es sencilla, simple... Pero en el que nadie está libre de pecado, en el que todo el mundo tiene algo que ocultar... Dicha calma y tranquilidad se ve en las casas y restaurantes de la zona, que parecen haberse quedado anclados en los años 50 no sólo por sus decorados si no también por la forma en que visten muchas personas de allí; tan sólo hay que contemplar detenidamente el restaurante en donde sirven esas (según Cooper) tartas de cereza tan valoradas por su secreto sabor, restaurante que incluso cuenta en su decoración con una jukebox de dicha década perfectamente funcional... Sin duda un lugar en donde se mezcla lo retro con lo moderno, y recordemos claro está que Twin Peaks es una serie de 1990, no de 1955.

Pero la ambientación tampoco sería lo mismo si no estuviese acompañada de la que quizás sea la mejor banda sonora que ha tenido una serie de televisión. Personalmente, la banda sonora de Twin Peaks al cargo de Angelo Badalamenti y las canciones de Julee Cruise (sobre todo el tema principal de Falling), son de lo mejor que he escuchado en mi vida en cuanto a bandas sonoras se refiere.

Esto es en gracias posible debido al método seguido por Lynch en el que música e imagen se mezclan como un todo, el cual explicó Angelo Balamenti de la siguiente manera: “Me contaba las escenas antes de rodar, para que yo me creara mi propia impresión: un bosque en la noche, un pueblo tranquilo, una muchacha asesinada... esto ayudó a crear una atmósfera, mas que a seguir una acción o un diálogo (...) Podría decirse que mi estilo se desarrolló a partir de las sugerencias de David, de su visión creativa. Curiosamente, esa especie de acercamiento musical, casi minimalista, que hice con “Twin Peaks”, conectó con gente de todo el mundo. ¡Se vendieron 3 millones de copias del álbum de la Banda Sonora!” 3 millones, nada más ni nada menos... Para una banda sonora, por aquel entonces eso era una cifra desorbitada, y más teniendo en cuenta que era la banda sonora de una serie de televisión.

Los temas son dramáticos, tristes, nostálgicos, tensos... Todos ellos se amoldan con maestría a las situaciones que se nos muestran, evocando sentimientos encontrados en el espectador y produciendo un efecto que es, como poco, sublime. Sin duda, un sobresaliente bien alto en cuanto al apartado musical.

En cuanto a la forma de contar la trama, debería hablar mejor dicho de subtramas... Está claro cual es la primera trama que comienza junto con la serie, la muerte de Laura Palmer; pero si bien esta trama es la primera, no es la más importante, aunque publicitariamente se nos hiciera verla como algo así. Y es que, ¿qué mejor modo hay de enganchar a un telespectador que ofreciéndole en bandeja el típico aperitivo argumental de "quién fue el que hizo esto o lo otro"? Hay una verdad bien clara e irrefutable inherente al ser humano, y es que todos, en mayor o menor medida, somos algo curiosos... El resto de tramas iban desde lo normal y lo cotidiano a lo bizarro y surrealista. Teníamos tramas cercanas al más típico culebrón, a la novela detectivesca, a los grandes thrillers cinematográficos, partes en las que primaba la música por encima de todo, fantasía, o incluso momentos humorísticos y absurdos... Muchas son las referencias e influencias en las que Lynch se basó a la hora de desarrollar estas tramas, pero lo que está claro es que hasta ese momento no habían tenido cabida en la televisión, al menos no contadas con tal maestría. Sin duda, toda esta mezcla de géneros, teniendo los géneros de thriller, intriga y drama como principales puntos de referencia, fue lo que hizo de Twin Peaks una serie con tan buena acogida por parte del público, por una amplia variedad de telespectadores de todo el mundo, todo un cajón de sastre en el que se daban cabida temas como las drogas, el sexo y la delincuencia juvenil, el maltrato a la mujer, crimenes que por su crueldad eran como si no fuesen de este mundo, la paranoia y la locura presentada en distintas y variadas formas... Todo ello perfectamente delimitado por las mentes creativas de Lynch y Frost, unos auténticos genios, sobre todo el primero, encargado directo de todos los elementos "chocantes".

