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domingo, 1 de mayo de 2011

Digimon


Este artículo podía ir cogido de la mano con el anterior que hice referente a la fiebre Pokémon, ya que al poco tiempo de estrenarse Pokémon en las televisiones españolas llegó la serie de animación japonesa Digimon, comenzando a emitirse en el año 2000 si mal no recuerdo, prácticamente un año después de que comenzara a emitirse en Japón. Era una época en que gracias al éxito de Pokémon los monstruos-mascota estaban de moda, y eso se podía comprobar con tan sólo ver la gran cantidad de basura que emitían por TV. Pokémon, Monster Rancher... Y algún que otro anime más basado más en el concepto de coleccionar algo inexistente en la realidad que en el tener como mascota a un monstruo de ojos grandes. Digimon era una serie que, al igual que Pokémon y demás series protagonizadas por chavales que coleccionaban cosas y se flipaban al límite entre fuegos de artificio, estaba destinada a un público mayoritariamente infantil. Aunque Digimon tenía el beneficio de que se tomaba algo más en serio a los jóvenes espectadores que Pokémon, de eso no hay duda. Esto hizo que Digimon tuviese gran aceptación por parte de muchos preadolescentes o chavales que tenían la misma edad que el grupo protagonista de la serie, grupo en el que tan sólo había en un principio un niño pequeño mucho más joven que el resto.


Al igual que Pokémon, Digimon estaba basado en un producto anterior. Electrónico también. No me explayaré mucho, sólo diré que se trataba de una especie de Tamagotchi, ese huevo que era una especie de mascota virtual que como todo lo que venía de Japón se nos alertaba por televisión en lo negativamente influyente que era (y razón no les faltaba, había gente que trataba a ese huevo como si tuviese vida y sentimientos propios, amén de personalidad). El Tamagotchi se comunicaba con nosotros por medio de pitidos estridentes, y teníamos que darle de comer, limpiarle las mierdas tan pixeladas como la criatura para que no cubriesen toda la pantalla, etc... Bandai consideró apropiado lanzar al mercado una versión de su Tamagotchi más acorde a un público masculino, pues su ahuevada mascota virtual triunfaba más en las niñas. Asi que dicho y hecho, sacaron lo que fue el primer aparato relacionado con Digimon, con el que uno no sólo tenía que cuidar (confiar) en su mascota, si no también entablar combates con otros poseedores de un Digimon. Después de algunos productos en otros medios como un episodio piloto en manga, en Marzo de 1999 se estrenó el primer episodio del anime, cuyo éxito superó con creces al de cualquier otro producto relacionado con la franquicia, y el cual le permitió alcanzar dicho éxito y sobre todo fama a nivel internacional. Y es de este anime que tanto me molaba con trece años de lo que hablaré a continuación.

¿De qué va?

La historia de Digimon es bien simple. Un grupo de niños están en un campamento pasando las vacaciones de verano, y por algún extraño motivo van a parar a otro mundo llamado Mundo Digital, en donde al momento se convierten en "Niños Elegidos". Pero más allá de obtener alguna habilidad especial o algo así por parte de una entidad desconocida, lo único que obtienen cada uno de ellos es un monstruo parlante cuya estética no está alejada de una pelota rosa con ojos y enorme boca... Pronto son atacados por un Digimon más grande y más malo, y estos monstruitos le atacan escupiéndole pompas (si, tal cual), pero no consiguen nada... Pero para eso están los Niños Elegidos, para que esas bolas parlantes evolucionen. Mejor dicho, digievolucionen. Asi que dicho y hecho, los Digimons digievolucionan en unos monstruitos no menos bizarros que los anteriores (sólo por citar unos ejemplos tenemos una especie de lobo amoroso con cuerno en la cabeza, una planta con voz estridente, una foca con cresta en plan punkarra...) en fin, la cosa es que los Digimons ya en esta forma y atacando en grupo le dan pal pelo al Digimon malo. A partir de ahí, los primeros capítulos siguen una misma estructura: los Niños Elegidos caminan por el Digimundo, se encuentran con un Digimon malo de gran tamaño, uno de los Digimons (comenzando por los de personajes más importantes por parte del guión o, mejor dicho que más llaman la atención como Tai y Matt) evoluciona en un Digimon tope guay de proporciones gigantescas y le da la paliza de su vida al malo. Tras unos cuantos capítulos en los que lo único reseñable es ver lo "complejos" que son los personajes de la serie, se nos presente al primer malo malísimo de los Digimons, que hasta el nombre refleja lo malo que es: Devimon. Este Digimon de estética demoniaca se dedica a sembrar el Digimundo de ruedas negras, las cuales penetran en el interior de un Digimon y le convierten instantáneamente en un Digimon psycho killer.

