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domingo, 22 de mayo de 2011

Thor de Roy Thomas


Si bien una de las mejores etapas de Thor fue la de Stan Lee y Jack Kirby en los 60, y la mejor sin discusión la de Walter Simonson durante los 80, hay una etapa más corta que las dos anteriores que nada tiene que envidiar de ellas a nivel tanto gráfico como argumental. Sin embargo, se podría decir que la etapa de Roy Thomas en la colección del dios del trueno de Marvel es la gran olvidada, al igual que muchas otras etapas de otros superhéroes de Marvel durante la década en que fue publicada, en los años 70. Tras la marcha de Jack Kirby primero y Stan Lee después, los nuevos guionistas de Thor que más tiempo estuvieron controlando el rumbo de dicho personaje fueron Gerry Conway y, tras éste, Len Wein. Ambos guionistas se dedicaban a ofrecernos historias que evocaban en cierta forma a las que ya nos ofreció el tándem formado por Lee y Kirby en los 60, aunque el nivel era algo inferior, sobre todo en la parte argumental, la artística era impecable ya que por suerte contaban con la ayuda de dibujantes como el gran John Buscema, que en la etapa de Wein fue sustituido por Walter Simonson, futuro mejor guionista (y dibujante) de Thor.


En 1978, concretamente en Junio de ese mismo año, llegaba Roy Thomas en el número 272 de The Mighty Thor como nuevo guionista de la colección, y éste lo hacía con unas intenciones bien claras. En primer lugar ya dió muestras de su primer objetivo, que era reforzar las raíces mitológicas del personaje y su entorno, pues en los años que habían pasado desde la creación de Thor no habían sido pocos los dioses (fuesen asgardianos, griegos o incluso egipcios) que habían pasado por la colección. Pero sin salirse de la mitología escandinava, Roy Thomas comienza por relatarnos en dicho número una historia autoconclusiva en la que Thor les relata a un grupo de niños una historia de su pasado, en la que éste ahora humilde personaje demuestra que a pesar de ser un dios tampoco es un ser invencible, por lo poderoso que pueda llegar a ser. Cabe destacar que desde este número Thomas cuenta con la colaboración de John Buscema a los dibujos, y con Tom Palmer como entintador de los mismos, formando así el equipo que tan buenos resultados dió en los años 60 en la colección de los Vengadores, en una de las mejores (si no la mejor) etapa del supergrupo.

Pero la odisea que Thomas nos cuenta comienza de verdad en el número siguiente, cuando recupera al personaje olvidado por muchos de Harris Hobbs, un periodista que trabaja para la televisión, y que durante la etapa de Lee y Kirby al frente de la colección llegó a pisar la mismísima Asgard, hogar de los dioses nórdicos y consecuentemente hogar de Thor. Esta es la primera muestra de las intenciones de Thomas, que no van más allá de atar cabos sueltos rescatando conceptos y personajes del pasado de la colección, incongruencias argumentales que se habían ido presentando, así como dar respuestas a multitud de preguntas que se habían hecho los seguidores de Thor durante los 200 números que ya iba a alcanzar el título. De hecho, todas estas intenciones eran algo, llegados a ese punto, totalmente necesario.

Thomas profundiza en la base mitológica de Thor, y esto lo demuestra añadiendo elementos como los cuervos de Odín, Hugin y Munin, su impresionante caballo de ocho patas Sleipnirr, así como el otorgarle al padre de todos su poderosa lanza Gungnir a la par que le arrebata un ojo, ya que el Odín mitológico, al contrario que el de Marvel, era tuerto. Y si hay un elemento que escaseaba en la colección, este era la falta de mujeres en Asgard. En realidad, por motivos del comics code que regulaba estrictamente los contenidos de los comics en los años 60 y con menos restricción en los 70, entre otras cosas, pocas mujeres de origen asgardiano habían aparecido en la colección. Las pocas eran o una villana (la Encantadora), o la guerrera y a la vez amada de Thor (lady Sif), así como la más basta que las dos anteriores Hildegarde y su frágil hermana. Thomas recupera a todas las mujeres que no habían aparecido en la colección pero que, sin embargo, si eran mencionadas en los mitos sobre Asgard. De esta forma asistimos por primera vez a la llegada de todas estas mujeres al reino eterno de los dioses nórdicos, de entre las cuales destaca Frigga, la mujer de Odín, entre otras como Sygin, la sufrida esposa de Loki.