De todas formas, y como curiosidad, hay que decir que muchas de las tramas y elementos introducidos en Twin Peaks fueron fruto de la improvisación. Improvisación, ese famoso recurso tan usado por el propio Lynch, y es que ni siquiera él mismo tenía claro como iba a seguir la serie, a pesar de haberla comenzado de una forma realmente sobresaliente... Fruto de esta improvisación fue la creación de Bob, uno de los mejores personajes más terroríficos y malvados de la historia de la TV o de la ficción en general, me atrevería a decir... La creación de este personaje fue tan casual como que Frank Silva, el actor que interpretaba a Bob (que en paz descanse pues murió en 1995 por SIDA), era el encargado del vestuario en la serie. Lynch le grabó en la habitación de Laura Palmer, agachado tras la cama, sin ningún motivo en especial más allá de que le gustó el plano. Poco después, mientras filmaban la escena en la que la madre de Laura se despertaba gritando de un sueño, se dieron cuenta de que Silva aparecía reflejado en el espejo situado tras ella. A Lynch le impactó sobremanera dicho reflejo, y el resto fue coser y cantar... Bob había nacido, y un abanico de nuevas posibilidades se abría en la caótica mente de Lynch.
"David Lynch, maestro de maestros"

Otra de las cosas que hacían que los espectadores se engancharan a Twin Peaks, más allá del lema "¿Quién mato a Laura Palmer?" y de la cantidad de tramas tan bien tejidas y enlazadas entre si, era el hecho de que el espectador se sintiera como si fuese parte de la misma serie, sobre todo a través de la figura de Dale Cooper, puesto que al igual que el espectador era ajeno a todo lo que había en Twin Peaks. A medida que el espectador se encariñaba con los personajes, Cooper se mostraba más empático con ellos, hasta el punto de decidir quedarse a vivir alli tras terminar esa misión. Pero si algo destaca al igual que todo lo anterior es la cantidad de pistas, elementos y sobre todo simbología que David Lynch iba dejando caer desde el principio. Esa simbología es algo que descolocó sobremanera al público convencional, y sigue descolocando hoy en día a muchos que tan sólo buscan argumentos en donde todo se da bien mascadito, bien explicado, con los puntos sobre las íes... Pero, como decía el propio Lynch: “No me gusta sentar base y dar una explicación concreta. Estoy totalmente en contra de las películas que te ofrecen una sola interpretación. Yo tengo mi propia visión de las cosas y creo que todo el mundo debe ser libre de pensar lo que quiera con respecto a un film”. Y cuanta razón tiene, ya que si no fuera asi, aunque ahora mismo Twin Peaks seguiría siendo una obra maestra, de lo que estoy seguro es de que ya no seguiría dando tanto de que hablar... Tan sólo hay que ver el final, 100% fruto de la mente de Lynch.

Y fruto de la mente de Lynch también están los nuevos conceptos introducidos. Cuando comenzó Twin Peaks, y ante la premisa de "chica asesinada en condiciones misteriosas", muchos se esperaban un thriller cinematográfico llevado a televisión, con elementos policiacos de toda la vida que no se saliesen de lo normal... Pero a manos de Lynch, lo normal es algo que tarde o temprano acaba sobrando, como ya podíamos ver en los primeros capítulos en escenas como la primera aparición de Bob, o el extraño sueño que tiene Dale Cooper en la habitación roja, lugar de llamativo, artístico y original diseño en el que él mismo pero más mayor, se encuentra con Laura Palmer y con un perturbador enano que viste de rojo, a juego con la decoración... En cuanto a lo de Bob, el espectador puede quedar sorprendido de que hay algo que no es normal, que hay algo paranormal por así decirlo... Pero es cuando uno llega a la parte del sueño de Cooper cuando siente como si estuviese contemplando la fumada personal de Lynch traspasada a la pantalla, cuando el típico espectador que quiere todo mascado, premisas simples, etc., exclama algo tipo: "¿¡pero que demonios!?" Hay una cosa que tengo bien clara, como ya dejé caer antes al comparar a Coop con Lynch y a Truman con Frost, y es que si no fuese por Frost, hubieramos asistido a una serie aún más extraña, que seguramente hubiese hallado su cancelación en la primera temporada, ya que dudo que la mayoría de los espectadores de la época estuviesen dispuestos a ver escenas aparente y superficialmente sin sentido capítulo tras capítulo(y resalto lo de aparente y superficialmente).