Por supuesto superada la docena de episodios aproximadamente, los Niños Elegidos vencen a Devimon y a sus secuaces Leomon y Ogremon, para luego embarcarse (en una ballena cuyo interior huele mal) hacia otro continente. Vamos, que la serie está dividida en cuatro partes bien diferenciadas. La primera es lógicamente al comienzo de la serie, con el tema de las Ruedas Negras, primeras digievoluciones, Devimon, etc... La segunda tiene lugar inmediatamente después, desarrollándose en paisajes desérticos y tiene como villano a Etemon, un mono con gafas de sol embutido en un pijama, que además de cantar horriblemente tiene complejo de Michael Jackson (si... Habéis leido bien...), y que viaja a lo largo del desierto como si fuese a dar una gira musical a... ¿A nadie? Tras esta segunda parte en la que los malos eran más malos (un villano con reminiscencias a Michael Jackson creo que ya lo dice todo), y los Digimons en general más fuertes, se llega a una tercera parte que ocupa la mayor parte de la serie. Esta tercera parte comienza con los Niños Elegidos desperdigados de nuevo por el Digimundo, y engañados por un tal Demidevimon que es como Devimon pero en plan bola con alas voladora, y mucho más tonto y cobarde (digo yo que sería la digievolución anterior a Devimon, o algo). Demidevimon sirve a Myotismon, el nuevo malo malísimo más malo que los anteriores y más poderoso que los anteriores también, cuya apariencia es la de un vampiro metrosexual. Como curiosidad, dicha tercera parte continúa desarrollándose en Japón. Por lo tanto, tenemos a Digimons de estética bizarra paseándose por la ciudad (no, no penséis en monstruos tentaculares haciendo cosas sucias a las pobres ciudadanas, pero se le acerca...), a Myotismon dándose paseos por la noche en su carroza tan tranquilo a la par que va chupándole la sangre a las niponas cual Conde Drácula, y a Digimons gigantes destruyendo parte de la ciudad, seguramente porque se sintieron inspirados tras ver Godzilla.

Tras esta tercera parte con digievoluciones aún más poderosas y todo aún más poderoso, más flipante y más lo que sea, llega la cuarta y última parte de la serie, en la que los Niños Elegidos han de volver al Digimundo para salvar el planeta Tierra (esto de ser un niño elegido es una tarea dura, pero los Niños Elegidos tienen tanta personalidad -nótese la ironía- que no dudan en aceptar dicho trabajillo. Porque lo valen). Asi, al volver se dan cuenta de que en el Digimundo ha pasado un año desde su partida (se ve que el tiempo no funciona igual entre el mundo real y el mundo Digimon, aunque después de haber visto como es el Japón en Digimon, o mejor dicho al ver como es Japón en sí con sus bizarradas incluidas, uno no sabe qué es real y qué no...) En fin relaciones entre mundos aparte, aparecen nuevos villanos importantes que son esta vez cuatro. Cada uno más poderoso que el anterior. De hecho, son tan malos que independientemente de que sean un payaso, una marioneta o un prototipo de Metal Gear Rex, se llaman así mismos los Amos Oscuros. Esta pandilla se dedica a asesinar Digimons, como bien demuestran en su debut, matando a Digimons que parecen cacas (de hecho lo son), a ratones que montan cacas, o a bolas rosas voladoras de gran sabiduría... Los Digimons de los Niños Elegidos, aunque a excepción del de T.K. ya no evolucionen más de la evolución alcanzada en ese punto de la serie, son totalmente derrotados y no les queda otra salida que huir. Inexplicablemente, luego remontan sin haber seguido ningún entrenamiento especial, incluso cuando hay movida en el grupo... Y ojo, que por encima de los amos oscuros está... ¿Venga, lo adivináis? Un Digimon más malo y más poderoso que ellos. Si, otro más. Vamos, se podría decir sin ningún problema que Digimon es una especie de beat'em up trasladado a TV, vamos, esos juegos de pegar y avanzar en donde al principio nos ibamos enfrentando a enemigos-masilla por así llamarles, para luego enfrentarnos a un jefe final más malo y más fuerte, y en las últimas fases el primer malo final al que nos enfrentamos ya se nos aparecía incluso como un malo normal antes de llegar al nuevo jefe final, porque nosotros lo valíamos.