El motivo de la ausencia de las mujeres de Asgard hasta ese momento, así como muchas otras preguntas fueron respondidas brillantemente por Thomas. Por responder, éste nos explicó hasta el motivo de por qué en los mitos Thor era pelirrojo y, por el contrario, en los comics de Marvel Thor era rubio. O incluso el porqué Asgard tenía un aspecto tan "retrofuturista" por así decirlo, cuando en los mitos se nos describía como un glorioso reino más acorde con las ciudades o reinos de la época en que estas leyendas fueron escritas y relatadas, hace cientos y cientos de años... En esta primera saga, asistimos a un enfrentamiento entre Thor contra él mismo, aunque en realidad tan sólo se trata de un Thor que básicamente es un humano, pero que con la astucia de Loki logra obtener la esencia de Thor y, por lo tanto, los poderes del mismo, entre ellos levantar y blandir el martillo encantado Mjolnir. De hecho, Loki es el gran desencadenante del primer arco de la etapa de Thomas, el cual girar en torno a un nuevo Ragnarok. El Ragnarok es algo así como el fin del mundo para los dioses nórdicos o, dicho de otro modo, el fin de Asgard y consecuentemente de la Tierra a la que ésta se halla ligada.

Tras este primer arco argumental en el que una a una se cumplen las profecías que desembocarían en el temible Ragnarok, Thor menciona a los Celestiales, unos seres alienígenas de rostro impasible y proporciones descomunales que en los albores de la humanidad (y nunca mejor dicho), y partiendo de un grupo de primates dieron origen a la raza humana, además de a una especie de seres inmortales llamados los Eternos, así como a los enemigos de estos inmortales, los mutantes conocidos como Desviantes. Todo esto se nos explicó en la serie de los Eternos, creada por Jack Kirby tras su vuelta a Marvel en 1975. En un principio, Kirby creó a estos personajes como si no fuesen parte del Universo Marvel a pesar de que fuese un título publicado bajo el sello editorial Marvel. Se trataba de una colección en la que Kirby daba rienda suelta a sus creaciones, bastante buena por cierto, pero que por desgracia fue cancelada, quedando asi inconclusa. Roy Thomas decidió terminar dicha historia en la colección de Thor, ya que era idónea para ello debido a su contexto, plagado de dioses y demases... Así, en The Mighty Thor Annual nº 7, los Eternos pasan a formar parte del Universo Marvel, en una historia ambientada 1000 años atrás en la Tierra, en la que Thor conoce tanto a esta misteriosa raza como a los Desviantes, así como la existencia de los creadores tanto de Eternos, humanos y Desviantes, los omniscientes Celestiales.

Ya en el presente y volviendo a la serie regular, Thor descubre gracias a Mimir, el flamígero personaje lleno de sabiduría de Asgard, que dicho encuentro hará 1000 años con los Eternos le fue borrado de la mente por éstos seres inmortales. Mimir le hace recordar todo, y eso incluye el peligro que se avecina, el cual es una nueva llegada de los todopoderosos Celestiales, quienes tienen intención de comenzar un juicio de unos 50 años que decidirá el destino de la humanidad, destino que no es otro que el que sigan viviendo y desarrollándose como raza de seres vivos si son juzgados como dignos de ello, o aniquilados si por el contrario resultan ser indignos. Thor no está de acuerdo en que unos seres alienígenas juzguen de esta forma a la raza humana que ellos mismos crearon, así que decide comenzar con ayuda de los mencionados Eternos una misión que tendrá como principal objetivo impedir el juicio celestial, ya que la humanidad no es que haya obrado bien en su totalidad en los últimos siglos y el resultado de dicho juicio es, por desgracia, previsible...