Y, para que veáis un ejemplo de cómo surgían de la mente de Lynch algunos conceptos y escenarios, he aquí unas lineas extraídas de su libro "Atrapa el pez dorado", en el que explica la creación de la famosa habitación roja:

"Un día de verano estaba en un laboratorio de Los Ángeles llamado Consolidated Film Industries. Estábamos montando el piloto de "Twin Peaks" y habíamos concluido el trabajo del día. Serían las seis y media de la tarde y había salido fuera. Había varios coches en el aparcamiento. Apoyé las manos en el techo de uno de ellos y lo noté muy caliente, aunque no quemaba; era un calor agradable. Estaba apoyado así y, ¡chas!, apareció la Habitación Roja. Y el fondo, y luego parte del diálogo.

De modo que tuve una idea, se me ocurrieron unos fragmentos. Y me enamoré de ellos.

Así es como empieza. La idea te dice que construyas la Habitación Roja. De manera que reflexionas. "Un momento -dices-, las paredes son rojas pero no sólidas." Luego piensas un poco más. "Son cortinas. Y no son opacas, sino translúcidas." A continuación, pones las cortinas. "Pero el suelo... necesita algo." Y regresas a la idea y allí había algo en el suelo: todo estaba en la idea. Así que haces lo del suelo. Y comienzas a recordar mejor la idea. Pruebas algunas cosas y te equivocas, pero las arreglas, añades otras cosas y el final el conjunto produce la misma sensación que la idea original."


Y no sólo escenas como esas no eran normales, también algunas de las grabaciones, totalmente normales en el cine, no lo eran en una serie de televisión... Hasta entonces, en toda serie de televisión tenía que estar sucediendo continuamente algo relevante y con ritmo por así decirlo, todo con tal de cumplir el primordial objetivo de que el espectador no se aburriese y acabara cambiando de canal. En Twin Peaks veíamos escenas que se basaban únicamente en la atmósfera, escenas que tenían su principal objetivo en hacer al espectador parte de lo que veía... Ejemplos de esto son aquellas escenas en las que vemos como una cámara recorre los pasillos del instituto de Twin Peaks, el cual se haya vacío, igual que los corazones de algunos de los residentes del lugar tras enterarse de la muerte de Laura, chica que para muchos era la chica perfecta y auténtico ejemplo a seguir... O esas escenas en las que se nos muestran los sinuosos y oscuros bosques, dejándonos claro que algo malvado se oculta ahi... Y que decir de la escena tan bizarra con la que comienza la segunda temporada, en la que ante un agente Cooper herido se planta un botones de aspecto y comportamiento algo senil durante 10 minutos en los que apenas sucede nada... ¡10 minutos! Sin duda, Twin Peaks innovó incluso en el ritmo narrativo de las series, demostrando que más valía tomarse su tiempo en narrar algo que finalmente transmitiera de una forma u otra una sensación al espectador, que en contar siempre lo mismo (pero con distintas caras y escenarios) dependiendo continuamente de la acción en pantalla y demás simplezas...

¡Demonios, si hasta los planos estáticos de la cascada al lado del Great Northern, capítulo tras capítulo, podrían tener su interpretación...! Que ojo, yo tengo mis propias interpretaciones de todo lo que vi, como en la vida misma vamos, y eso es lo que me encanta de Twin Peaks, el cómo Lynch nos intenta transmitir algo, todo a la libre interpretación e imaginación de cada uno que, al contrario que otras series que vinieron después, lo que Lynch nos presentaba si tenía un significado. Independientemente de que de primeras determinados elementos resultaran extraños o fuera de lugar, no estaban puestos porque sí, pues todos tenían su porqué. De ahí que diga que, en cuanto a usar el cine como si se tratara de un arte transmisor de sensaciones e imaginación, David Lynch es un auténtico maestro de maestros.