Algunos personajes

The good guys

Tai: el líder del grupo. Es el típico líder, aunque en el grupo Tai era más pesado que nadie. Con tono posesivo y ganas de llamar la atención como sea, Tai intenta que el grupo siga adelante, y si alguien muestra algún atisbo de debilidad, como líder bipolar que es o bien le anima educadamente, o bien le da ánimos insultándole, o directamente no se anda con rodeos y le suelta un puñetazo en la cara (aunque esto sólo se lo hace a Matt, ya que es el guaperas y por ende principal rival de Tai del grupo). Su Digimon es Agumon, que es simplemente una lagartija con ojos de osito amoroso que escupe fuego por la boca. Agumon es tan pedante como Tai, aunque verles a los dos solos era como ver a un dúo humorístico. Tai enfadado, diciendo lo mucho que tiene razón en todo, y Agumon soltando chorradas intrascendentales a las que nadie hacía caso, o intentando frenar a su compañero humano cuando las cosas se salían de madre. Luego Agumon digievolucionaba de lagartija a a un T-Rex con casco llamado Greymon. Luego superdigievolucionaba a un T-Rex con armadura metálica y unas pequeñas alas que no usaba mucho pero bueno, molaban y ya esta. Esta superdigievolución se llamaba de forma totalmente original, Metalgreymon, por la cosa de ser más metal, y tal... Y ojo, que luego ULTRAdigievolucionaba en una especie de armadura mucho más pequeña que un T-Rex, pero con la forma de dicho dinosaurio llamado Wargreymon.


Matt: en todo grupo de anime japonés para chavales o JRPG, tiene que estar el típico personaje serio, con mirada seria y afilada que vaya de misterioso y sobre todo de tipo duro, que no dice ni mu a no ser que haya que decirlo, y que en las peleas se desfoga pegando unos gritos que riete tú de los gañanes de pueblo. Pues eso, Matt es el típico pasota rebelde e interesante, y que toca un instrumento musical para ser mas cool. Aunque por problemas de presupuesto en esta primera serie sólo toca una armónica. Ya en siguientes temporadas le veíamos con grupo y todo al chaval haciendo que las nenas mojaran sus bragas en los conciertos. Su Digimon era Gabumon, un lobo amarillo con un dibujo raro en la panza, que llevaba encima piel de lobo (que me pregunto si era suya o de otro). Además, tenia un cuerno en la cabeza. Era como un unicornio, pero en lobo, y como tal daban ganas de achucharle por su apariencia tan mona. Ahora que claro, cuando digievolucionaba cualquiera le achuchaba, porque se convertía en un lobo gigante llamado Garurumon que riete tú de él con esa mirada que tenía. Y de la superdigievolución es ya un apaga y vamonos, porque se ponía a dos patas, se enfundaba un pantalón vaquero y unas hombreras que en chulería y molonidad no le ganaba ni Matt ni nadie. Y que decir de la ultradigievolución, que era directamente como un transformer. Se podría decir que Gabumon tenía las digievoluciones más chulas de todas (y nunca mejor dicho), aunque yo era de los de Agumon, porque los dinosaurios molan más que los lobos, por mucho que estos últimos en el Mundo Digital quieran parecerse a un humano o a un transformer...


Izzy: este niño era mi personaje favorito de toda la serie. Era el típico niño superdotado que todo lo sabía, de hecho con su portátil (con el que tenía una especie de simbiosis, o algo, porque no lo soltaba ni a golpes), descifró en tan sólo un capítulo todos los secretos del mundo Digimon, a la par que lo hizo razonando sobre misterios que iban más allá sobre la existencia de los Niños Elegidos en dicho mundo. Sus compañeros le creían totalmente, aunque vete tu a saber por qué, si era porque a un loco siempre hay que darle la razón, o porque directamente era un genio y había que hacerle caso porque era listo y punto. Su Digimon era Tentomon, un escarabajo volador eléctrico. Tenía unos poderes como los de Pikachu en Pokémon, pero en plan molón. El caso es que Tentomon digievolucionaba en mi Digimon favorito, Kabuterimon, que mira que era feo el jodido pero a mi me encantaba... Una especie de mosca monstruosa gigante, que luego ultradigievolucionaba en un escarabajo de no menos tamaño. Hay que decir que aunque Tentomon fuese de intelectual, no era tan listo como Izzy. Ah, y mención especial merece el portátil de Izzy, que era una auténtica pokédex, digooo Digidex, o como se llame...