Después de ofrecernos un trabajo más que notable en la parte artística de la colección, John Buscema y Tom Palmer acabaron dejándola a la altura del número 279 (aunque Buscema volvió poco después para dibujar un par de números más). Tras la primera marcha de Buscema, asistimos a unos capítulos autoconclusivos, en los que Thor se enfrenta a Hyperion, en una historia que merece ser nombrada ya que está dibujada por Wayne Boring, famoso dibujante de Superman en los años 50. Y si tenemos en cuenta que Hyperion es la contrapartida del superhéroe icónico de DC en Marvel, es como si asistiésemos al esperado enfrentamiento entre Thor y Superman, con unos resultados que no llegan a resolver la eterna pregunta de "¿quién de los dos es mas fuerte, Thor o Superman?" Tras esta historia autoconclusiva, Thor pasa por unas aventuras en las que se cruza con enemigos más propios de su otra colección al lado de los Vengadores: el Fantasma del Espacio e Inmortus. Lo más importante de estas historias "de relleno" es la incorporación de Keith Pollard a los lápices, dibujante que se quedaría en la colección de forma permanente tras el breve retorno de Buscema.

Los números que van del 283 de The Mighty Thor hasta el 300, mas el epílogo en el 301, forman la saga conocida como la saga de los Celestiales, un extenso arco argumental que sirve como ejemplo perfecto de lo que ha de ser Thor, la colección de Thor. Cabe destacar que los últimos números, del 298 al 300 están guionizados por Ralph Macchio y Mark Gruenwald, que juntos concluyen dicha saga con la misma maestría con la que lo habría hecho Thomas. Bien sabido es que en The Mighty Thor se alternaban historias que tenían contextos y escenarios diferentes, siendo tres bien distintos: la Tierra, Asgard y el espacio infinito. Sin duda, las mejores historias eran las de Asgard seguidas de las espaciales, pero Roy Thomas mezcla todos estos conceptos de manera magistral en una sola saga en donde prima la épica, con historias que logran enganchar al lector, ávido de respuestas que no se empezó a preguntar hasta la llegada de este guionista, ya que hasta entonces muchos lectores habían asumido que el Thor de Marvel se trataba simplemente de una mezcla de distintas mitologías y leyendas de pueblos normandos y germanos.

Al margen de estas historias se encuentra el The Mighty Thor Annual nº 8, en el que se nos relata la famosa Guerra de Troya. Muchos pensaran qué tiene que ver esta otra leyenda de otra mitología con Thor, y es que Thomas, al igual que demostraría poco después en la colección regular, incorpora no sólo a Thor, si no también a Loki como personajes definitorios en dicha leyenda sin cambiar nada de ella. Y si digo al igual que lo demostraría después, esto es debido a que tras un enfrentamiento en el que los Eternos ayudados por Thor se enfrentaban al Olimpo de Zeus y a Odín, el hijo de este último decide partir en busca de respuestas en torno a los misterios acerca de él mismo y de su padre, para obtener dichas respuestas en forma de una nueva y marveliana versión de "El Anillo de los Nibelungos" de Richard Wagner, el cual era una compilación de leyendas nórdicas realizada en el siglo XIX. Todos estos secretos y esta nueva versión de la ópera de Wagner nos son narrados a través del personaje de Ojo, quien le cuenta a Thor que antes de él ya existió otro Thor, otro Odín, otra Asgard; la cual tuvo su correspondiente Ragnarok, el cual milagrosamente no afectó a la Tierra. Tras dicho Ragnarok hubo unos pocos dioses de esta anterior Asgard supervivientes, antiguas divinidades asgardianas de quienes proviene el mismísimo Odín, creador de las leyendas actuales que tanto Thor como los lectores habían conocido hasta el momento, así como creador de todos los personajes relacionados con Asgard que hasta esta saga habíamos conocido en The Mighty Thor. También conocemos otras encarnaciones mortales de Thor, que no son ni más ni menos que los protagonistas de "El Anillo de los Nibelungos", siendo éstos Sigmundo primero y su retoño Sigfrido después, los cuales según Thomas no eran más que encarnaciones terrenales del dios del trueno obra de Odín.