Volviendo a emitirse una y otra vez tras cancelación y cancelación

Y en cuanto a la cancelación... La verdad es que resulta raro hablar de la cancelación de Twin Peaks, más teniendo en cuenta que en principio fue una serie que, al ser estrenada en 1990, tenía millones de espectadores, y Lynch recibía elogios y premios por igual... La primera temporada se emitió los jueves por la noche entre Abril y Mayo de ese año, y los resultados en cuanto a audiencia fueron más que notables, un éxito. Por ende, en Septiembre del mismo año se estrenó la segunda temporada, pero la ABC cometió un gran error, que fue el emitir Twin Peaks los sábados por la noche, en vez de los jueves como se había hecho con la primera temporada... He ahí el principal problema, ya que la gente que solía ver la televisión los sábados por la noche en Estados Unidos era gente de otro tipo, quizás personas mayores, no acostumbrados a series tan distintas a lo que estaban acostumbrados a ver como lo era Twin Peaks. Sin embargo, aunque descendiera la audiencia, esta seguía siendo alta, y es que muchos se negaban a quedarse sin saber quién mató a Laura Palmer.

Y he ahí el segundo error... como dije unos cuantos párrafos más atrás, las cadenas de televisión anunciaban Twin Peaks con la coletilla de "¿quién mató a Laura Palmer?" para así atraer al público y engancharle, como si el asesinato de Laura fuese el único misterio de la serie, cuando tan sólo era el primero de muchos de los que se iban desarrollando a lo largo de la misma. El problema fue que, a pesar de que David Lynch y Mark Frost hubiesen creado su propia compañía de producción llamada "Lynch & Frost Productions" para así tener su independencia y que los ejecutivos del estudio de televisión no metieran mano, las órdenes del canal ABC que les permitía aprobar finalmente su invento eran fuertes, por lo tanto les presionó para que desvelaran lo antes posible el misterio en torno al asesinato. Lynch y Frost eran conscientes de que el asesinato de la susodicha era tan sólo uno de muchos misterios, y como el propio Lynch declaró en más de una ocasión, no tenían intención de desvelar dicho dato hasta más adelante, si es que lo desvelaban... Pero finalmente, y por la mencionada presión de la ABC, en el episodio 14 se acabó sabiendo quién era el asesino de Laura...

Tras esto, entre que la serie se emitía en un horario no muy adecuado a ella, y que se había resuelto el que para muchos era el único misterio de la serie, Lynch como que empezó a perder interés en Twin Peaks, ya que no la veía como su único invento en compañía de Frost, si no como una serie suya que la ABC había mancillado por presionarle. Asi que Lynch, a pesar de seguir supervisando los guiones de la serie, se centró más en su nueva película, titulada "Wild At Heart". Los guionistas que se encargaron de las tramas a partir del episodio 15 no sabían muy bien que hacer con ella, a donde llevarla, y es que sin el cerebro de Lynch y Frost trabajando en conjunto, la serie era como si hubiese perdido su rumbo, con episodios en los que apenas sucedía algo relevante, y en los que el nivel de calidad descendía bastante, de forma parecida que las audiencias...

Asi que tras el episodio 23, debido a los bajos niveles de audiencia la ABC canceló Twin Peaks, dejando la serie totalmente inconclusa. Fue entonces cuando los espectadores más fieles a la serie, los que habían visto a Twin Peaks desde un principio más como una serie llena tanto de misterios como de posibilidades y potencial, más que como una serie de detectives en la que se producía un asesinato, fundaron la plataforma C.O.O.P., que aunque tuviese el mismo nombre que el apellido del agente protagonista de la serie, eran las siglas de "Coalition Oposed Offing Peaks" (algo así como "Coalición Opuesta a la Cancelación de Twin Peaks"). Esta plataforma de protesta quería tres cosas: la primera de ellas que volviera a emitirse la serie, la segunda que trasladara su horario de emisión al original los jueves por la noche, y por último que Lynch y Frost volviesen a ocuparse de los guiones, que no la tuviesen tan abandonada... Aunque esto último era algo que cumplirían seguro si la ABC cedía, ya que la plataforma tenía como miembro al propio David Lynch, que fue uno de los que metieron más presión a la cadena con el objetivo de poder continuar o, al menos, finalizar la serie.