Sora: este personaje apenas tenía personalidad. El caso es que le molaba hacerse la tipa dura, y por ende jugaba al fútbol, tan sólo porque creía que eso le daba un toque más machorro. Le gustaba Tai, aunque éste la maltratara... Pero también le molaba Matt y tal... Luego era la buenaza del grupo, que sólo quería buen rollo y tal... Pero tenía una personalidad que no es que la definiesen muy bien desde un principio los que llevaban las riendas de la serie. Muestra de ello es su Digimon, Piyomon, un pájaro rosa que digievoluciona en un ave fénix asexuada llamada Birdramon, para luego ultradigievolucionar en todo un masculino Garudamon. ¿Qué sentido tenía este perturbador (y molón) cambio de sexo? En fin, a pesar de todo esto, Sora era un personaje que me molaba.


T.K.: el hermano pequeño de Matt y el más pequeño del grupo. Es el típico niño indefenso del grupo que sale en todo anime para chavales que se precie. No tiene problemas ni pajas mentales en su cabeza porque es todavía un niño, ni mucho menos pensamientos depresivos. Aunque algún que otro trauma si que tiene, eso no podía faltar... Su Digimon es Patamon, una especie de salchicha voladora con patas (como el nombre indica) y dos alas voladoras que también le sirven de orejas (ríete tu de Dumbo). El caso es que Patamon es un Digimon débil, que no digievolucionaba y que siempre acababa mordiendo el polvo. Eso en un anime japonés de toda la vida significa que tras recibir la correspondiente paliza acabará remontando en cuestión de segundos, y bien que lo hizo Patamon, digievolucionando en un ángel llamado Angemon que era más fuerte que los demás y más pro que el malo de turno. Y cuando digievolucionaba a Magnaangemon era directamente un dios de los Digimon, de angelito nada...


Kari: si Matt tenía un hermano pequeño, Tai no iba a ser menos. Hermana pequeña de Tai, Kari no estuvo presente hasta la tercera parte de la serie, cuando los niños elegidos y medio Digimundo se piran de viaje a Tokyo. Fue allí donde conoció a su Digimon, que era de nivel superior y tal pero que su apariencia era la de un lindo gatito llamado de forma original Gatomon (sobra decir que todos los nombres de Digimons se formaban con una palabra y el sufijo -mon. Y no, Doraemon no era un Digimon aunque bien que podría ser un dios entre Digimons). Pero Gatomon, a pesar de dicha apariencia era un gatito malo y chulo, todo sea dicho. Lo raro es que este minino experimenta un repentino cambio de personalidad al conocer a Kari que sólo es superado en rareza por su digievolución, pues pasa de ser un gato con voz de pito masculina a una ángel de grandes pechos, curvas sugerentes y tal... El caso es que hacía la pareja perfecta con Angemon, y tanto sus dueños, T.K. y Kairi, volvieron más creciditos en la segunda temporada de Digimon como parte del grupo principal.


Joe: si Izzy era el nerd inteligente del grupo, Joe era el estereotipo de nerd pringado. Con gafas incluidas por supuesto, y calcetines subidos hasta la cintura, Joe era todo un cobarde de pro, pero que al final de la serie fingía envalentonarse y tal para ligarse a su única compañera de viaje (también era todo un pagafantas, que no dudaba en abandonar a sus compañeros para irse detrás de la tia buena del grupo, lo que el llamaba "seguir otro camino", vamos). Lo curioso es que su Digimon era una foca punky llamado Gomamon, que molaba mucho y tal pero que apenas hablaba o sus diálogos (que contaba algún que otro chiste y demás) eran interrumpidos por las quejas de su dueño. Gomamon digievolucionaba en un león marino (gigante como todas las digievoluciones de los demás Digimons protagonistas) con un cuerno en la cabeza (el cual disparaba y todo a modo de misil). Posteriormente ultradigievolucionó en una especie de león marino con dientes de sable, un cuerno en forma de trueno, un caparazón de tortuga a su espalda y un martillo que nada tiene que envidiar al martillo Mjolnir de Thor. Por desgracia, esta digievolución fue eclipsada por otros Digimons como los angelitos, o Wargreymon y Metalgarurumon. Pobre Gomamon, tanto él como sus digievoluciones estaban destinadas a la grandeza, pero sin embargo no fue así... La culpa es de Joe.