Todas estas historias se suceden con total maestría. Roy Thomas es un apasionado de los mitos normandos y germanos, y eso se nota, ya que en toda su etapa todas las incógnitas y lazos entre Thor, Odín, el pasado de ambos, el origen de humanos y dioses, los Eternos, los distintos dioses en los que ha creido la humanidad, y otros conceptos, son relacionados de forma magistral, de manera que al lector no se le escapa detalle ni tampoco se queda con dudas tras terminar de leer esta saga; saga que, como ya dije al principio, me desconcierta que a pesar de su importancia en sus argumentos y en la calidad que atesoran tanto sus guiones como sus dibujos, sea una etapa más olvidada que la de Kirby o la de Simonson, ya que si no fuese por Roy Thomas, a día de hoy muchos lectores seguirían preguntándose multitud de cosas sobre Thor, preguntas que gracias a Thomas vimos respondidas, a pesar de que posteriormente algún que otro guionista metiese la pata olvidándolas...

En fin, que estamos ante una de las mejores etapas de Thor, en mi opinión la tercera de las mejores etapas del personaje (en primer lugar mi favorita es la de Simonson, seguida muy de cerca por la de Kirby). Una etapa en la que se nos muestran claramente las diferencias entre el Thor mitológico que existe desde tiempos inmemoriales con el Thor del Universo Marvel, diferencias que al final no son tal puesto que creación mitológica y creación por parte de Lee y Kirby se mezclan perfectamente, así como la introducción y conclusión de la historia iniciada por Jack Kirby de los Eternos. Para todos aquellos que quieran leer esta etapa, aconsejo recurrir a la "Biblioteca Marvel: Thor", publicada hará casi unos 10 años en España, pero que hoy en día se puede conseguir sin grandes dificultades en el mercado de segunda mano. De hecho, yo la adquirí no hace mucho y en perfecto estado de conservación, y a precio de portada, por suerte. Concretamente, la etapa de Roy Thomas abarca los tomos del 26 al 30, pero recomiendo leer antes los 25 números anteriores para un mayor entendimiento ya que leer únicamente estos números puede hacer que la lectura se torne un tanto densa o incluso pesada. Además, estamos hablando de una colección que recopila el primer y mejor Thor, el de Lee y Kirby, Conway y Buscema, Wein y Simonson, y Roy Thomas entre otros más. Sin duda, una etapa y sobre todo una colección a la que calidad no le falta, en absoluto.

3 comentarios:

El Tipo de la Brocha dijo...

Yo ya admiraba a Roy Thomas por Conan, pero parece que hay más motivos para seguir la trayectoria de ese hombre.

Mustangcillo dijo...

@El Tipo de la Brocha: pues si la verdad je, je. Se me olvidó decirlo, y es que esta etapa de Thor es inmediatamente posterior al trabajo de Thomas y Buscema en la colección del cimmerio. Por ende, ya te puedes hacer una idea de la calidad que tiene.

Anónimo dijo...

Tengo casi todos los números de la Biblioteca Marvel de Thor, habría que hacer algun artículo sobre esas colecciones, fueron una de las mejores ideas que tuvieron en Forum cuando editaban los cómics de Marvel.

Thomas era un auténtico genio combinando los mitos nórdicos con lo establecido por Lee y Kirby.