Después de numerosas propuestas, toneladas de cartas a la cadena pidiendo el retorno de la serie, etc... La ABC acabó cediendo y le permitieron a Twin Peaks volver a su parrilla televisiva después de ser cancelada entre Febrero y Marzo de 1991. Para anunciar su vuelta, se hizo un gracioso anuncio publicitario en el que Dale Cooper se despertaba en su cama del Great Northern Hotel tras tener una pesadilla, exclamaba sorprendido: "Tuve una pesadilla terrible: Estaba en la noche de los sábados. ¡Qué alegría volver a los jueves!" Y es que asi era, Twin Peaks volvía al horario que tan buenos resultados dió durante la primera temporada. Pero claro, Twin Peaks era una serie en la que, al contrario que el anterior tipo de series de televisión hasta la fecha, era necesario ver todos sus capítulos ya que en conjunto formaban una trama plagada de detalles y referencias a episodios anteriores, por lo tanto muchos no se enteraban de la misa la mitad... Asi que las audiencias continuaron siendo igual de bajas a pesar de todos los esfuerzos, teniendo como únicos espectadores a aquellos que se habían mantenido fieles a la serie desde un principio. Finalmente, en Abril de 1991, la serie fue de nuevo cancelada en el episodio 27.

Y nuevamente, los fans volvieron a protestar y a protestar... Por lo visto, Lynch había establecido un contrato con la ABC que le daba derecho a rodar al menos dos episodios más; por lo tanto, la ABC finalmente dió el visto bueno y le permitió rodarlos con la condición de que finalizara la serie, pues no le permitirían rodar más. Asi que Lynch, teniendo esto en cuenta, realizó los episodios 28 y 29, en los que metió primera mano. Estos dos últimos episodios se emitieron seguidos en un especial a modo de telefilm en Junio de 1991 (casi dos meses después de su última cancelación), dentro del programa "ABC Monday Night Movie". Lynch realizó los últimos episodios, y en cuanto al final... en cuanto al final... Pues tan sólo decir que creo que ninguna serie, cómic o lo que sea me había impactado tanto con un final asi... en mi opinión, un final que como toda la serie en si, es simplemente (o complejamente más bien) sublime. Tan sólo otra gran serie (a la que Twin Peaks le debe mucho, y como bien declaró Mark Frost éste estaba influido por ella) ha ofrecido hasta la fecha un final así de impactante. Si, estoy hablando de aquella maravillosa serie de los años 60 de la que ya hablé por aqui, The Prisoner.

Twin Peaks: Fuego Camina Conmigo

Si bien la serie fue cancelada, esta tuvo su peculiar continuación en cine, gracias a la película de 1992 "Twin Peaks: Fuego Camina Conmigo". Y digo peculiar porque si bien puede considerarse como un epílogo de la serie, de la misma forma es un prólogo de la misma, ya que se trata de una precuela que nos narra, teniendo en cuenta que uno ya se ha visto la serie, los últimos siete días de la vida de Laura Palmer antes de morir. Muchos se preguntarán por qué se hizo esto, por qué se realizó una precuela en vez de una secuela. Como ya he dicho en el párrafo anterior, Twin Peaks finalizó en Junio de 1991 con el episodio 29 (episodio 30 si se tiene en cuenta el episodio piloto), pero unos pocos meses antes, en Febrero, Lynch había firmado un contrato de setenta millones de dólares por un lapso de tiempo de siete años con la productora Frances oygues, CIB Y 2000, en los que debería realizar tres películas. Aunque Lynch tenía en mente poner en marcha un nuevo proyecto, Spelling Entertainment le hizo saber su interés de que éste realizara una secuela de Twin Peaks, sin ningún tipo de limitación o presión televisiva como había tenido durante su emisión en la ABC. Mark Frost se desentendió del proyecto, ya que él prefería realizar una secuela en vez de una precuela como quería Lynch. Asi que éste último, en compañía de Robert Engels, escribe el guión de "Fuego Camina Conmigo", película que llevaba la coletilla de “Teresa Banks y los Siete Últimos Días de Laura Palmer".