Mimi: siguiendo estereotipos, Mimi encarnaba a la típica niña rica, pija y sobre todo malcriada, como demuestra quejándose continuamente hasta el punto de lanzar (literalmente) mierda a otros. Me refiero a esa típica niñata que se merece un buen bofetón a tiempo pero que nadie se lo da, y tal... Es un personaje que en medio de una batalla no se le ocurre ayudar más que gritando para que los demás dejen de pelear. Claro, por supuesto, si un monstruo de varios pisos de altura cual Godzilla se dispone a matarte, lo mejor es no luchar e intentar hacer las paces con él para luego irte a tomar un refresco, de buen rollo. Después de Joe era la mayor del grupo, pero también la más tonta al igual que éste. Su Digimon era caca directamente, era una femenina planta con voz de pito llamada Palmon que digievolucionaba en un masculino cactus con guantes de boxeo (si, habéis leido bien...) Por desgracia Togemon, que así se llamaba este cactus boxeador, siempre acababa igual tras entrar en escena y disparar espinas a todas partes (raro es que ninguna de ellas alcanzara a los Niños Elegidos). ¿Que como acababa? Recibiendo la paliza de su vida. Vamos, que de nada le servían esos guantes... Solo para lanzar un derechazo a la nada durante el opening, y para que la gente se pensara y creyese a pies juntillas que era pro. Luego ultradigievolucionaba en Lilymon, una hada del tamaño de una humana con flor en la cabeza... Dicho de otro modo, dejaba de lado lo de intentar hacerse el macho con los guantes y los pinchos para volver a ser un lindo macetero, porque no es que hiciese mucho...


The bad guys

Devimon: este demonio es un Digimon. Si, uno se podía encontrar Digimons humanoides, Digimons con forma de animales, de dinosaurios, de objetos, hasta con forma de zurullos... Como el nombre indica era malo, muy malo... Si sólo había que verle para ver lo malo que era, lanzando ruedas negras y creando un ejército de Digimons malvados con los que sembrar el mal para así convertir al Digimundo en el Digimundo maligno. Ah, es vencido por Angemon (era algo predecible ¿no?)

Etemon: esto... ¿En serio debería hablar de éste personaje tras describirle unos cuantos párrafos más atras? Bueno, el caso es que más adelante este malo vuelve digievolucionado en una versión metálica que... ¿Adivináis como se llama? ¡Si! Metaletemon. Metaletemon es igual de tonto y absurdo que Etemon, y su única "mejora" es que tiene ataques tan poderosos como lanzar cáscaras de plátano y tirarse pedos en la cara de sus rivales, pedos verdes he de añadir... (no, no me lo estoy inventando).

Myotismon: este vampiro con complejo de David Bowie (perdón Sr. Bowie y fans del cantante por la comparación), viaja del Digimundo al Mundo Real con la intención de asesinar al octavo y "misterioso" niño elegido, que no es ni más ni menos que Kari (vamos a ver, esto era una obviedad más clara que ninguna otra). Lo cual demuestra que era un vago, puesto que ¿por qué no asesinar primero a los 7 Niños Elegidos en el Digimundo en vez de irse con todo su ejército de criaturas terroríficas (que no es pequeño) al Mundo Real para matar a una niña pequeña? Si, es como si Godzilla decidiese partir a otro país o a otro planeta (no me preguntéis cómo, es Godzila, podría si quisiera) a matar a un niño. O como si un ejército como el de Hitler durante la II Guerra Mundial decidiese comenzar una gran cruzada bélica contra un inocente bebé que vive en el otro extremo de Europa... El caso es que Myotismon digievolucionaba, y era tan fuerte y tan malo que se comía hasta a sus estúpidos y a la par fieles súbditos. Porque él lo vale.

Los Amos Oscuros: como podéis ver, el nombre se lo tienen bien ganado con tan sólo verles, eh. Tienen una apariencia totalmente terrorífica, inspiración de las peores pesadillas de un niño, y lo demuestran con creces. Metalseadramon se carga ballenas (porque todos sabemos que en Japón esta mal visto la caza de ballenas y tal...); Puppetmon es una "tenebrosa y poderosa" marioneta pederasta que quiere hacerle cosas raras al pobre T.K., y que tiene un supermartillo-ametralladora que usa sólo contra sus más fieles consejeros y subalternos. Luego está Machinedramon, un T-Rex metálico que limpia las alcantarillas de su ciudad esclavizando y matando a babosas parlantes; y por último está Piedmon, un payaso muy malo al que le encantaría ser como el Joker que hace trucos de magia. Resumiendo: los putos amos. Por encima de ellos está Apocalymon, que es el cúlmen de lo maligno en Digimon. Es superpoderoso e invencible, pero claro, todos sabemos que en un anime si un niño se pone serio después de recibir la paliza de su vida eso equivale a una victoria final, independientemente de lo invencible o poderoso que sea el rival...


En fin, el caso es que aunque hoy en día sería incapaz de tragarme una serie como Digimon a no ser que perdiese una apuesta, en su día la disfruté como el enano que era (si, para muchos de los de mi generación el tener trece años era todavía ser un niño). De hecho, incluso me tomaba en serio los capítulos, sin cuestionar nada de lo que sucedía ni el comportamiento de cada uno de los personajes; personajes que, y no voy a ser imparcial, no estan para nada definidos desde un principio, variando su comportamiento de un capítulo a otro, sin salirse de la base estereotipada de la que parten. Con base estereotipada me refiero a: líder charlatán y posesivo que acapara el mayor foco de atención (Tai), amigo del líder buenrollista que no se busca movidas con nadie (Izzy), tipo silencioso del grupo de mirada seria (Matt), la típica chica tonta e infantil del grupo (Mimi), la típica chica más normalita pero no con más personalidad definida que la anterior (Sora), o el cobarde y si cabe nerd de todo grupo de adolescentes (Joe).

Durante el año 2000 recuerdo con especial cariño seguir esta serie siempre que la emitían por televisión, incluso llegué a grabarla por completo en VHS (a excepción de los dos o tres primeros capítulos). Y es ahí en donde valoro positivamente a Digimon, en los buenos ratos que me dio en su día. Cierto es que es una serie obviamente infantil cuya estructura era como ya he comparado antes como la de un beat'em up o juego de avanzar, pegar y doparse (quien me diga que no es que tiene una venda en los ojos), pero estaba dirigida a una franja de edad cercana a los diez años sea por algunas escenas un tanto traumantes para un niño como el que algunos Digimons muriesen siendo atravesados por espadas o rayos (que aunque no hubiese sangre la cosa sumada al dramatismo que se le daba, a ojos de un niño, impactaba lo suyo). Vale que luego resucitaban y tal cual personaje de Dragon Ball (aunque siempre había excepciones de personajes que no resucitaban porque su muerte había sido demasiado "epic"), pero al igual que en Dragon Ball, aunque resucitara medio staff, los espectadores no decíamos ni mu. Todos calladitos y sin protestar. Ahora que lo que no me cabe en la cabeza es que haya gente de unos veinte años que sigan diciendo que esta serie es una obra maestra o incluso un referente del anime, basándose tan sólo en el éxito o la impresión y buenos ratos que les dió en su momento, cuando tan sólo es eso, una serie que en su momento les marcó de la misma forma que lo pudieran hacer otras tantas, aunque el que Digimon tenga más o menos calidad que otras series míticas como por ejemplo, y por citar de nuevo, Dragon Ball, es algo ampliamente discutible.

Una de las cosas que más me gustaban de Digimon, y por las que creo que se ganó una legión de seguidores, fue el diseño de todo el bestiario de la serie. Teníamos criaturas de todo tipo, de todas las formas y colores, además si una cosa brillaba por si sola eran los diseños originales de los mismos o artworks, los cuales tenían una calidad muy buena, bastante notable de hecho, todo gracias a ese entintado de tonos oscuros y sombras que tenía cada Digimon. Aparte, los escenarios eran tan variados y coloridos como los Digimons y los Niños Elegidos, que por colorido tenían hasta el pelo de colores (Joe, que era el tío mas serio, tenía el pelo azul. Ahi lo dejo todo). Y si otra cosa destacaba en la serie aparte de los carismáticos diseños y la acertada ambientación de cada escenario (los cuales independientemente de que tuvieran elementos que encajaran o no en el contexto, funcionaban perfectamente al fin y al cabo), era la banda sonora, con temas pegadizos (algunos realmente pegadizos) que sonaban cuando debían de sonar, en el momento correcto. Eso sin olvidarnos de la mítica sintonía de apertura u opening de la serie, ¿quién de los que vieron Digimon no la ha cantado o incluso tarareado alguna vez...?