La película contaría con el mismo reparto que en la serie, salvo algunas excepciones como el personaje de Donna o Dale Cooper que, a pesar de haber aceptado, se comprometió a salir durante poco tiempo, cosa que no le importó mucho a Lynch ya que el verdadero protagonista de la película sería Laura Palmer, a excepción de los 25 primeros minutos del film, protagonizados por otro agente del FBI interpretado por Chris Isaak, de nombre Chester Desmond (cuyos actos en un principio estaban pensados para Kyle MacLachlan como Dale Cooper). Y ya que hablo del reparto, cabe destacar que en esta película aparecía el cantante y actor David Bowie, cuya aparición fue promocionada como "su retorno a la gran pantalla", cuando tan sólo aparecía en ella no más de dos minutos... Incluso aparecía Kiefer Sutherland (el protagonista de la célebre serie "24"), que en esta película adoptaba el papel de Sam Stanley, el ayudante del agente Desmond.

En un principio, la intención de Lynch era comenzar con esta precuela de la serie (sobra decir que era imprescindible verse antes la serie de TV, ya que el hecho de ver antes la película que la serie era como calzarse un spoiler de proporciones cósmicas...), y dependiendo del éxito de la misma realizar futuros films relacionados con Twin Peaks (parecido a lo que se hizo en los 80 con "Star Trek", vaya). En esta precuela, y como bien dice el título, asistimos a los últimos días de la caótica vida de Laura Palmer, pero antes de ello asistimos a la misión del agente del FBI Chester Desmond, quien en compañía de su ayudante Sam Stanley investigan el asesinato de la joven Teresa Banks, un caso que, al estar catalogado como un caso relacionado con la Rosa Azul (algo así como un auténtico expediente X o caso fuera de lo normal), acaba desembocando en consecuencias imprevistas que finalmente acaban recayendo en el carismático agente Dale Cooper, quien toma el relevo dejado por Desmond.

La película se estrenó en el Festival de Cannes de 1992, y como en toda película de Lynch, hubo dos tipos de reacciones bien opuestas entre el público: o la amaban o la odiaban. Y es que en cuanto a los segundos, éstos se esperaban más que nada una continuación de Twin Peaks, no una precuela, a pesar de que el título de la película ya la presentara como tal, quizás este tipo de público se esperaba algo más. Tras este estreno, la película se estrenó en Japón, en donde fue todo un éxito, quizás porque las mujeres de aquel país del lejano oriente se sintieron identificadas con la figura de Laura Palmer, la de una mujer encerrada y limitada por su cuerpo, de la misma forma que su sociedad las oprimía en cierto grado... Sin embargo, dicho éxito no se produjo en su país de origen, en Estados Unidos, en donde fue un fracaso de taquilla; ni tampoco en Europa, en donde tan sólo fue estrenada en Gran Bretaña obteniendo cierto éxito. En España tuvimos que esperar hasta 1997, hasta que el Canal + la emitió en un especial en torno a la figura de David Lynch. Y para terminar de hablar sobre esta película, si me preguntáis mi opinión sobre ella, decir lo mismo que he dicho de la serie. Una película que me encantó, tanto por su trama, su estilo tan a lo Lynch, con esa atmósfera que sumada a la banda sonora hacen de ella algo tan especial, además de suponer una forma (única forma de hecho) de volver a visitar aquel pueblecito que tan buenos momentos me ofreció como espectador.

Finalizando

Para ir cerrando, decir que Twin Peaks, tras la emisión de su primera temporada, recibió gran cantidad de nominaciones para los premios Emmy de 1991: mejor serie dramática, dirección, guión, actor y actriz principal secundaria. Desgraciadamente, al ser una serie tan poco común, todos los premios fueron a parar inmerecidamente a una serie de carácter más conservador y tradicional como "La Ley de los Angeles", quedándose tan sólo con los premios a mejor banda sonora, diseño de vestuario y montaje. A pesar de ello, ese mismo año recibió tres Globos de Oro, los más importantes en cuanto a TV, el de mejor serie de drama, mejor actor (MacLachlan), y actriz secun daria (Laurie).