Desde que comenzó a emitirse, y todo debido al concepto de mascotas virtuales, esta serie fue comparada en numerosas (muchas) ocasiones con Pokémon, pero aunque básicamente tengan orígenes parecidos (ambos son animes basados en productos electrónicos), si indagamos poco más podemos ver que sus orígenes en pantallas portátiles no son para nada iguales. Uno es un videojuego, otro es una mascota virtual que no dista mucho del no menos mítico Tamagotchi. Lo que está claro es que Digimon era una serie que, como dije al principio, se tomaba más en serio a los espectadores. No totalmente en serio ojo, ya que se trataba de una serie para chavales y bien que se podían permitir numerosos deslices que pasaban perfectamente desapercibidos ante la capacidad analítica de un niño. Aunque tampoco el tomarse más en serio a los espectadores de lo que lo hacía Pokémon era algo difícil, puesto que la serie de Pikachu y compañía tenía unas lagunas argumentales y unos argumentos que sobrepasaban con creces lo absurdo, lo repetitivo y la falta de rumbo. Por ende y entre otros motivos Digimon es una serie de mayor calidad que Pokémon, tanto en calidad de animación como en sus argumentos y desarrolo de personajes, que aunque no sea bueno mejor que el de Pokémon esta claro que es (y repito, tampoco es tan difícil...) El problema estaba en que Pokémon contaba con un videojuego muy bueno, para nada un videojuego secundario como muchos lo han catalogado, y ese era su punto fuerte y principal defensa en las típicas conversaciones que enfrentaban a los monstruos digitales de Bandai con los monstruos de bolsillo de Nintendo. Por ende, la única conclusión posible a la que llegué en su día fue que Digimon y Pokémon eran productos similares, pero también diferentes... Pero el hecho de tener unas raíces tan parecidas y sobre todo (y es ahí en donde radica el enfrentamiento) una adaptación animada de éxito internacional similar, las convertía en dos franquicias enfrentadas por el fandom juvenil.

En cuanto a Digimon 02, la gran ausente hasta ahora en este artículo, decir que fue una segunda parte que en un principio me encantó, principalmente por tener como villano al Digimon Emperador (y es que anda que no tenía carisma ese personaje, rompiendo con la regla general de que todo malo en Digimon tenía que ser un Digimon malvado). Aparte que seguía el legado de la primera serie, mostrándonos a los Niños Elegidos, antiguos y nuevos, inmersos en nuevas aventuras en el Mundo Digital. El caso es que tras la saga de Digimon Emperador, la serie se convirtió en un bodrio que... Y el final fue un apaga y vamonos, hasta nunca Digimon. De hecho, de ahí que no hable ya de las nuevas temporadas de Digimon, ni diga que son mejores o peores que la original... Simplemente no me llaman la atención, ni me interesan, y por ende no las he visto. Aunque claro, puede que llegue un día en que me pique la curiosidad y me de por verlas, todo es posible...

Para terminar, decir que Digimon no es un anime que recomiendo, a no ser que una de dos, o uno sea un chaval de no más de trece o catorce años; o sea una persona a la que le gusten los shonen llenos de tópicos que no tienen nada que no tenga el resto, personajes poco definidos y planos desde un principio que siguen una evolución un tanto irregular a lo largo de la serie, y que a pesar de esto, sea por los diseños o por lo que sea, entretengan. Porque es lo que tiene Digimon, que si eres un chaval de unos trece años, posiblemente te entretenga o incluso te apasione como me apasionó a mi y a gran parte de una generación (aunque no es lo mismo ver una serie como ésta cuando uno no disponía de Internet y el acceso a un montonazo de series de anime), pero si uno no es un chaval de unos trece años... Pues oye, puede que también mole. Para gustos los colores, como se suele decir. Sólo había que ver a los Niños Elegidos, un grupo que a pesar de sus contras y las diferencias que tenían entre si funcionaba bastante bien, para terminar de la única forma posible y con la única moraleja tan presente en estos shonens que fomentan la amistad idílica en grupo... En fin, el caso es que se interprete como se interprete, la cosa está en que YO AMO DIGIMON.

11 comentarios:

Alex Rojano dijo...

esta serie me gustaba más que pokemon, muchisimo más. pero sobre todo mi preferida era la cuarta serie de Digimon, Digimon Frontier. me encantaba, la verdad xD. saludos!

Roy dijo...

No sé que tal aguantaría un revisionado, pero Digimon en su primera temporada me moló, aunque sea un shonen sin complicaciones, atrapa y engancha como pocos. Siempre he considerado que Digimon era lo que debería haber sido el anime de Pokémon.

Anónimo dijo...

Nunca me gusto esta serie, no por nada personal, simplemente porque jamas me calo hondo, pero uno de mis primos nunca se perdia un capitulo e incluso tenia varios articulos de la serie en su cuarto, asi que supongo que cierto encanto tendria para los que la seguian.

Ojo, no estoy tratando de hacer ver que esta serie sea lo peor, porque lo mas probable es que no sea un bodrio en absoluto, simplemente llegue a aborrecer las series donde los heroes de turno dependian demasiado de x criaturilla, claro que ese era mi modo de ver por la epoca, a dia de hoy le doy una oportunidad a cualquier cosa siempre y cuando la historia sea aceptable.

Saludos, buen blog este que nos ocupa :)

Anónimo dijo...