Además, fue de las primeras series de TV de las que se hizo bastante merchandising fruto de su éxito: pines, gorras, tazas, tartas de cereza aprovadas por Dale Cooper... He aqui algunos anuncios publicitarios que, dado lo curiosos y chistosos que me han parecido, no me he resistido a incluir en este artículo:


Así como se inició lo que hoy en día es algo común pero que por entonces fue algo tan innovador como la propia serie: merchandising que servía para ahondar aún más en la mitología de la serie, en el universo Twin Peaks, dicho de otro modo. Esto era gracias a productos como "El Diario de Laura Palmer", escrito por la hija de David Lynch, Jennifer Lynch, un libro muy en la línea de lo que sería la película; o la "Autobiografía del Agente Cooper: Mi vida, Mis Cintas", escrita por el hermano de Mark Frost, Scott Frost. Aparte, se produjeron otros lanzamientos como la colección de cartas coleccionables y la cinta de cassete "Diane... the Twin Peaks Tapes of the Agent Cooper”, cinta en donde se recopilaban todas las grabaciones de Cooper en su estancia de Twin Peaks, incluso algunas que no llegábamos a ver en la serie pero que encajaban perfectamente en la continuidad de la misma (curiosamente, y dejándo atónitos a muchos, esta cinta de cassete llegó a ganar un premio Grammy, el de mejor grabación no musical).

En fin, sin duda Twin Peaks fue una serie que rompió moldes, una serie de la que todas las series de los últimos años han bebido de una forma u otra de ella (ejemplo máxime de ello es la famosa "Lost", como bien reconocen los que estaban al cargo de ella), haciendo posible que algunas de ellas hayan llegado a tan altas cotas de calidad alcanzadas (series como "The Wire", "Los Soprano", "The West Wing"... todas ellas deben de un cierto modo su éxito y calidad gracias a lo que instauró en su día Twin Peaks). Con Twin Peaks la televisión dejó de ser la caja tonta, dejó de ofrecer lo que para muchos era telebasura, y consiguió poner a las series de TV a la altura del cine, como algo serio, en donde también podía haber calidad. Una prueba clara de esto último es como famosos y prestigiosos directores de cine como Martin Scorcese han dado en la actualidad el salto del cine a la TV, de la misma forma que hizo Lynch en su día, hace ya 20 años... Y pasen los años que pasen, una cosa está clara, y es que gracias a Twin Peaks la televisión no volvió a ser lo mismo. Twin Peaks seguirá siendo una auténtica obra maestra que seguirá dando de que hablar por su potencial como serie en todos los sentidos y por su libre interpretación, y por la gran influencia que fue en su día para todo lo que vino después; influencia a la que muchos hemos de estar agradecidos, ya que si no fuese por ella seguramente no disfrutaríamos de las grandes series que hemos podido disfrutar en la última década del 2000-2010... Sin duda, David Lynch demostró ser un genio no sólo adelantado a su época, si no también a nuestro presente.




3 comentarios:

El Tipo de la Brocha dijo...

¿Podrías decirme qué partes puedo leer del artículo sin destriparme la serie? Llevo tiempo queriendo verla y, sin que sirva de precedente, aquí los spoilers sí me preocupan.

Mustangcillo dijo...

Te lo puedes leer entero ^^, ya que mis artículos los escribo de tal forma que gusten tanto a gente que no ha visto nada en absoluto para que se interesen por la serie, cómic, o de lo que sea que hablo; y también para gente que ya se la ha visto. Descuida, no he metido ningún spoiler como quién es el asesino de Laura o cómo acaba la serie. De haberlo incluido, hubiera avisado en letras bieeen grandes.

Mustangcillo dijo...

Y, ya de paso te digo algo que le digo a todo el mundo cuando hablo de Twin Peaks: DEBES ver esta serie.