No es una serie que me llamara la atencion, simplemente vi algunos capitulos por encima y un primo mio bastante fan de Digimon me explico la trama, fue suficiente para no darle una oportunidad, ya que a pesar de gustarme Pokemon como entretenimiento videojuegil nunca trague animes que siguieran la formula, como Monster ranger, Pokemon o esta que nos ocupa.

A dia de hoy no le doy importancia a ese tipo de cosas y doy siempre una oportunidad mientras la trama sea digna, pero aun asi no he sido capaz de ver Digimon con buenos ojos, lo siento por los fans de la serie. De todas maneras parece ser bastante agradable y alegre, por lo que una tarde de domingo se debe amenizar bastante con los monstruitos.

Saludos y nos leemos, buen blog ;)

Mustangcillo dijo...

@Alex: no eres el primero que me dice que su favorita es una temporada de las que vinieron tras Digimon 02 je, je. Bueno, como ya he dicho en el artículo puede que algún día le eche un ojo quien sabe je, je.

@Roy Ramker: ¡totalmente de acuerdo Roy! De hecho recuerdo entablar conversación con mi primo y contarle como sería Pokémon si tuviese unos argumentos y personajes más realistas, tampoco del todo claro está. Me refiero más realistas en plan como en Digimon je, je. La verdad es que mejor hubiese sido (cosa que tampoco era tan dificil, podían empezar por haber quitado al estúpido Team Rocket...)

@adyven: vaya veo que me has comentado dos veces je, je. Será porque te dió la impresión de que no se guardó tu comentario (antes los someto a moderación) Bueno no pasa nada, suele pasar. En cuanto a tu comentario te comprendo, yo antes era de los que me negaba a ver ciertas series por x motivos. Lo curioso es que años después, cuando las vi, algunas de ellas llegaron a convertirse en mis favoritas... Me quedó bien claro lo malo que pueden llegar a ser los prejuicios infundados hacia x tipos de series je, je.

Mr. Pines dijo...

Yo he visto casí todas las temporadas de digimon ( savers la deje en el 14 o así por que directamente me parecio una cosa muy absurda XDD) y actualmente me estoy viendo Xcross (en la que ya no hay niños elegidos, si no generales digimon). Pienso que las distintas series de digimon estan bien ... pero se hacen repetitivas por que las historias son como dices ... un beat em up ^^. Aún así me encanta ver digimon por que me encantan los diseños de los bichejos y verles pegarse de leches XD

Txema SG dijo...

Genial post como siempre. La verdad es que de Digimon lo que más me gustaron fueron los videojuegos, recuerdo uno de play2 tipo vs que fue la caña.

El Tipo de la Brocha dijo...

Yo me tragué hasta que se cargaron a Devimon y poco más. Por ahí debo de tener un Togemon tamaño dedo pulgar. Me hacía gracia el jodío.

Mustangcillo dijo...

@Kaldrecx: je, je, je, de eso se trata ¿no? Asi que disfruta pues, disfruta.

@Yota: ¡gracias Yota! La verdad es que en cuanto a juegos de Digimon yo sólo jugué al de PSX, y como que no me gusto nada... Más bien me desesperó y apenas lo recuerdo. El de play2 ni tenía idea de su existencia, por entonces ya había olvidado bastante el tema de los monstruos digitales, tanto Pokemones como Digimones je, je.

@El Tipo de la Brocha: es comprensible, Togemon era bizarramente genial. Bueno, el resto de la serie era más o menos lo mismo, quitando un 10% que era diferente y un 25% restante que eran secuencias de digievolución para cubrir los 20 minutos que duraba cada capítulo.

Ernestotaku dijo...

Yo me la veo otra vez e incluso con más ganas...No es una serie mala ni mucho menos, sólo que a lo mejor no está dirigida a un público de 50 años.

Muchas de las cosas como los pedos verdes de etemon, los nombres cutres y cosas "raras" sn productos de la censura americana y eso nos ha jodido bastante.

Digimon no es un seri, sino una franquicia cojonudísima que yo adoro, y que recomiendo a la gente que no tenga prejuicios en ver dibujos animados de niños porque hay mierdacas infumables y otras cosas mucho mejores, pero que siguen siendo para niños.

Xamako20 dijo...

Dios lo que me he podido reir! Buenisima entradaaa!! No se si tendras de Digimon 02 pero por favor hazlaaa!! Jajajajaj dios me he reido con lo de palmon y piyomon la ostia!! jajajjaa y he de decir que yo vi Digimon 01 y 02 y me gustaron mucho! Pero dios tienes toda la razón jajaja. Buenisimo!